Disidencias de las Farc en la paz total: ¿Tendrán negociación o sometimiento?
27 Octubre 2022

Disidencias de las Farc en la paz total: ¿Tendrán negociación o sometimiento?

Crédito: Fotoilustración de Yamith Mariño

Con la aprobación de ley para la paz total, el gobierno podrá dialogar con las disidencias de las Farc y de paso con Iván Márquez. ¿Habrá negociación o sometimiento?

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El proyecto de paz total fue aprobado el pasado 27 de octubre después de ocho horas de debate en la Cámara de Representantes y pasó a conciliación. Aunque la votación positiva del proyecto para la prórroga de la Ley 418 de Orden Público fue arrolladora, varios artículos fueron objeto de álgidos debates entre los congresistas. 

El tema más complejo de saldar en la plenaria fue el de la posibilidad de abrirles la puerta a las disidencias de las Farc, como la Segunda Marquetalia, y a desertores del acuerdo de paz de La Habana como alias Iván Márquez.

Varias proposiciones fueron radicadas para que los diálogos con los grupos que incumplieron el acuerdo de 2016 solo estuvieran orientados a su sometimiento a la justicia y no tuvieran beneficios judiciales ni políticos, como fue la propuesta del senador Humberto de la Calle que se terminó hundiendo al no reunir la mayoría de los votos.

Los argumentos a favor de excluir a las disidencias de los beneficios de la paz total se orientan hacia el hecho de que ya tuvieron la oportunidad de dejar las armas y reintegrarse a la legalidad, pero no lo hicieron.

“Con esta proposición me refiero a los desertores, que estuvieron en el proceso, firmaron y luego volvieron a las armas”, aseguró De la Calle en la plenaria del Senado del pasado 24 de octubre.

Otra congresista que manifestó su inconformidad con darle concesiones a los disidentes fue Angélica Lozano, ella apoyó tres proposiciones orientadas a no otorgar beneficios legales ni políticos a quienes no se desarmaron, ni se desmovilizaron y tampoco colaboraron con la justicia.

Incluso, el debate llegó a personalizarse en la figura de alias Iván Márquez, pues para muchos legisladores, es el máximo responsable del incumplimiento al acuerdo por su papel de comandante de las extintas Farc y negociador de esa guerrilla.

A pesar de las críticas, incluso desde los partidos que integran la coalición de gobierno, en el proyecto de la paz total sobrevivió la oportunidad de negociación con las disidencias, pero aún no está todo definido acerca del tratamiento como simplemente organizaciones armadas o como grupos con estatus político.

Según lo aprobado, para los grupos que decidan sentarse a dialogar hay dos caminos: negociación de paz si se trata de organizaciones con carácter político, y sometimiento a la justicia, si son organizaciones armadas.

Quien ha salido a dar luces sobre el tema es el ministro del Interior, Alfonso Prada, que en sus declaraciones a medios de comunicación este 27 de octubre ha señalado la forma en la que se va a determinar el camino de cada grupo que se acoja a la paz total.

¿De qué depende?

Prada también ha dejado claro que este reconocimiento no está garantizado pues dependerá de una “comisión de alto nivel” conformada por el ministro de Defensa, Iván Velásquez; el director de Inteligencia, Manuel Casanova  y el alto comisionado para la paz, Danilo Rueda. Además, este equipo sería dirigido personalmente por el presidente Gustavo Petro.

Según explicó el alto funcionario, dicha comisión de alto nivel será la que determine cuáles organizaciones tendrán reconocimiento político y cuáles serán tratadas como grupos criminales.

Por lo tanto, aún está por definirse lo que sucederá con las disidencias de las Farc, pues no se sabe si, por un lado aceptarán ser tratadas como un grupo criminal, y por otro, cuáles son los criterios que tendrá en cuenta esta comisión.

Para el caso de Iván Márquez, la situación parece estar más clara pero menos favorable para él. Según dijo el senador Ariel Ávila, al jefe disidente le queda solamente la opción de sometimiento a la justicia y no de negociación de paz, pues al incumplir el acuerdo de La Habana, su tratamiento político sería inconstitucional.

Lo anterior implica que Márquez deberá aportar con verdad y entrega de bienes para obtener rebajas en su pena.

En todo caso, para el gobierno es de gran importancia no alejar a las disidencias, entre ellas a la Segunda Marquetalia liderada por Márquez, pues argumentan que una paz total no es posible dejando de lado estos grupos.

También, tanto Alfonso Prada como Roy Barreras, presidente del Congreso, han opinado que una persona (en referencia a Iván Márquez) no puede truncar las posibilidades de negociación con varios grupos con miles de integrantes. 

 

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