Los retos y "sapos" que hay que tragar en la nueva negociación con Iván Márquez

En un comunicado, la llamada Segunda Marquetalia, al mando de alias Iván Márquez, aceptó la propuesta de paz total que presentó el presidente, Gustavo Petro.

Para el grupo ilegal, es un paso fundamental cumplir con el Acuerdo de Paz firmado con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, en lo que se refiere a los temas de reforma política, tierras, víctimas y sustitución de cultivos.

Para Luis Eduardo Celis, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación, la dificultad de esta nueva negociación consiste en “confiar en un grupo de personas que se apartaron del Acuerdo de Paz, con problemas legales que serán un obstáculo en un comienzo de la negociación. Ese es un tema que deberá ser analizado con detenimiento y buscar las fórmulas que permitan darle la viabilidad para que Iván Márquez y sus integrantes hagan realidad su compromiso por la paz”.

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“Ellos tuvieron su oportunidad por la paz, por más de cinco años permanecieron en La Habana y firmaron con el gobierno del presidente Santos, apartándose y volviendo a las armas, su único camino ahora es el sometimiento”.

Andrés González, analista político, afirmó que es un error reabrir las negociaciones con el líder de la Segunda Marquetalia: “ellos tuvieron su oportunidad por la paz, por más de cinco años permanecieron en La Habana y firmaron con el gobierno del presidente Santos, apartándose y volviendo a las armas, su único camino ahora es el sometimiento”.

Para el historiador Felipe Borda es importante que el alto comisionado de Paz aclare qué agenda se va a negociar con la Segunda Marquetalia y qué certeza podemos tener en la palabra que no van volver a incumplir con los acuerdos.

¿Una nueva negociación?

En opinión de Luis Eduardo Celis, el gobierno de Petro tiene el compromiso de cumplir con el punto 1 del Acuerdo de Paz, en lo que se refiere a la reforma rural integral. “Allí hay una agenda importante que fue incumplida por el gobierno del presidente Duque, y el compromiso es retomarla para generar confianza para lograr la paz”.

Felipe Borda, por su parte, afirmó que alias Iván Márquez es un  terrorista que no puede buscar nuevamente beneficios por parte del Gobierno: “tuvo la oportunidad de estar sentado en el Congreso definiendo un mejor futuro por el país, pero prefirió volver al terrorismo y ahora quiere negociar como si no hubiera pasado nada”.

Por su parte, Andrés González aseguró que el líder de la Segunda Marquetalia conoce muy bien cómo negociar con el Gobierno: “Es una persona con un amplio conocimiento en política, que conoce bien los puntos que se acordaron en el Acuerdo de Paz, para aprovechar la impunidad que le brinda el actual Gobierno y acceder a más beneficios que no obtuvo en La Habana”.

Futuro de la negociación

El alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, ha insistido que hay que volver a intentar negociar con el grupo de Iván Márquez tras los incumplimientos en algunos puntos del Acuerdo de La Habana.
“Si no logramos parar todas la violencias, vamos a seguir incumpliendo los acuerdos, el primero de ellos el de la vida”, enfatizó Rueda.

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“El Gobierno está abriendo la puerta a negociar sin  dejación de armas, permitiéndoles continuar con el negocio del narcotráfico y la posibilidad de no ser extraditados, lo que sería de gran beneficio para todas las disidencias de las Farc”. 

Para Andrés González, el Gobierno está abriendo la puerta a negociar sin  dejación de armas, permitiéndoles continuar con el negocio del narcotráfico y la posibilidad de no ser extraditados, lo que sería de gran beneficio para todas las disidencias de las Farc.

Por su parte, Felipe Borda afirmó que actualmente los integrantes de la Segunda Marquetalia no tienen una relación muy fuerte con sus mandos en Venezuela: “son ruedas sueltas en el país que han tratado de unirse y podrían no estar de acuerdo con lo que se negocie con el Gobierno”.

El reto que tiene el alto comisionado es de generar confianza con los grupos ilegales y creer en un compromiso por parte del grupo de Iván Márquez, compromiso que consiste en no aprovecharse de la nueva oportunidad.