26 Agosto 2022

El CD sopla sus primeras 40 velitas

Hace 40 años se vendía como la panacea. Fue el formato rey hasta el cambio de siglo. Hoy parece ser más un recuerdo del pasado y un capricho de coleccionistas, pero el disco compacto se niega a morir y este año ha mostrado un ligero repunte en ventas. Historia de cómo nació el CD, de manera simultánea, en los Países Bajos y Japón.

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Compact Disc

Por Manolo Bellon
Durante años, más de 30, si usted quería escuchar música en su casa en su equipo de sonido debía ir a una tienda de discos, recorrer las góndolas de los álbumes de larga duración o las estanterías que contenían los cassettes, escoger el o los que buscaba. Los compraba y se iba feliz a escucharlos en su hogar. Eso sí, había que tener ciertas precauciones. Los discos, primero de acetato y luego de plástico –vinilo- requerían ciertos cuidados. Con su diámetro de 30 cms., su tecnología de punta para la época, la del microsurco que permitían el almacenamiento de unos 20 minutos por cara, había que solo sujetarlos por los bordes y el centro donde está la etiqueta para no tocar esos surcos y evitar que se ensuciaran. Y los cassettes, mucho más prácticos por su tamaño, convertían la experiencia de oír la música en otra cosa. ¡Se podía escuchar en el carro, literalmente en cualquier lugar!

El CD facilitó que se rescataran grabaciones clásicas de los años 60 y anteriores, permitiendo al público conseguir grabaciones análogas archivadas y olvidadas y que se han digitalizado para ofrecerlas a un mercado ávido de producto.

No quedan dudas de que la tecnología es maravillosa. Todo eso considerando que apenas unos años antes, los llamados acetatos que realmente son de laca de nitrocelulosa eran pesados y tenían entre 25 y 36 cms de diámetro, giraban a 78 rpm y solo podían contener unos pocos minutos de música. Esos soportes se desarrollaron en los años 30 del siglo pasado.
Pero bueno, fue en los años 70 cuando empezó a tomar forma un sistema de grabación digital, usando una tecnología que convertía una señal de audio o video a un sistema numérico para su almacenamiento, que fue desarrollado y patentado en 1970 por James Russell, un inventor de Estados Unidos, y que es el origen de lo que luego se llamaría compact disc o disco compacto. A mediados de la década, con base en los avances de la electrónica, en los estudios empezaron a utilizar un sistema computadorizado de grabaciones, que luego usando tecnologías análogas se imprimían en los discos.
A finales de los años 70 dos gigantes de la industria electrónica y la música (Sony, en Japón, y Philips, en los Países Bajos) desarrollaron independientemente prototipos que utilizaban la tecnología láser para su reproducción. De hecho, Philips a finales de los 70 ya trabajaba en un sistema de reproducción llamado audio long play que usaba el sistema que permitía archivar más información en un espacio más pequeño que los discos de vinilo.
Sin embargo, fue en 1978 cuando la empresa holandesa lanzó el Proyecto Compact Disc con el que definitivamente se comprometía con el desarrollo de un sistema de lectura óptica por parte del departamento de investigación de audio digital. Incluso ya había lanzado un reproductor de discos láser, pero no pudo ir más allá en su trabajo, pues no disponían de la tecnología para desarrollar el aparato.

Corazó
El corazón de un reproductor de discos compactos. El lente óptico lector, a diferencia de las agujas de los tornamesas o las cabezas de un reproductor de cinta, no entra en contacto con el disco que almacena la información.


Entre tanto, a miles de kilómetros, Sony, el gigante de la industria electrónica japonesa, realizaba estudios en la misma dirección, pero curiosamente con un problema opuesto a la empresa holandesa. Habían creado el sistema de la máquina que reproducía los discos, pero con dificultades para desarrollar el soporte físico que debía contener los sonidos y, más adelante, las imágenes.

Mercadeados como los discos que podían reproducirse eternamente sin jamás dañarse porque no había contacto físico con la superficie del soporte, el principal argumento de venta era la calidad de sonido: limpio, sin ruidos externos, perfecto, con hasta el último sonido antes perdido por ahí, se podía escuchar.


Existía el riesgo de que sucediera algo similar a lo que había pasado con el sistema casero de reproducción de videos donde por años circularon dos formatos competidores: el sistema Beta y el VHS. Para evitarlo, las dos empresas optaron por ponerse de acuerdo en las características técnicas y físicas de los aparatos y los discos para tener un sistema estandarizado.
Como resultado, en una conferencia de prensa realizada en Japón en 1979, Philips y Sony anunciaron que unían sus esfuerzos para desarrollar conjuntamente el compact disc. Los ingenieros de Philips se concentraron en diseñar el disco, grabar la información y que luego un láser pudiera leer la información que contenía. Entre tanto sus contrapartes japoneses trabajaron en hallar la mejor forma de convertir las tecnologías análogas a digitales en los aparatos que debían leer esos discos, la codificación de la señal.
En 1980 revelaron las especificaciones, como el tamaño del disco, que finalmente fue de 12 centímetros (sugerido por Sony) y no de 11.5, como lo sugirió Philips. La razón por debatir esa pequeña diferencia se debe a que Sony consideraba que el disco debía tener la capacidad para reproducir una obra musical completa: nada menos que la Novena Sinfonía de Beethoven, que dura 74 minutos. Tal cantidad de música solo podía caber en un disco de 12 centímetros. El grosor es de 1,2 milímetros y gira a la sorprendente velocidad de 500 revoluciones por minuto.

ABBA
ABBA, The visitors, el primer CD comercial que se lanzó en el mundo. Lo publicó Philips bajo Polydor, uno de sus sellos subsidiario.


Así el 17 de agosto de 1980 Philips presentó el primer disco digital, compact disc de la historia. Era el álbum The visitors, del grupo sueco Abba. Después de esta trascendental fecha pasaron todavía unas semanas antes de que estos novedosos discos llegaran a las estanterías de las tiendas de discos. Pero hay otra versión, la de Sony, que indica que realmente el primer disco compacto digital fue 52nd Street, álbum de Billy Joel que ellos lanzaron. El caso es que en pocas semanas ya se habían lanzado más de 50 títulos.

Billy Joel
De acuerdo con la versión de Sony, '52th street', de Billy Joel, fue el primer CD comercial que se publicó en el mundo.


Mercadeados como los discos que podían reproducirse eternamente sin jamás dañarse porque no había contacto físico con la superficie del soporte, la facilidad de transporte (aunque las cajas eran bastante delicadas), el principal argumento de venta era la calidad de sonido: limpio, sin ruidos externos, perfecto, con hasta el último sonido antes perdido por ahí, se podía escuchar. Sueño de audiófilos hecho realidad. Sin embargo, los discos eran bastante caros, y ni se diga los reproductores. Estos costaban mil dólares, un dineral hace 40 años. Un disco podía costar cerca de 25 dólares. Carísimos.

Reproductor Sony
Reproductor Sony de 1982.


Pese a los precios, rápidamente el CD desplazó como formato preferido del público a los discos de vinilo y los cassettes. En el primer año se produjeron más de 1.000 títulos. Y con el paso del tiempo, el CD facilitó que se rescataran grabaciones clásicas de los años 60 y anteriores, permitiendo al público conseguir grabaciones análogas archivadas y olvidadas y que se han digitalizado para ofrecerlas a un mercado ávido de producto.

Se estima que para 2017 se habían vendido alrededor de 200.000 millones de discos. Y solo hablo de los discos de audio. A esta cifra habrá que agregarle los discos de contenido de video (DVD), los discos grabables y regrabables, los discos de archivo de datos, entre otros productos que usan la tecnología. Sí, 200.000 millones.
Llegado el nuevo milenio y con el avance de otras nuevas tecnologías como las descargas y el streaming, las ventas de los soportes físicos declinaron. En el 2000 las ventas de los CD llegaron a su pico, vendiendo en ese año alrededor de mil millones de unidades solo en Estados Unidos. Con el avance del milenio las ventas cayeron en un 95 por ciento. Pero ahora, como ha venido sucediendo con los vinilos y tal como lo analizamos en un artículo en la edición del 13 de febrero de la revista CAMBIO, los CD han mostrado un ligero repunte en ventas. Hace un par de años ha venido creciendo la venta de los discos digitales, muy, pero muy lentamente. Las primeras cifras indican que en 2021 hubo un ligero repunte en ventas. Lejísimos de las cifras de 2000, pero hay indicios de que la gente no quiere solamente escuchar música. De nuevo cada vez más personas buscan la experiencia total, la de tocar, mirar, leer y vivirla.

Llegado el nuevo milenio y con el avance de otras nuevas tecnologías como las descargas y el 'streaming', las ventas de los soportes físicos declinaron. En el 2000 las ventas de los CD llegaron a su pico, vendiendo en ese año alrededor de mil millones de unidades solo en Estados Unidos.


Finalmente, por si les interesa, el primer CD que tuve fue uno de Moody Blues, The other side of life, de 1986. Gran álbum, de paso. Y mi primer reproductor lo conseguí en 1989, un armatoste marca Sony que conecté a mi equipo de sonido y donde empecé a disfrutar de la maravilla del sonido digital. Claro que para entonces ya tenía CD de Elvis Presley, Beatles, Rolling Stones y otros que hicieron fila mientras compré el CD player como le decíamos entonces.

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