La ley de las expectativas: si la inflación tiene riesgo de subir, lo más probable es que suba
24 Agosto 2022

La ley de las expectativas: si la inflación tiene riesgo de subir, lo más probable es que suba

Crédito: Yamith Mariño

Aunque el Banco de la República lleva casi un año subiendo las tasas de interés, no ha logrado bajar la inflación ni bajar las proyecciones que tiene sobre la inflación. ¿Cuál es el motivo y por qué es tan difícil evitarlo?

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Cada mes, el Banco de la República, Fedesarrollo, la Bolsa de Valores de Colombia y otras entidades le preguntan a los analistas a cuánto esperan que llegue la inflación el mes siguiente, en diciembre del año actual y en los siguientes tres años. Si esa proyección o expectativa se mantiene, se dice que las expectativas están ancladas. La preocupación surge cuando esas expectativas suben mucho. Es lo que ha pasado en el Banco de la República, que aunque lleva casi un año subiendo las tasas de interés, no ha logrado anclar las expectativas ni bajar la inflación. Lo paradójico es que cuando las expectativas están altas, lo más seguro es que todo se alinee para que eso suceda. 

Según los datos de la encuesta mensual de expectativas del Banco de la República, durante todo 2022 las expectativas de inflación para el final de este año no han parado. Pasamos de un promedio de 4,42 por ciento en enero al 10,02 por ciento que reportaron los encuestados en agosto. 

Algo similar ocurre en la Encuesta de Opinión Financiera, realizada en conjunto por Fedesarrollo y la Bolsa de Valores de Colombia (BVC). En la más reciente medición, la expectativa promedio fue de 9,88 por ciento para final de año, una diferencia de 0,68 puntos porcentuales frente al resultado de julio, que había sido de 9,20 por ciento en promedio. 

Que las expectativas no estén ancladas afecta la economía a diario, además de generarle preocupación a la Junta Directiva del Banco de la República por varias razones. La primera es que las expectativas están en un valor que es más de tres veces la meta de largo plazo del Emisor, que es de 3 por ciento con un rango de entre 2 por ciento y 4 por ciento. Esto significa que, según los analistas, todavía nos faltan varios meses de inflación alta. 

La otra razón es que mientras las expectativas y la inflación sigan subiendo, las subidas de tasas de interés que hace el mismo Banco de la República son insuficientes porque, al restarles la inflación a las tasas de interés, seguimos teniendo números negativos; es decir que la política monetaria sigue estando en una posición en la que estimula el consumo del país, lo cual también termina contribuyendo a que la inflación se mantenga al alza y siga creciendo por encima de su capacidad de producción. 

Además está la posibilidad de una profecía autocumplida. Los vendedores y compradores usualmente se comportan según las expectativas que tienen disponibles, es decir que si se les dice que la inflación va a subir en los próximos meses, es bastante probable que ellos decidan anticiparse al golpe y suban los precios de sus productos. Así, termina cumpliéndose el cálculo de la inflación del futuro. Por su lado, los consumidores adelantan sus compras para prevenir el momento en el que todo esté más caro. 

En todo este problema también hay que tener en cuenta que parte del choque de inflación viene de lo que pasa en el mundo y, de hecho, Estados Unidos, Europa y otros grupos de países están viendo inflaciones que los han devuelto varias décadas en su historia. Entre tantos análisis, todavía no hay quien encuentre la fórmula para detener la bola de nieve. 

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