La emboscada que enreda al Ejército en una alianza criminal en Cauca
14 Febrero 2022 04:02 pm

La emboscada que enreda al Ejército en una alianza criminal en Cauca

La emboscada se ejecutó en abril de 2020 en zona rural de Argelia, sur del Cauca.

Crédito: El Espectador

La conversación revelada por 'Cambio', que le costó el cargo al general Jorge Hernando Herrera Díaz, parece ir más allá.

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Los audios revelados por Cambio y Noticias Uno el domingo pasado, siguen generando una tormenta dentro del Ejército. Este lunes fue removido del cargo el general Jorge Hernando Herrera Díaz, quien en una conferencia que en julio de 2019 les ofreció a sus subordinados habló de conversaciones y tratos con la banda Los Pocillos, cuyos integrantes firmaron el acuerdo de paz con las Farc pero, según testigos de la zona, siguen armados para defenderse de amenazas de muerte por parte de la columna Carlos Patiño. Esas grabaciones dieron cuenta de ese hecho, pero no registran en qué terminó esa alianza.

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El reportaje sobre la guerra que se desarrollaba en el Cañón del río Micay que publicó el diario El Espectador, hace cerca de dos años. sugería que el Ejército se había atribuido una emboscada que en realidad ejecutó una banda de narcotraficantes contra los disidentes de la columna Carlos Patiño de las disidencias de las Farc. Los hechos sucedieron el 15 de abril de 2020. En ese momento, el general Herrera ya no era comandante de la Brigada 29 del Ejército en el Cauca. Ese cargo lo ocupaba el coronel Harold Díaz Reyes, quien no fue llamado a curso de general y salió de la institución en diciembre del año pasado. 

El hecho, que dejó ocho disidentes muertos (entre ellos dos menores de edad), fue calificado por el Ejército como una acción legítima contra quienes amenazaban la vida de firmantes del acuerdo de paz y de líderes sociales. Sin embargo, los testimonios y videos de la comunidad dan cuenta de que el Ejército llegó dos horas después al lugar, donde quedaron los cuerpos tirados en la carretera y dentro de una camioneta. 

Un día antes, un grupo de 20 guerrilleros de la columna Carlos Patiño habían recorrido varias veredas del corregimiento Sinaí preguntando por integrantes de la asociación campesina Ascamta y por los desmovilizados alias Pocillo y Caliche, tal como le contó a El Espectador una campesina testigo. No encontraron a nadie y siguieron su camino. En la mañana siguiente, a eso de las diez, algunos de ellos que se desplazaban en una camioneta blanca fueron sorprendidos por hombres armados que les dispararon ráfagas de fusil desde una montaña donde se habían escondido. 

Según la testigo, quienes tendieron la celada y ejecutaron la emboscada fueron los hombres de Pocillo y Caliche, identificados en ese momento como desmovilizados, pero que en realidad continuaban armados para defenderse de quienes los buscaban para matarlos. Al mediodía llegaron los helicópteros del Ejército, aterrizaron en la zona y empacaron los cuerpos en bolsas blancas, tal como lo ratificaron dos testigos consultados por Cambio, quienes pidieron no divulgar sus identidades. 

El 16 de abril de 2020, con los cuerpos de los ocho subversivos exhibidos a la prensa en las instalaciones de la Tercera División, el general Jorge Isaacs Hoyos Rojas (actual comandante del Comando de Operaciones Especiales), informó sobre una contundente operación militar y manifestó: “Atendiendo las denuncias recibidas para contrarrestar los enfrentamientos entre la columna móvil Carlos Patiño y el frente José María Becerra, del ELN, que se disputan las rutas del narcotráfico en el cañón del río Micay, ocho terroristas murieron al enfrentarse con las unidades militares”.

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Sin embargo, un video que grabó un campesino y que circuló durante varios días por las redes sociales deja en evidencia que los ocho disidentes no murieron en un enfrentamiento, como lo aseguró el general Hoyos, sino en una emboscada, tal como aparece consignado en el informe forense diligenciado a las 9:38 de la mañana del 16 de abril de 2020 en Argelia.  

Un apartado del informe pericial de la supuesta operación de la Brigada 29 detalla que se trató de un asalto, “procediendo de esta manera a realizar un método de ataque planeado mediante la técnica de ataque frontal maniobra de emboscada, sobre un lineal ubicado en nuestra posición, ubicándonos en puestos de observación y escucha sobre las diferentes vías de aproximación”.

El documento, contrario a lo que aseguran los testimonios de la comunidad, agrega que los hechos se presentaron sobre las tres de la tarde y no a las diez de la mañana. Al ser consultado por El Espectador, el general Hoyos manifestó que la emboscada era una maniobra válida dentro de la doctrina militar. 

Dos días después del parte de victoria del Ejército los familiares de Yina Fernanda Gómez Mosquera, de 14 años, fueron a Medicina Legal en Popayán para reclamar el cuerpo de la menor y para denunciar el reclutamiento del que había sido víctima por la columna Carlos Patiño hacía varios meses. Por esos mismos días, la prensa caucana no desechaba la hipótesis de que esa emboscada había sido ejecutada por Los Pocillos.

Los cuerpos de los ocho disidentes en la Tercera División del Ejército
Los cuerpos de los ocho disidentes en la Tercera División del Ejército.

Nosotros, a raíz de unos rumores que salieron por parte de la comunidad, solicitamos la presencia de la inspección del Ejército; ellos vinieron a hacer la investigación y los resultados arrojan que la operación tiene una trazabilidad completa, producto de una inteligencia de más de dos meses, y asegura que la operación fue transparente, fue limpia”, aseguró el general Marcos Mayorga, entonces comandante del Comando Conjunto del Cauca. 

Sin embargo, a los testimonios de los campesinos que sostienen en que se trató de una emboscada de Los Pocillos se suma ahora la grabación que ayer reveló Cambio donde queda de presente la alianza entre el Ejército y desmovilizados de las Farc que siguen armados para defenderse de quienes los han amenazado de muerte. Por eso, dicha operación fue enmarcada por el Ejército como una defensa a los desmovilizados. 

Todavía hoy Caliche y Pocillo figuran como firmantes del acuerdo de paz. Al igual que otros reincorporados asentados en esa región cuentan con esquemas de seguridad integrados por antiguos guerrilleros que les sirven de escoltas. 

De comprobarse que tienen armas y siguen operando como en el pasado, las autoridades judiciales tendrán que determinar qué sucede con estos ex-jefes guerrilleros que pertenecieron al frente 60 de las antiguas Farc, que firmaron el acuerdo de paz y que ahora acusan de aliarse con el Ejército para matar a sus adversarios y proteger la ruta de narcotráfico que del Cañón del Micay conduce al Pacífico. Por el lado del Ejército sería pertinente reabrir la investigación de la emboscada y profundizar sobre dicha alianza criminal.

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