De turismo por la ruta de la independencia

En el Puente de Boyacá, uno de los principales monumentos históricos de Colombia, declarado Patrimonio Cultural de la Nación, los 123 municipios del departamento harán una toma pacífica, alegre, folclórica, para mostrar sus tradiciones, artesanías, gastronomía. En este puente, donde se realizó la Batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819, volverá el cambio de guardia, como bienvenida a los miles de turistas que visitan cada año este monumento.

El departamento es conocido porque allí se selló la independencia de Colombia y por la variada oferta de destinos turísticos para los visitantes nacionales y extranjeros. Por quedar en la región Andina, colindando con Cundinamarca, Santander, Norte de Santander, Casanare, Arauca, Venezuela, Caldas y Antioquia, tiene una diversidad de climas, desde -8 grados hasta los 30 grados centígrados, paisajes para apreciar montañas, páramos, lagos. No solo son bellos sus pueblos sino sus campos, que nada tienen que envidiar a los que se ven en las postales de muchos países europeos.

Villa de Leyva, pueblo patrimonio de Colombia, es uno de los municipios más lindos de país, que se destaca por su gran plaza de calles empedradas bordeada por blancas edificaciones coloniales. Ha visto en las últimas décadas la llegada de extranjeros que han abierto hostales y restaurantes. Julián Galvis, presidente de la Cámara de Comercio de Tunja, dice que este destino se está ofreciendo en los mercados internacionales a través de la participación en eventos como la feria Fitur en España.

Paipa es otro de los destinos preferidos, al punto de que se convirtió en el primer municipio de Boyacá en tener aeropuerto. Paradójicamente, Boyacá era el único departamento que no contaba con aeropuerto que funcionara para el traslado de viajeros. Pero con la llegada de Easy Fly ya hay vuelos directos con Medellín. El municipio es conocido por sus aguas termales y por el lago Sochagota donde se practican deportes náuticos, así como el Monumento a Los Lanceros, en conmemoración de la Batalla del Pantano de Vargas.

Ráquira se destaca por sus artesanías de arcilla, que tienen denominación de origen, por sus hamacas y cestería. Nobsa es reconocida por la elaboración de toda clase de tejidos, especialmente de ruanas, producto al que cada año se le hace el festival de la ruana y el reinado de la oveja. Duitama es el hogar del Pueblito Boyacense, en el hay una muestra de los sitios más tradicionales de Boyacá.

En ecoturismo sobresalen el Lago de Tota, el más grande del país, con una extensión de 55 kilómetros cuadrados, en inmediaciones de Aquitania. O el Parque Nacional Natural Sierra El Cocuy con sus picos cubiertos de nieve como Güicán, El Cocuy y Chita; sus páramos y glaciares es una visita obligada para los amantes de la naturaleza, o Monguí, que además de ser uno de los municipios más lindos del país y el mayor productor de balones, es reconocido por el páramo de Ocetá.

Boyacá le está dando un renovado impulso a las festividades que se suspendieron por la pandemia. Una de ellas es la que se celebra en Sutamarchán el primer puente de junio. El municipio no solo es reconocido por la mejor longaniza sino por el festival de la tomatina, al mejor estilo de los que se celebran en España. 

Heynner Suárez, su organizador y presidente de la junta directiva de Cotelco Capítulo Boyacá, dice que cada año se reúnen miles de personas a lanzar toneladas de tomates que no son aptos para el consumo. Durante el evento se realizan desfiles de comparsas, carrozas, cabalgatas y se presentan bandas musicales. 

También es tradicional la celebración del aguinaldo boyacense en el que Tunja se engalana para celebrar las festividades de fin de año que se han extendido a Duitama, Tibasosa, Corrales, Sogamoso, Nobsa, el Puente de Boyacá, que hacen pesebres y decoraciones navideñas que atraen la atención de miles de visitantes, sin contar el festival de luces en Villa de Leyva.

Suárez dice que, para impulsar el sector que se vio muy golpeado por la pandemia, la Secretaría de Turismo, Cotelco Boyacá, los congresistas del departamento, los empresarios y las cámaras de comercio están pidiendo que se mantengan los beneficios tributarios.

El representante a la Cámara, Héctor David Chaparro, junto con los congresistas de Boyacá, Arauca y Casanare, presentaron un proyecto de ley para reactivar el turismo en los departamentos de la Ruta Libertadora. La iniciativa busca que se prioricen los recursos del Fondo de la Cultura para promover los proyectos relacionados con la conservación del patrimonio cultural e histórico en estos departamentos.

Además, piden exención de IVA para tiquetes desde y hacia los aeropuertos de Paipa, Arauca y Yopal, prorrogar la exención del impuesto de IVA para hotelería, turismo y la comercialización de artesanías y la reducción de impuestos al consumo de comidas y bebidas. Otra de las propuestas es poner a funcionar para el turismo el corredor férreo Bogotá-Belencito, que opera para el transporte de carbón y que tiene 257 kilómetros, así como el corredor férreo Bogotá, Zipaquirá, Chiquinquirá hasta Barbosa, de 193 kilómetros.

En el departamento operan Agencias de Desarrollo Económico Local para impulsar el sector, como la del Alto Ricaurte, que cobija a Villa de Leyva, Ráquira, Sutamarchán, Tinjacá, Sáchica, entre otros. Wilmar Zambrano, representante de la Agencia, dice que el propósito es formar un clúster de turismo en la región, pero hay problemas para asociarse y para trabajar de manera conjunta para mostrar el potencial del departamento y que vean otros municipios más allá de los mismos de siempre.

Boyacá tiene las puertas abiertas para que nacionales y extranjeros recorran sus pueblos, caminos y veredas, aprovechando, además, que es uno de los departamentos más seguros y tranquilos de Colombia.

La serie periodística “La Fuerza de las Regiones” de Cambio Colombia es apoyada por Grupo SURA, que cree que un desarrollo armónico es posible con una gestión integrada y balanceada de los capitales económico, social, humano y natural.