El general Henry Sanabria confirma que la erradicación forzada continuará
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El director de la Policía dice que la nueva estrategia es dejar de perseguir a los campesinos que cultivan y cosechan la coca y, en cambio, ir por los cabecillas, que son los que les compran el producto. La idea es reducir la siembra con la ayuda de un programa efectivo de sustitución de cultivos.
Por: Redacción Cambio
Luego de la confusión creada por sus declaraciones al diario El Tiempo acerca de la posibilidad de suspender la erradicación forzosa de cultivos ilícitos, el director de la Policía, general Henry Sanabria, confirmó en un comunicado que la erradicación forzada continuará. En cambio, aclaró que lo que no se tiene contemplado es la aspersión aérea.
Para profundizar
La idea de suspender la erradicación forzosa generó controversia porque uno de los grandes éxitos de la Policía en la lucha contra el narcotráfico ha sido la erradicación forzada, que solo el año pasado sumó 130.000 hectáreas. Sanabria aclaró que la tarea será complementar la erradicación forzada con la erradicación voluntaria, que hace parte del programa de sustitución de cultivos nacido del Acuerdo de Paz.
El alto oficial también dijo que la tarea de la Policía –en este campo– durante el gobierno de Gustavo Petro será dejar de perseguir al campesino que cultiva la hoja de coca, para ir tras los cabecillas que los ponen a cultivarla y les pagan por ello; una misión que coincide con la política de defensa del medioambiente, pues los grandes cultivos de coca no hacen sino favorecer la deforestación.
Cultivos en el país
Según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), publicado en junio de 2022, Colombia es el país con mayor área cultivada de coca en el mundo, con 143.000 hectáreas, equivalentes al 61 por ciento.
Los departamentos con mayor número de cultivos son Antioquia, Córdoba y Bolívar, seguidos por la región del Catatumbo, Meta y Guaviare.
Curiosamente –dice el general Sanabria–, en las zonas en las que se ha implementado el programa de erradicación voluntaria y sustitución de cultivos, la reducción de cultivos ilícitos ha disminuido. En contraste, las zonas donde ocurre la erradicación forzada son aquellas donde ha habido mayor incremento de la siembra ilegal.
La voluntad de la Policía, concluye Sanabria, es trabajar con las comunidades para lograr acuerdos entre el Estado y los campesinos y así darle un nuevo impulso a la lucha contra los cultivos ilícitos con base en la erradicación voluntaria.
