‘El árbol rojo’, un viaje por la Colombia profunda

A las salas de cine de Colombia llega El árbol rojo, una película que se sumerge en las complejidades de la relaciones familiares durante la travesía que hacen sus protagonistas desde Rincón del Mar, en el litoral de Sucre, hasta Bogotá. Un viaje que los lleva por las sabanas de los departamentos del Caribe como Sucre y Magdalena, y luego por las montañas de Santander y el altiplano cundiboyacense. Son dos viajes en uno. El primero, a través de la geografía colombiana. El segundo, a lo profundo de la mente y el corazón de los personajes.

Esta película ya ha recibido diversos reconocimientos tanto en su etapa de desarrollo como en varios de los festivales donde ya se exhibió. Se estrenó en 2021 en el festival Black Nights Tallinn Film Festival 2021, en Estonia, y luego estuvo en el Festival Internacional de Goa en la India. En 2022 participó en diversos festivales en Europa y Norteamérica, entre ellos el Festival internacional de cine de Seattle, el Festival Cinélatino de Toulouse (Francia), el Festival de cine colombiano de Nueva York, y el Festival cine de África, Asia y América Latina, que se celebra en Milán. También hizo parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias.
La película, de 94 minutos de duración, comienza cuando la vida predecible de Eliécer da un giro imprevisto al morir su padre, porque le dejan en su casa a Esperanza, su desconocida media hermana de 8 años de edad. Eliécer organiza un viaje desde la costa Caribe hasta Bogotá para buscar a la madre de la niña. Con ellos viaja Toño, un lanchero que sueña con ser campeón de boxeo en Bogotá.

Al frente de la película está Joan Gómez, su director, quien se graduó del Master de Dirección Cinematográfica de la Escuela Superior de Cinema y Audiovisuales de Cataluña. Ya había dirigido los cortometrajes Asunto de gallos y La Cartera, que filmó en 2013 en Barcelona, y había sido director asistente en varias películas más.
La idea inicial del director, un bogotano de pura cepa que admira la cultura del Caribe colombiano, era realizar un documental sobre los Gaiteros de San Jacinto, más exactamente sobre la primera generación de sus integrantes que poco a poco habían ido desapareciendo. La idea no cuajó, pero sirvió de base para emprender el camino de El árbol rojo, que nació de la investigación que hizo Joan Gómez para rodar el documental. Como él señala, “el nombre de nuestro protagonista tiene que ver con Eliecer Meléndez, uno de los gaiteros de la anterior generación a quién conocimos y entrevistamos un par de veces, un personaje maravilloso”.

Tan importante fue la investigación sobre los gaiteros que un elemento básico de la película es el sonido de la gaita, como señala Sonia Barrera, una de las dos productoras de la película. Gómez escogió actores caribeños, pues no quería utilizar intérpretes que imitaran los acentos de la costa. Por esa razón los tres protagonistas son Carlos Vergara y Shaday Velásquez, de Córdoba, y el cartagenero Jhoyner Salgado. Como señala Gómez, “los tres personajes protagónicos tienen un gran sentido humano. Logran mirarse entre ellos con compasión y van tejiendo sus lazos en medio de las diferencias y los conflictos”.
La música es uno de los principales protagonistas del viaje y se convierte en personaje. La banda sonora incluye el clásico vallenato El mochuelo, del maestro Adolfo Pacheco. La música de gaita estuvo a cargo de los compositores Owen Chamorro, de Ovejas (Sucre) y Óscar Hernández, de Barrancabermeja (Santander), y los interpretó el grupo Gaimará, que dirige Hernández, y Damián Bossio, integrante de Los Gaiteros de San Jacinto.
La realización de la película trajo varios retos. Como señala Sonia Barrera, una de las productoras, tuvieron que trabajar con un equipo de producción muy pequeño que pudiera desplazarse de manera ágil por todas las locaciones. También fueron muy rigurosos con la producción previa, llamada avanzada, para conocer las dinámicas propias de cada lugar y contactar personas en los distintos lugares que pudieran apoyarlos. “En varias poblaciones no había hoteles, ni facilidades de producción y alimentos para todo el equipo”, señala Sonia. Otro reto fueron las condiciones climáticas, ya que parte de la película se rodó en lugares muy calurosos y otras en zonas muy frías.

Aunque Sonia Barrera trabajó como productora en El árbol rojo, también se ha desempeñado como directora y tiene la mirada de quien ha estado detrás de una cámara. Cuando leyó el guion descubrió que detrás de una narrativa sencilla y clásica había muchos detalles que hablaban de cosas de las que no se ha hablado. “Me pareció mágico ver cómo involucró narrativamente la gaita durante la historia, de una manera muy sutil. En los festivales los espectadores le encuentran detalles que de pronto uno había pasado por alto. Esa película que yo leí fue la película que finalmente quedó. Esa magia de la primera versión del guion se potenció”, señala.
El árbol rojo, es una producción de Big-Sur Películas, en coproducción con Viso Producciones (Colombia), RTVCPlay (plataforma OTT de RTVC Sistema de Medios Públicos) (Colombia) y Mass Media Communications (Panamá); cuenta con In Vivo Films (Francia) como productor asociado, con The Open Reel (Italia) como agente de ventas internacionales y Cine Colombia como distribuidor para el territorio nacional.
Vea el trailer de la película aquí.