9 Diciembre 2022

Tres exposiciones en una

La galería El Museo presenta por estos días tres exposiciones que recogen varios momentos del arte colombiano.

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Galería El Museo

Por Diego Garzón Carrillo
La modernidad en Colombia dejó grandes artistas y la primera sala de la exposición que actualmente se exhibe en la Galería El Museo da fe de esto. Hay piezas realmente importantes que, además, dejan ver facetas no siempre tan conocidas de grandes maestros. Por ejemplo, una obra de Fernando Botero, de 1959, con una niña como protagonista, permite adivinar esa búsqueda y consolidación del estilo que por esos años enfrentaba el artista antioqueño. Antes de llegar esa exageración del volumen, de sus “gordos” y “gordas”, experimentó con su pintura y esta obra es testimonio de ese proceso.

Botero
Obra de Fernando Botero, de 1959.


Lo mismo ocurre con Óscar Muñoz, reconocido por sus “cortinas de baño” (literalmente dibujos sobre ese soporte) y el uso de materiales tan elementales como el agua, el aire, la luz de sol y el propio viento, que han dado pie a grandes videos e instalaciones. Pero tal vez poco conozcan su faceta de dibujante y aquí se puede ver una de estas obras de los años 80, donde queda clara su habilidad en esta técnica. La sala también alberga una obra de David Manzur en nylon y madera sobre lienzo donde el color rojo se impone sobre el fondo oscuro, un “Manzur” no tan reconocible a primera vista.
También hay, claro, obras de grandes artistas que ejemplifican su estilo reconocible: Carlos Rojas y una de sus esculturas; lo mismo con Hugo Zapata; o una gran pintura de Alejandro Obregón de 1987. Así ocurre también con una obra de gran formato de Manuel Hernández y sus famosos signos o el tríptico de Luis Caballero con esos cuerpos desnudos tan presentes en su obra. Hay obras de los principales nombres de los últimos años: Edgar Negret, Rafael Echeverri, Eduardo Ramírez Villamizar, Guillermo Wiedemann, Santiago Cárdenas, Beatriz González, Ana Mercedes Hoyos, Bernardo Salcedo, Fanny Sanín, Álvaro Barrios, además de los ya mencionados.
También hay en esa sala obras de artistas internacionales. Sobresale una fotografía inmensa de Cándida Höffer de una de las salas del Museo de Louvre donde se ven detalles de obras que están ahí, convirtiendo a la fotografía en una especie de “pintura”.

Freda Sargent
Freda Sargent. 


En la sala contigua está una selección de obras recientes de Freda Sargent. Valga subrayar lo de recientes ya que es una artista que supera los 90 años y su persistencia en el arte sigue intacta. Muchas veces vista de reojo por la crítica o injustamente -no siempre- relegada a ser “la segunda esposa de Alejandro Obregón”, Sargent se dedicó literalmente a pintar su vida. Su obra es autobiográfica y se ve en su trabajo: la presencia de sus mascotas, su pasión por la música y también estampas de la vejez donde una mujer en una cama recibe ayuda de dos enfermeras que buscan sostenerla aludiendo a una reciente hospitalización.
En la misma sala se ven dibujos que mantienen esa narración: escenas cotidianas como la de una mujer junto a la sombra de un árbol donde reposa también una bicicleta. Sargent nació en Londres, estudió en la Beckenham School of Art (conocida después como Ravensbourne School of Art). También vivió en Francia, becada, y estudió en el Atelier 17. En París conoció a Obregón con quien vivió en Italia, Bogotá y Barranquilla. Su obra no está ligada a ningún estilo en particular, parece ajena a un encasillamiento y realmente vale la pena apreciar la espontaneidad de su pintura.

Carrasco
Fotografía de Juanita Carrasco.


En la sala de proyectos, están las fotografías de Juanita Carrasco, que invitan a ver a Bogotá desde sus cerros: un velo “de naturaleza” deja percibir la ciudad al fondo tanto de día como de noche. Las fotos tienen dos capas, una que alude a esos follajes de los cerros y la del fondo, donde lo urbano se impone. El sonido del agua ambienta el recorrido del río San Francisco, que se esconde hoy bajo el asfalto. Las ciudades siempre han estado muy presentes en la obra de Carrasco y Bogotá particularmente -hace pocos años registró el Bronx justo después de que dejara de ser el epicentro de delincuencia y drogadicción- y este trabajo es fruto de una vista de su ciudad natal desde el páramo de Cruz Verde, el Parque Matarredondo, la Reserva Forestal San Francisco-Vicachá, Monserrate y el Eje Ambiental.
Tres exposiciones en una, abiertas al público hasta finales de enero de 2023.

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