Las mujeres no tienen tregua: las cifras de violencia continúan aumentando
Crédito: Yamith Mariño Díaz
Los feminicidios, la violencia física, intrafamiliar y sexual contra las mujeres y minorías de género continúan ascendiendo en el país. Para las organizaciones feministas, las autoridades aún no toman las medidas adecuadas.
Por: Maria F. Fitzgerald
Las cifras de 2022 muestran un preocupante aumento en los casos de violencias basadas en género. En todos los tipos de violencia de las que se lleva registro —homicida, física, intrafamiliar y sexual— las cifras van creciendo, en contravía de lo que se esperaba. Esto porque, luego de la pandemia, tanto colectivos como organizaciones feministas esperaban que se disminuyeran los casos, dado el recrudecimiento de la violencia que se vivió por este fenómeno.
“Evidentemente ha ocurrido un aumento importante en estas cifras. Nuestra tendencia es a creer que actualmente los procesos de educación que hemos organizado desde distintas organizaciones ha llevado a que exista mayor conciencia sobre estos delitos y así mismo que hayan aumentado las denuncias”, asegura Beatriz Quintero, coordinadora de la Red Nacional de Mujeres.
Un importante subregistro
Para Quintero, una de las hipótesis que se pueden plantear alrededor de este incremento viene, justamente, del enorme subregistro que existía antes. Por ello, queda un sabor agridulce frente a las cifras. Por un lado, destaca que las medidas pedagógicas han creado una conciencia más clara respecto a todo lo que significa violencia basada en género.
Sin embargo, esto no resta las alarmas frente a las violencias que continúan cobrando miles de víctimas en todo el país. Recientemente, la Procuraduría registró que, en lo que va del año, han ocurrido 140 feminicidios en todo el país. Esa misma cifra la tuvo el Observatorio de la Fundación Feminicidios Colombia hasta junio. Sin embargo, las cifras que registra la Red Feminista Antimilitarista son mucho más altas.
Esta red informa que, en lo que va del año, han ocurrido 445 feminicidios. Señala que el mes más mortal para las mujeres del país fue abril, cuando ocurrieron 67 casos. Además, Antioquia y Bogotá son las dos regiones con más casos, con 64 y 59 respectivamente. La mayoría de víctimas registradas tenían entre 30 y 34 años de edad, seguidas por las víctimas que tenían entre 25 y 29 años de edad. En la mayoría de casos, las víctimas conocían a sus victimarios, y en 255 casos las asesinaron con arma de fuego.
La violencia intrafamiliar tampoco desciende. Por lo contrario, ha aumentado en 9 por ciento en todo el país. La Corporación Excelencia en la Justicia ha registrado 68.217 casos. En ellos, el 70 por ciento tienen víctimas mujeres. A nivel local, la Línea Púrpura registró más de 15.000 denuncias y llamados de urgencia hasta junio de este año. Ante este panorama, la Fiscalía ha registrado que, en Colombia, cada hora se reciben catorce denuncias por violencia intrafamiliar, la mayoría contra las mujeres. Los perpetradores principales fueron sus parejas permanentes.
Frente a la violencia sexual, el 91,8 por ciento de los abusos sexuales perpetrados en Colombia son cometidos contra mujeres. Solo en Bogotá se han registrado 5.634 casos. Eso significa un incremento del 21,7 por ciento con respecto al año anterior. Suba es la localidad con más casos registrados pues, a la fecha, han ocurrido 596 violaciones.
Olga Amparo Sánchez, activista e investigadora feminista y coordinadora de la Casa de la Mujer, considera que este aumento en las denuncias es una victoria del feminismo: “Cada vez entendemos más como sociedad que la violencia contra las mujeres no es normal. Desde las víctimas, desde las instituciones, e incluso desde los medios de comunicación, se han entendido las magnitudes reales de esta violencia y cada vez se hacen más visibles. Esto ha ocurrido gracias al feminismo, que desde hace más de 40 años se ha encargado de cuestionar estas violencias antes silenciosas”.
Se requiere mayor atención política
Para las dos activistas, aunque existe mayor conciencia y herramientas de atención y divulgación, aún no podemos sentir que esta problemática esté cerca de acabarse. Para Sánchez, aunque evidentemente hay avances relacionados a la denuncia, aún faltan políticas más claras y contundentes para la atención de estas violencias.
“La sociedad y el Estado están en déficit con la transformación cultural. Qué quiero decir con eso: una transformación que realmente dé cuenta del cambio de imaginarios, que dé cuenta de poder avanzar en valorar la experiencia de las mujeres y, como decía antes, otorgarle valor a la vida de las mujeres. Es urgente que el Estado cumpla con su responsabilidades constitucionales”, asegura Sánchez.
Por su parte, Beatriz Quintero considera que es urgente crear campañas reales de atención a las víctimas de violencia basada en género: “Quisiéramos hacer campañas efectivas, de verdad, no campañitas, sino campañas efectivas, y dedicarle un trabajo muy grande desde el Ministerio de Educación también. Es importante educar niños y niñas que sean capaces de vivir en igualdad y no crean que la única forma de relacionarse es con violencia, con discriminación, sin relaciones de igualdad”.