‘Hay Estallido Cultural para rato’: Patricia Ariza
10 Diciembre 2022

‘Hay Estallido Cultural para rato’: Patricia Ariza

Patricia Ariza ha dedicado tiempo de su gestión para dialogar con las comunidades del país en aras de afinar las iniciativas del ministerio que dirige.

Crédito: Colprensa

El Estallido Cultural por la Paz y por la Vida es la gran apuesta del Ministerio de Cultura para orientar las políticas y las acciones del gobierno. Este proyecto nació como una iniciativa de la ciudadanía, y el ministerio ha decidido no solamente acompañarlo y apoyarlo, sino convertirlo en la piedra angular de su gestión.

Por: Eduardo Arias

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El estallido cultural es un nombre que ha resonado durante los cuatro meses que lleva en el poder el presidente Gustavo Petro. Se trata de una iniciativa de la ciudadanía a la que se unió el ministerio, pero también muchas otras entidades culturales en 31 departamentos del país. A ella se han sumado de manera espontánea miles de artistas y gestores culturales de las más diversas disciplinas.

Patricia Ariza, quien está al frente del Ministerio de Cultura (el cual recibe ahora el nombre de Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes – MiCASa), le ha dedicado mucho tiempo a reunirse con comunidades de todo el país con el fin de escuchar sus preocupaciones y demandas y, con base en esa información, afinar las iniciativas y programas que busca adelantar el ministerio.

Patricia Ariza, además de ser una reconocida actriz de teatro, es artista plástica, dramaturga, poeta, gestora cultural y activista. Su nombre, junto con el de Santiago García, quien fue su esposo durante muchos años, está ligado al Teatro La Candelaria. Patricia Ariza, además, dirige el Festival Alternativo de Teatro y Mujeres en Escena por la Paz.

CAMBIO habló con la ministra de Cultura, Patricia Ariza, acerca del papel que ha jugado y jugará ese ministerio en el Estallido Cultural por la Paz y por la Vida.

CAMBIO: ¿Cuáles son los antecedentes de un proyecto como el estallido cultural?

PATRICIA ARIZA: Se le llamó estallido social a la movilización de los jóvenes y, en realidad, ese también fue un estallido cultural porque hubo muchas canciones, muchos graffiti, muchas cosas que cambiaron la cultura en cierta forma. Por ejemplo, las movilizaciones no iban a la plaza de Bolívar sino a muchos otros centros. Los muchachos de la primera línea no estaban para mostrarse como líderes sino para proteger a los manifestantes. Claro, hubo cosas duras, difíciles, pero no pueden echarles la responsabilidad a los jóvenes. También la Policía se excedió y eso genera confrontación. Alguien dijo: ya pasó el estallido social, ahora hagamos el estallido cultural. Nos pareció chévere y asumimos ese nombre. Pero claro, tiene nombre y apellido: se llama Estallido Cultural por la Paz y por la Vida. Esto fue una iniciativa ciudadana que nosotros apoyamos desde el ministerio pero que, por fortuna, se nos salió de las manos.

CAMBIO: Usted celebra que el estallido cultural se les haya salido de las manos. ¿Cómo ha sido eso?

P. A.: Ahora ya sigue el estallido cultural por todo el país. Uno va a un municipio y ahí está el estallido cultural. Hoy inauguramos la feria artesanal como parte del estallido cultural. No estaba propuesto así, sino que la gente ya entró en esa dinámica. De manera espontánea incluyen sus iniciativas como parte del estallido cultural. Y además, lo interesante es que no han sido solamente las presentaciones, sino que se han hecho muchos foros, muchos encuentros, debates y diálogos muy interesantes.

CAMBIO: ¿Qué papel juega la cultura en un proceso de paz como el que vive Colombia?

P. A.: La cultura tiene un papel transformador innegable. No siempre es tangible pero transforma puntos de vista, miradas, amplía la sensibilidad. Entonces hay que aprovechar ese carácter de la cultura, de las artes y de los saberes.

CAMBIO: Esa es otra iniciativa de la que se ha hablado. Darle un nombre al ministerio que incluya esos términos. Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes.

P. A.: Así es. Estamos cambiando el nombre del ministerio. Ya pasó en primera instancia en la Cámara de Representantes por unanimidad, cosa que me sorprendió mucho. Ahora falta la segunda y yo creo que lo vamos a ganar.

CAMBIO: ¿Cuál estrategia ha pensado utilizar el ministerio para llevar a cabo sus programas?

P. A.: Tenemos unos ejes para no funcionar de manera activista. Es decir, no solamente  hacer cosas y cosas y cosas, sino que nos guían unos ejes. Uno de ellos es el eje de la cultura de paz. Yo creo personalmente que no bastan los acuerdos y las leyes si la paz no se coloca en el alma de la nación, en el corazón de la gente. Si no es así, va a ser muy difícil que se consolide.

Tenemos otro eje que se llama Colombia en el Planeta y en el Mundo. O sea, cómo nos ubicamos frente a la crisis climática. Ese es un tema que también es de la cultura. La cultura no puede estar ausente de lo que pasa. Medio país está inundado. Mucha gente cree que es por el cambio climático. Sí es y no es. O sea, no es un cambio climático, es una crisis climática. Y no es una cosa de la naturaleza. Además siempre los damnificados son la gente pobre, los que viven a las orillas de los ríos, en las laderas. A la otra gente no le pasa. No nos pasa. Ese es un problema social muy complicado. Entonces no podemos, a nombre de que somos artistas o creadores, olvidarnos de eso que está pasando aquí y en el mundo, porque queremos establecer una manera de relacionarnos con el mundo desde Colombia de forma distinta. O sea, no es malo que el mundo se entere de que aquí ha habido narcotráfico, de que hay violencia, pero eso no puede ser lo único. Es muy importante también que el mundo sepa de la diversidad de la naturaleza, la diversidad cultural, de la diversidad artística que hay en Colombia, o sea, que conozca a Colombia toda. Y que Colombia también tenga la posibilidad de conocer al mundo desde la cultura.

Y el otro eje se llama arte y educación para la vida. Hemos hecho un acuerdo con el Ministerio de Educación y vamos a trabajar la enseñanza artística en los colegios empezando con un piloto con 100 colegios.

CAMBIO. ¿Cómo es el mecanismo para llegarle a las comunidades con esta propuesta?

P. A. Nosotros habíamos calculado al principio que nos harían la solicitud como unos 150 actividades. En este momento van más de 1.500. Eso sucedió en apenas un mes como en una reacción en cadena. Nos han invitado a algunos municipios, llegamos, y ahí está el estallido cultural. Nos invitan al estallido cultural. 

CAMBIO: Ni siquiera es necesario que lo financie el ministerio...

P. A.: Nosotros pagamos algunas cosas de logística, y la programación del ministerio la pasamos al estallido cultural. El Distrito también se unió con 250 propuestas culturales. La orquesta Batuta tiene 155 conciertos. Toda la cultura junta, y en gran parte de manera espontánea, se vuelve un poder muy grande y sobre todo que la gente ha puesto sobre el escenario no solo sus obras sino su pensamiento por la paz. Entonces yo creo que eso ayuda mucho.

Para profundizar

CAMBIO: ¿Cómo podría ser un ejemplo de cómo se acerca el ministerio ahora a estas iniciativas?

P. A.: Vamos a hacer un libro del estallido cultural. Estamos analizando todas las conclusiones de los encuentros, que han sido muchos. Son casi 400 encuentros. Eso nos va a ayudar mucho para trazar la línea del año entrante. 

CAMBIO: Eso ayuda a trazar sus políticas.

P. A.: Por supuesto, queremos aprender a escuchar.

CAMBIO: ¿Cómo era la relación con las instituciones cuando usted estaba, digamos, “del otro lado”?

P. A.: No siempre nos escuchaban. Pero en realidad yo sigo del mismo lado, lo que pasa es que estoy en otro lugar. (Risas).

CAMBIO: Una de sus funciones básicas ha sido escuchar.

P. A.: Estamos tratando de hacer todo en audiencias con la gente, en encuentros con la gente, o sea, debatir cada conflicto hasta que lleguemos a una solución. Es difícil, es duro, porque yo no me puedo repartir más de lo que me estoy repartiendo. Pero es importante, como parte de la cultura es importante hacer ese ejercicio. Es fantástico hablar con la gente.

CAMBIO. ¿Ustedes tienen identificados lugares prioritarios?

P. A.: Estamos priorizando los territorios donde ha habido más conflicto y donde ha habido más catástrofe invernal. Vamos a trabajar en un proyecto cultural en esos lugares muy relacionado con el agua. Porque el ordenamiento territorial se va a hacer en función del agua. Por ejemplo, la gente a veces piensa que si hay una inundación lo mejor es poner un muro. Y no es así. Lo mejor es hacer que el río vuelva al cauce que tenía antes. No se trata de odiar el agua sino de respetarla. El agua sigue ahí, es necesario hacer un ordenamiento en relación con el agua. Porque eso va a seguir y va a empeorar. Entonces a la gente hay que trasladarla a otros lugares. 

Para profundizar

CAMBIO: ¿Cuáles serán las acciones que van a emprender?

P. A.: Vamos a priorizar estos ejes de los que hablábamos antes. También haremos unos programas especiales con los jóvenes y las jóvenes porque me parece que el estallido social que ellos produjeron el año pasado era también para que los escucharan.  Yo creo que ellos entraron al relato de nación y necesitamos escucharlos y hacer programas con ellos y para ellos. Vamos a hacer otro programa especial en las cárceles de Colombia con el ministro de Justicia. Vamos a hacer un programa especial para las mujeres,  especialmente para las mujeres de los sectores populares, y en los territorios. Esas son las prioridades: jóvenes, mujeres y territorios. Darle prioridad a esos lugares donde el apoyo a la cultura no llega tan fácilmente. O donde ha llegado de manera muy excepcional. 

CAMBIO: ¿Tienen algún programa para estos cuatro años, o están todavía en proceso de elaborarlo?  

P. A.: En el primer semestre vamos a priorizar la formación, la enseñanza. A partir del segundo semestre vamos a mirar los procesos que se generaron con esa formación y a establecer los resultados. A finales del año vamos a fortalecer las artes que estaban muy bajas en el ministerio  y vamos a trabajar por la integración cultural de América Latina, el Caribe e Iberoamérica.

CAMBIO: ¿Qué impresión le han dejado sus viajes por distintos lugares de Colombia?

P. A.: Estoy asombrada de la riqueza cultural, ahora que he estado viajando tanto. He ido como a 14 municipios en cuatro meses que llevamos. Y estoy asombrada. Hay pueblos donde no hay luz eléctrica, pero hay música, que es otra luz. La gente pide apoyo a la cultura y también pide que la escuchen. Que oigan su música, que oigan sus composiciones. Hay estallido cultural para rato.

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