
La reina Isabel II manejaba sin permiso de conducir
Crédito: Instagram @theroyalfamily
Por su inmunidad como soberana, ha sido la única persona que ha podido conducir sin tener licencia y sin matrícula en su vehículo personal.

Hasta los últimos días como soberana de la corona inglesa, la reina Isabel llevó el mando de sus Land Rover, los autos que estaban a su servicio en el Castillo de Windsor, al oeste de Londres, lugar que frecuentaba para descansar los fines de semana.
Para profundizar
En sus casi 71 años de soberanía, fue la única persona del Reino Unido que no pasó ningún test de conducción, ni tuvo que renovar la licencia. Ese era uno de los tantos privilegios que le daba su inmunidad real.
A los 18 años, como princesa, tomó la decisión de apoyar a los soldados británicos que hacían parte de los tropas aliadas. Fue la segunda al mando del Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres, en el que aprendió a manejar y resolver los problemas mecánicos de las ambulancias que auxiliaban a las tropas.
A lo largo de su reinado, alimentó una colección de carros, en la que sobresalieron el Range Rover LWB Landaulet, el Land Rover Defender y el Jaguar.
En honor de la monarca inglesa, la casa automotriz Bentley dispuso un color exclusivo para los vehículos que usó durante su jubileo de platino: el claret. Se trata de uno no de los colores más antiguos de Bentley, pues se inspira en el Royal Claret, el color utilizado en todos los carros reales desde la década de 1940.
Su gusto por los autos y por manejarlos ella misma, en 1998 protagonizó un momento histórico: el rey Abdullah bin Abdulaziz de Arabia Saudita, país en el que las mujeres tenían prohibido conducir, visitaba el palacio Balmoral.
Después del almuerzo, la reina lo invitó a hacer un recorrido por la propiedad, a bordo de uno de sus Land Rover. Como era su costumbre, la reina se sentó al volante y puso al rey Abdullah de copiloto, un gesto que sorprendió al mandatario saudí.
