22 Julio 2022

Juan Gustavo Cobo Borda, mucho más que un lector impertinente

La Biblioteca Nacional de Colombia le rinde homenaje a Juan Gustavo Cobo Borda con una exposición que muestra en toda su dimensión los grandes aportes de este poeta, intelectual y gestor cultural.

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Borda y su grupo
Juan Gustavo Cobo Borda, al fondo una fotografía del grupo de poetas de 'La generación sin nombre' que se tomó en 1968.

En estos días en el primer piso de la Biblioteca Nacional de Colombia se le rinde homenaje a Juan Gustavo Cobo Borda, un poeta, ensayista e intelectual que ha ido mucho más allá de la palabra escrita para impulsar la cultura en Colombia. La muestra, bautizada “Juan Gustavo Cobo Borda – La fiesta de la palabra”, permite observar observar libros, documentos, manuscritos, fotografías y periódicos que dan cuenta de su vasta obra. Es una exposición que revela las cuatro facetas de Cobo Borda. El poeta, el ensayista, el editor y el gestor cultural.
Uno de sus principales aportes a la cultura ha sido su interés por divulgar y hacer visibles las expresiones artísticas y literarias de Colombia en el mundo. Lo hizo cuando trabajó en Colcultura, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, como asesor cultural del entonces presidente Ernesto Samper, así como en los cargos que desempeñó en las embajadas de Colombia ante los gobiernos de Colombia en Argentina, España y Grecia. Además siempre les ha prestado gran atención a los artistas emergentes y a las nuevas manifestaciones de la cultura. Fue el creador de bibliotecas y colecciones literarias y como ensayista retrató la historia y el presente de las letras de Colombia.
Para entender mejor cuál ha sido el legado de Cobo Borda, Cambio conversó con el escritor y poeta Federico Díaz Granados, curador de “La fiesta de la palabra”.

Cobo Borda joven
CAMBIO. ¿Qué motivó esta exposición?
Federico Díaz-Granados.
La necesidad y pertinencia de hacer un reconocimiento a una figura fundamental de la cultura colombiana, de nuestra tradición literaria y de la historia editorial del país. Todo fue motivado y se gestó gracias a una yunta de voluntades y de afectos donde sus amigos más cercanos y familia e instituciones como el Ministerio de Cultura, la Biblioteca Nacional y Fundalectura sumaron ideas y logística para que fuera posible y poder así celebrar una trayectoria y una vida dedicada a los libros y las letras.
CAMBIO. Poeta, ensayista, editor, critico de arte... ¿Cómo definir a Juan Gustavo Cobo Borda? 
F. D-G.
Juan Gustavo es un intelectual. Es tal cual lo menciona en el título de uno de sus libros un “lector impenitente”. Es, ante todo, un poeta que logró hacer de la mirada poética de la realidad, del arte y de la literatura un asunto transversal a todos sus oficios que siempre desembocaron en la difusión de libros y la promoción de la lectura. Su análisis del arte, de las ciencias sociales, de la literatura nacional y latinoamericana siempre ha estado atravesada por esa mirada poética y por su capacidad de llenar un idioma de tonos y registros que permiten al lector conocer de una forma amena, profunda y afectuosa los caminos de un canon literario que nos ha dado una identidad y un lugar en el mundo.

Cobo Borda y Borges
Cobo Borda, rodeado de libros de su admirado Jorge Luis Borges.


CAMBIO. ¿Usted, como curador, cómo eligió el hilo conductor de la exposición?
F. D-G.
El hilo conductor surgió de una primera lectura de la trayectoria de Juan Gustavo Cobo Borda y de las ideas que fueron surgiendo en el comité curatorial, donde la presencia de Carmen Barvo, Isadora de Norden, Diana Patricia Restrepo, Andrés Arias, Marta Granados, su esposa Griselda y sus hijas Paloma y Natalia fueron fundamentales para concretar los contenidos temáticos de la exposición. Así, desde un principio, se trazó una línea que abarcaría al poeta, al ensayista, al editor y al gestor cultural.
CAMBIO: ¿Qué encuentran los visitantes en la exposición?
F. D-G.
Los visitantes podrán ver los libros, recortes de prensa, fotografías del archivo familiar y manuscritos que dan cuenta de esas cuatro facetas de la vida intelectual de Cobo Borda: el poeta de la Generación sin nombre que fue un animador de aquellos autores que irrumpían en la vida nacional luego del furor del nadaísmo; el ensayista que trazó unas cartografías para reinventar un país y un continente desde el rescate de nombres y obras fundamentales de nuestra cultura; el editor que ideó y creó colecciones importantes para nuestra identidad como nación y que hacen parte indeleble de nuestro acervo bibliográfico de país como los 50 títulos de la Biblioteca Básica Colombiana, los 55 títulos de la Colección de Autores Nacionales de Colcultura, los 30 libros que integraron la Colección Popular, los 40 títulos de la Biblioteca Familiar de la Presidencia y los 10 volúmenes que integran la Colección de Literatura de Samper Ortega; y como gestor cultural que fue librero, subdirector de la Biblioteca Nacional, agregado cultural, director de asuntos culturales de la cancillería y que como asesor de cultura de la presidencia recopiló y preparó los documentos, artículos, textos de opinión y que organizó los diferentes foros que sentaron las bases de la creación, entre otros, del Ministerio de Cultura.
 

Federico Díaz-Granados
Federico Díaz-Granados, curador de la exposición.

CAMBIO. ¿Qué destacaría usted de los rasgos tanto personales como académicos de Cobo Borda?
F. D-G.
La generosidad. Tanto en el ámbito de lo personal como intelectual y académico siempre Juan Gustavo Cobo Borda ha sido un sinónimo de generosidad, que comparte con sencillez y buen sentido del humor su conocimiento, sus lecturas, sus descubrimientos como lector y escritor. Su legado al país va más allá de su liderazgo en la edición de las colecciones que mencioné anteriormente sino de los espacios de conversación, de debate, de consensos que propició desde sus ensayos, sus antologías, su crítica de arte y por supuesto sus poemas. Él nos allanó caminos para aprender a leernos como país, como americanos, como habitantes de la ancha patria del español.

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