La impaciencia de José Antonio Ocampo durante las audiencias de la reforma tributaria
1 Septiembre 2022

La impaciencia de José Antonio Ocampo durante las audiencias de la reforma tributaria

El ministro de Hacienda dijo que si se mantuvieran todos los beneficios tributarios que los gremios defienden en el debate de la tributaria, la reforma apenas recaudaría 2 billones de pesos.

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Durante la audiencia pública de la reforma tributaria para escuchar a los gremios en las comisiones terceras del Senado y la Cámara de Representantes, dirigentes de todo tipo de gremios defendieron los beneficios tributarios en intervenciones de seis minutos cada uno. El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, escuchó sin interrumpir las presentaciones de los representantes de las empresas, sector energético, administradoras de pensiones, sector artístico y cinematográfico, sindicatos, facultades de economías, productores de plásticos, etcétera. 

Cuando le tocó intervenir, Ocampo empezó siendo sarcástico: “Con todo lo que están pidiendo, la reforma tributaria no recaudaría 25 billones de pesos sino 2 billones de pesos”. Luego, fue subiendo el tono: “Hay que eliminar beneficios tributarios, punto”, aseguró, aunque se mostró abierto a discutir alternativas en casos en que "la situación es realmente crítica”.

Por ejemplo, en el caso del impuesto a los dividendos, que la reforma tributaria modificaría para que la tarifa se calcule según la misma tabla de ingresos y tarifas del impuesto de renta a las personas naturales, Ocampo reconoció la doble tributación y dijo que valía la pena discutirlo. “Los congresistas ya están en eso para ver cómo se modifica y cómo lo hacemos”.

También advirtió que una cosa totalmente diferente pasa con el impuesto de ganancias ocasionales, que volvería, en la práctica, al diseño de 2012. Al responder sobre este punto, el ministro Ocampo elevó la voz, pese a que ya el micrófono lo hacía escuchar en todo el recinto. “Se dice que bajar la tarifa del 33 por ciento al 10 por ciento aumentó el recaudo. Eso es porque había evasión, porque si no, nunca habría aumentado el recaudo como aumentó”. 

Y agregó, ahora más tranquilo: “El problema de ese impuesto es que los patrimonios están totalmente subvalorados en las declaraciones de renta. Otro tema es que se tenga que poner una tarifa más baja para evitar la elusión, pero eso es otro tema porque no hay doble tributación”. 

Sin embargo, la calma le duró poco. Los gremios y los sindicatos le habían hablado de las bondades de los beneficios tributarios para el crecimiento de la economía. Cuando le llegó el turno al tema en su libreta de apuntes, aumentó el volumen de la voz y dijo: “No hay investigaciones serias sobre el impacto en la economía de los beneficios tributarios. Si alguien los tiene, que me los muestre porque yo, que leo y escribo bastante economía, no los conozco, es que no hay esa evaluación”. 

Ocampo explicó que por eso él prefiere eliminar los tratamientos preferenciales entre sectores, subir los impuestos y, con esos recursos adicionales, implementar políticas productivas. Así se sabría, claramente, el impacto que tiene determinada medida pública en un sector.

Otro punto del discurso en el que el ministro de Hacienda mostró su irritación fueron las declaraciones de Bruce Mac Master, presidente de la Andi, que se quejó –otra vez– de que en el país se pagan muchos impuestos. 

“¿Perdón? Colombia está mucho más abajo en recaudo que el resto de América Latina. No nos digan que aquí se paga una gran cantidad de impuestos. Colombia, según la Ocde, paga el 19 por ciento de su PIB en impuestos y un país latinoamericano promedio paga 27,3 por ciento, es decir, casi 8 puntos porcentuales más; y un país de la Ocde paga 33,8 por ciento. Aquí hay un problema y es particularmente cierto en personas naturales”, le respondió el ministro de Hacienda en tono enérgico. 

A las administradoras de pensiones les recordó que serán pocos los pensionados que paguen impuesto a la renta, por ser de ingresos altos y que, además, “este es el único país del mundo donde el ahorro pensional y el ingreso pensional son gravables, en los demás el ahorro es exento pero la pensión es gravaba y además recibe subsidio”.

Los productores de petróleo y carbón tampoco se quedaron sin su regaño. El ministro Ocampo les dijo que era “el sector con más altos precios internacionales del momento. Hasta en Reino Unido les pusieron un impuesto del 25 por ciento. Les estamos diciendo que contribuyan un poco al país en un momento extraordinario. El sector cafetero lo hizo en abundancia. ¿Por qué diablos hoy el sector petróleo y carbón no lo puede hacer?”. 

Ya con tono pausado y una sonrisa, el ministro Ocampo volvió a anunciar que en las próximas semanas presentará sus ajustes al proyecto de Presupuesto General de la Nación para 2023, en el que se incluirán parte de los recursos que esperan recaudar con la reforma tributaria. 

Sobre el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC), dijo que era una herencia “incómoda” y que, mientras le encontraban una solución, se seguiría pagando con las mismas utilidades que le paga el sector petrolero al país, especialmente Ecopetrol.

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