“Alpe d’Huez en audiolibro prueba que el texto, bueno o malo, es dramático”: Ricardo Silva
Ricardo Silva Romero durante la grabación del audiolibro de la novela 'Alpe d'Huez'.
- Noticia relacionada:
- Literatura
- Ciclismo
- Libros
Ricardo Silva Romero decidió dar un paso adelante con su novela ‘Alpe d’ Huez’ y convertirla en un audiolibro que reúne decenas de voces que le rinden homenaje a una de las grandes hazañas de la historia del deporte en Colombia y también a los años dorados de las transmisiones radiales deportivas.
Por: Eduardo Arias
En junio de este año Ricardo Silva Romero publicó la novela Alpe d’Huez, que cuenta a lo largo de sus páginas el desarrollo de la etapa 17 del Tour de Francia de 1984 entre la ciudad de Grenoble y la estación de esquí de Alpe d’Huez, que ganó el ciclista Luis Alberto ‘Lucho’ Herrera. Fue la primera victoria de un latinoamericano en la principal carrera por etapas del mundo.
Esa novela narra los pormenores de aquella etapa a través de diversos puntos de vista. Entre tantos otros, el del propio Herrera, el de los locutores de radio Pepe Calderón Tovar e Ismael Enrique Monroy, un par de comentaristas cuarentones que ya comienzan a hastiarse de trabajar en el equipo de la joven periodista Marisol Toledo, como también la del legendario ciclista francés Bernard Hinault, quien odia a muerte a Laurent Fignon, su anterior coequipero y campeón del Tour del año anterior (en el que no participó Hinault), y el gregario neerlandés Manfred Zondervan, que habla a nombre de aquellos obreros de la bicicleta que hacen posible el triunfo de los ciclistas consagrados y de quienes casi nunca o nunca se habla.
La trama, que se desarrolla en un momento en que las transmisiones de ciclismo por radio paralizaban al país, pedía a gritos no sólo que la grabaran sino que a todos esos personajes que habitan en Alpe d’ Huez se les diera una voz propia.
Por ese motivo se realizó un audiolibro en el cual no sólo se escucha la voz de Ricardo Silva, el narrador de la historia, sino de múltiples voces más que le dan vida a los protagonistas y también a los figurantes. Este proyecto es una coproducción de Penguin Random House, la editorial donde Silva ha publicado la gran mayoría de sus libros, y La No Ficción.
Ricardo Silva nació en 1975 y ha escrito un gran número de novelas, libros de poesía, dos libros sin género definido y una obra de teatro. Además ha sido periodista y columnista en varios medios de opinión. CAMBIO habló con él acerca de su audiolibro, que se puede escuchar aquí.
CAMBIO: ¿Cómo surgió la idea del audiolibro?
Ricardo Silva Romero: En abril de 2020, cuando empezó el primero de los encierros de la pandemia, sacamos adelante una lectura en voz alta de la novela de mi familia: Historia oficial del amor. Me sigue pareciendo un momento importante de mi vida: todas las noches un par de voces maravillosas, de actores, de periodistas, de lectores, de artistas, leían un par de capítulos del libro en los “en vivos” de Instagram. Y fue un espectáculo tan conmovedor, tan reparador, tan generoso, que jamás se sintió forzado o extraño. Mucha gente decía que luego de cada lectura —ojo: no gracias a cada lectura— dormía mejor. Hicimos dos lecturas más: la de Cómo perderlo todo, que siguió la misma estrategia, y la de Río muerto, que fue por audios, y tuvo el apoyo de la Comisión de la Verdad. Mi conclusión fue que la gracia de escribir es que la escritura acompañe y reúna, y que la gracia de cualquier novela —ya que toda novela es un libreto que el lector pone en escena— es que funcione en voz alta. Alpe d’Huez, que es una suma de voces, es pura escritura, pero parece hecha para volverse audiolibro, podcast, radionovela.
CAMBIO: ¿Alguna vez había participado en un audiolibro?
R. S. R.: Una vez: leí el prólogo que escribí para la autobiografía —tan buena— de Santiago Cruz. Tengo, eso sí, amigos actores que se dedican a grabar novelas, y una mamá con una colección enorme de audiolibros. Y entonces, sobre la base de las lecturas en voz alta, que empezaron en abril de 2020 y terminaron en mayo de 2021, desde el principio me pareció que Alpe d’Huez podía ser una novela que viniera con un audiolibro lleno de voces. Estaba en marcha la versión cinematográfica de Autogol, que sigue en postproducción. Y como volvían al ruedo Pepe Calderón e Ismael Enrique Monroy, los narradores de Autogol, que en Alpe d’Huez narran la etapa de 1984 que ganó Lucho Herrera, entonces tenía lógica meterse en cuerpo y alma en la tarea. ¿O no?
CAMBIO: Cuéntenos cómo fue el proceso.
R. S. R.: Primero me sonó hacer otra lectura en voz alta, pero, como la gente ya no está encerrada ni quiere saber de encierros, como lo que pasó con Historia oficial del amor, Cómo perderlo todo y Río Muerto respondió a la necesidad de conexión humana del largo año de la pandemia —y, ahora que vivimos dispersos entre este vértigo diario, esto no tendría esa urgencia—, llegamos a la conclusión, mi esposa y yo, de que había que darle otra vuelta a la idea. Yo quería trabajar con La No Ficción hacía mucho tiempo porque conozco a Juan Serrano, su director, desde que estaba en el colegio, y desde el principio me di cuenta de que era una alegría tenerlo cerca. Entonces le pregunté qué se le ocurría. Pensamos en varias posibilidades. Y luego nos pareció un buen proyecto hacer el audiolibro de Alpe d’Huez.
CAMBIO: ¿Fue fácil convocar a tantas voces para representar los personajes?
R. S. R.: Es que la gente es muy generosa. Muchos de los intérpretes habían participado en las lecturas en voz alta. Otros en Domingo, la obra de teatro virtual que hicimos en pleno 2020, según la lógica de las lecturas en voz alta. Todas las voces, en cualquier caso, son de personas que me he venido encontrando por el camino desde que empecé a hacer novelas. Hay actrices y actores que son especialmente cercanos. Están amigos que son estupendos periodistas deportivos. Iba a decir que “me he movido” entre ellos, pero la verdad es que yo vivo quieto. Y lo que es increíble es que todos sean así de talentosos. Creo que esta lectura de Alpe d’Huez es conmovedora por eso mismo: por todo ese talento.
CAMBIO: ¿Hubo algún tipo de dirección de voces en la lectura?
R. S. R.: La No Ficción trabajó hombro a hombro con Penguin Random House en la producción. Juan Serrano estuvo a cargo, y grabó las voces en su estudio y acompañó a los actores a inventarse sus personajes, pero sería justo decir que fue un trabajo en equipo todo el tiempo. Yo leo las partes del narrador de la novela, que son las que menos talento requieren, no porque tenga buena voz, sino porque tengo la autoridad que me da haber hecho la novela. Pero sobre todo lo digo para decir que el equipo de La No Ficción hizo lo mejor que pudo para que yo no desentonara.
CAMBIO: ¿Es una lectura textual o hizo de pronto alguna adaptación en ciertas partes que fueron dramatizadas?
R. S. R.: Es textual. No se despega del todo de la idea de audiolibro. Quizás más adelante podría sumarse a esa versión una edición con más efectos sonoros, con más propuestas, pero por lo pronto es un audiolibro que responde a los estándares del género.
CAMBIO: ¿Es un género el audiolibro?
R. S. R.: Quizás pueda llegar a serlo si empieza a ser más una adaptación que una lectura, más una puesta en escena que una compañía del libro. En cualquier caso, la gracia de Alpe d’Huez en audiolibro es que prueba que el texto, bueno o malo, es dramático.
CAMBIO: En estos tiempos posteriores a la pandemia en los que, como dice usted, ya no existe esa urgencia que lo llevó a las lecturas en voz alta de algunas de sus obras, ¿cómo invitaría usted a alguien que ya leyó el libro para que oiga el audiolibro?
R. S. R.: Yo le diría que es una lectura en voz alta de Alpe d’Huez. O sea, que es una compañía y es un encuentro cercano del tercer tipo con un montón de gente talentosa que apuesta el corazón en su trabajo. Yo me quedé en el espíritu de la pandemia: en la solidaridad y en la compasión y en las ganas de vivir de la pandemia, y la idea de este audiolibro es seguir sirviendo de alivio antes de dormir.
Apoya el periodismo que te gusta
Puedes cancelar en cualquier momento