Raúl García, un quijote sin mancha
29 Diciembre 2022

Raúl García, un quijote sin mancha

Crédito: Twitter @CulturaenBta

El pasado 28 de diciembre murió Raúl García, el artífice de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, un proyecto que en 55 años de existencia se ha convertido en un proyecto musical y cultural de gran impacto en la capital y el país.

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Raúl García, quien murió ayer 28 de diciembre a los 83 años de edad, puede literalmente irse tranquilo porque el trabajo que realizó desde los años 60, cuando decidió la quijotada de crear la Orquesta Filarmónica de Bogotá hoy se ha transformado en un formidable sistema de orquestas, en un proyecto de divulgación y formación musical que es orgullo no solo de la ciudad y del país sino de América Latina.

Además, a través de la Fundación Filarmónica Colombiana y el importante trabajo cultural del maestro García, fue posible la creación de la Orquesta Filarmónica de Bogotá que logró ser reconocida formalmente en la ciudad en 1967.

La Orquesta Filarmónica de Bogotá nació en un contexto bastante particular. El de una ciudad en la que había una pequeña pero importante cantidad de personas seguidoras de la llamada música clásica que hacían bastantes esfuerzos para que la Orquesta Sinfónica de Colombia y otras agrupaciones pudieran presentarse en escenarios destinados a este tipo de agrupaciones sinfónicas o de cámara como el teatro Colón y el auditorio de la Biblioteca Luis Ángel Arango, que en los años 60 eran los templos de ese tipo de música. García, músico y físico de formación, y quien era clarinetista de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, con un grupo de amigos y colegas decidieron formar una orquesta que sacara la música clásica de esos recintos.

Uno de los factores que la joven orquesta decidió enfrentar era el miedo del público de la calle a la música clásica, que se había instaurado en muchos lugares del mundo, ya que existía la creencia muy arraigada de que esta música estaba destinada a oídos educados, a mentes que la habían estudiado. Que era una música para entender más que para gozar y disfrutar.

La Orquesta Filarmónica de Bogotá muy pronto empezó a salir de su sede, el Teatro Municipal Jorge Eliécer Gaitán. Empezó a ir a los barrios, a los colegios y escuelas, a ofrecer conciertos didácticos, a desarrollar proyectos de formación musical y divulgación cultural que acercaron la música clásica a públicos a públicos amplios. A mostrar algo que aún hoy en día no es tan sencillo de entender. Que la música clásica, aunque se puede estudiar y vale la pena profundizar en ello, de todas maneras se puede gozar y disfrutar de manera desprevenida.

La Orquesta, a través de sus proyectos, también logró mostrar que los procesos de formación musical en niños y jóvenes también ayudan a formar ciudadanos integrales. Esta tarea, que también adelantan en Colombia otras iniciativas como la Fundación Batuta y la Red de Escuelas de Música de Medellín (por solo citar dos de varios ejemplos más), en Bogotá ha logrado un gran alcance.

La Orquesta Filarmónica de Bogotá convirtió el auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional en un verdadero templo sagrado para las miles de familias que sabían que los sábados a las cuatro de la tarde allí tenían su cita con un repertorio por lo general didáctico.

De gran importancia han sido los ciclos completos dedicados a presentar la obra de grandes compositores como Tchaikovski o Gustav Mahler. Además, ha trabajado en formato sinfónico la música de maestros de la música popular colombiana como Lucho Bermúdez, Totó la Momposina y Jorge Velosa, así como proyectos en los que la orquesta ha trabajado con músicos de rock.
No contenta con lo anterior, la Orquesta Filarmónica de Bogotá realizó el programa de televisión Música para todos, que se presentaba en la cadena tres (la Televisión Educativa, hoy conocida como Señal Colombia), en el cual, a través de conciertos didácticos, se presentaban los distintos estilos y las distintas épocas de la música clásica.

Otra tarea que ha desempeñado la orquesta ha sido la de grabar el repertorio de compositores colombianos así como sus proyectos con diversos artistas de la música popular. En 2008 recibió el premio Grammy Latino en la categoría Mejor Álbum Instrumental por su álbum 40 añosy en 2018 lo recibió el ingeniero de sonido Rafa Sardina por el CD 50 Años Tocando Para Ti. 

Raúl García estuvo enfrente de este proyecto hasta 1990. Esta tarea la ha seguido su hijo David y en ella también han participado en estos últimos 30 años gestores culturales como María Claudia Parias.

En este momento el sistema de orquestas de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, que se ha conformado a partir de 2013, lo componen la orquesta mayor, la Orquesta Filarmónica Juvenil, la Orquesta Filarmónica de Mujeres, la Filarmónica de Música Colombiana y la Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara, entre otras.

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