La reunión con las Farc que hizo caer al famoso 'mercader de la muerte' canjeado por Biden a Rusia

La reunión ocurrió en una sala de conferencias del piso 27 del hotel Bangkok Sofitel, de la capital de Tailandia, el 8 de marzo de 2008. Según un artículo del medio estadounidense Politico, escrito por la periodista Elaine Shannon, la reunión fue “sin almuerzo, sin vino, sin las prostitutas cubiertas de orquídeas que atraen a los turistas sexuales a Tailandia. Solo agua, té y negocios, negocios, negocios”.

Los miembros de las Farc aparecen en el artículo con los nombres de Ricardo, un exmilitar que había trabajado con paramilitares, y Carlos, un médico que se había dedicado al lavado de dinero. Ambos habían sido capturados por la DEA años antes y convertidos en agentes encubiertos. Llevaban equipos diminutos de grabación de video en su cuerpo para captar a Victor Bout, hablar de matar estadounidenses que cooperaran con el Ejército de Colombia en operaciones contra el narcotráfico, derribar helicópteros, etcétera 

“Están volando Blackhawk. No tenemos ninguno. ¿Cómo podemos defendernos con un rifle contra un Black Hawk o contra un Apache Queremos tumbar a esos hijos de puta americanos. Porque estamos cansados. Queremos matarlos y sacarlos de mi país”, decía Ricardo en la reunión, según el artículo de Politico. “Sí sí sí, ellos actúan como si estuvieran en su casa. Propaganda. Tenemos el mismo enemigo”, respondía Bout. 
 

No se sabe muy bien los orígenes de Viktor Bout. Se cree que nació alrededor de 1967 en Rusia o Ucrania y que pasó por el ejército ruso, en especial por el Instituto Militar de Lenguas Extranjeras, donde aprendió inglés, persa, árabe, portugués, francés y esperanto. Es bien conocido por haber traficado armas a Oriente Medio, Congo, Sierra Leona y otros países de África. Se presume que entró en contacto con las Farc a través del narcotraficante colombiano José María Corredor-Ibagué, alias Boyaco, el primer nacional acusado y condenado por narcoterrorismo en Estados Unidos. 

Analistas militares, medios de comunicación y miembros de las fuerzas militares estadounidenses están altamente preocupados por la liberación de Viktor Bout en un momento clave de la guerra de Rusia con Ucrania. Afirman que nadie como él puede traficar armas y que resulta muy evidente que Vladimir Putin lo pondrá bajo su servicio. 

En la reunión en Bangkok con los miembros de las Farc que trabajaban encubiertos para la DEA, Bout negoció venderles entre 20 y 30 millones de dólares en rifles AK47, munición, asesoría militar y técnica y, lo más impresionante, drones en una época en que no eran tan conocidos y dispositivos SAM (“surface-to-air missile”, por su sigla en inglés), es decir, lanzadores de misiles, compactos y fáciles de movilizar, que podrían derribar aeronaves estadounidenses desde tierra. “Algunas personas suicidas y homicidas con un SAM podrían paralizar los viajes y el comercio internacional. Por esa razón, en 2004, el Congreso de Estados Unidos aumentó la pena por vender SAM a un mínimo obligatorio de 25 años en prisión federal y a un máximo de cadena perpetua”, dice Shannon en Politico.

Bout también les ofreció ayuda para lavar dinero a través de bancos rusos y pensó en contactar a los colombianos con miembros de Al Qaeda para hacer grandes negocios de armas. “Bout sabía que, a pesar de su ropa maltratada y sus uñas sucias, los guerrilleros tenían dinero. No había tratado mucho con las Farc, la mayoría de sus clientes eran hombres duros de África, pero investigó un poco sobre América Latina en su computadora portátil la noche antes de la reunión. El Departamento de Estado sabía que los líderes de las Farc, aunque vagamente marxistas y catalogados como terroristas por Estados Unidos, eran capitalistas ardientes”, dice el artículo de Politico.

Cuando Bout dijo lo suficiente para poder ser incriminado, los colombianos le pidieron un momento para hacer una llamada a su contacto en común. En ese momento, le dieron una señal a Robert Zachariasiewicz, un agente de la DEA que estaba en una habitación del hotel escuchando todo con la policía de Tailandia. 

Los colombianos fingieron ser capturados durante la redada para proteger su coartada. Bout tardó alrededor de cuatro años para ser deportado de Tailandia a Estados Unidos. En noviembre pasado, se hizo en Moscú una exposición con varios dibujos hechos por él durante su tiempo en prisión, con temas tan diversos como retratos de líderes rusos y gatitos.

Ahora, Bout se encuentra libre en Rusia después de que Joe Biden decidió canjearlo por la basquetbolista y medallista olímpica estadounidense Brittney Griner, que fue arrestada y condenada en Rusia a nueve años de prisión porque le encontraron aceite de cannabis medicinal en su equipaje. 

“Joe Biden ha hecho un trato con el diablo. Pero también puede haber salvado la vida de una mujer. Como en el caso de Afganistán, Biden encontró que las grandes decisiones rara vez son claras en sí mismas moralmente”, analiza David Smith, jefe del bureau del medio británico The Guardian en Washington.