
La piscina sin fondo de Villagómez en la que solo nadan los mosquitos
A la pisicina se le adicionó la mitad del valor inicial de la obra y no fue terminada
Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño
Hace ocho años, la Alcaldía del municipio celebró un contrato para la construcción de una piscina olímpica y una villa deportiva que hoy son elefantes blancos.


Villagómez es una pequeña población ubicada en el noroccidente de Cundinamarca, a 103 kilómetros de Bogotá. Es un pueblo relativamente joven que empezó a conformarse en 1926. Actualmente, su población ronda los 2.100 habitantes.
En el mapa aparecen resaltados dos puntos: uno, el municipio de Villagómez; el otro, a tan solo 896 metros, la supuesta piscina municipal.
La piscina municipal, sin embargo, solo aparece en cartografías online porque en la vida real es lo que popularmente se conoce como elefante blanco.
Hacia el año 2013, el entonces alcalde, Misael Duarte les prometió a sus gobernados la construcción de un escenario deportivo, al que llamaron Villa Olímpica, y una piscina con especificaciones profesionales para que allí se formaran los nuevos deportistas que iban a llenar de medallas de oro los anaqueles de la historia deportiva colombiana.
Pero las promesas se quedaron en veremos y los habitantes de Villagómez han tenido que seguir dedicados a actividades agrícolas, turísticas y de comercio porque de deporte de alto rendimiento aún no hay dónde entrenar.
Una familia de elefantitos
En marzo de 2014, la Alcaldía suscribió un contrato inicial para la construcción del “Centro Acuático Municipio de Villagómez”. El contrato tuvo un valor de 334 millones de pesos y le fue otorgado al contratista Jairo Orlando Rueda.
Un año después de la firma, el 28 de abril de 2014, se le concedió al contratista una prórroga de un mes, debido a dificultades manifestadas en la construcción a causa de las lluvias. Ese mismo día se registró en el Secop otra prórroga por seis meses y una adición de 167 millones de pesos, exactamente el 50 por ciento del valor inicial de la obra. El documento, sin firmas, tiene fecha de diciembre de 2014.
La piscina, que debía construirse en un plazo de seis meses y ser entregada en noviembre de 2014, tuvo, además de las prórrogas de siete meses, una suspensión de un mes. Por este motivo, la entrega quedó establecida para mayo de 2015.
En total, el contratista recibió 499 millones de pesos. No obstante, la piscina no se terminó y en enero de 2016 se dio por liquidado el contrato.
La Villa Olímpica tampoco se construyó. Los habitantes manifiestan que en su municipio, a falta de escenarios deportivos, lo que tienen es una familia de “elefantitos blancos”. “Ahí está la obra de la Villa y al lado la piscina, por eso consideramos que lo que existe allá es una familia de elefantitos, blancos por supuesto", le dijo a CAMBIO Lidia Prieto, veedora ciudadana de Villagómez.
Los veedores aseguran sentirse intimidados por las respuestas hostiles que han recibido por denunciarlo, una de ellas de parte del contratista, que le envió este mensaje a uno de los integrantes de la veeduría:
Los miembros de la veeduría aseguran haber recibido presiones para retirar sus publicaciones en Facebook.
Misael Duarte es actualmente el alcalde de Villagómez, pues fue de nuevo elegido para el periodo 2020 -2023. Duarte hace parte de un grupo político con gran influencia en esta región de Cundinamarca, que se ha adueñado del poder a través de alianzas entre partidos.
Los habitantes tienen la esperanza de que este segundo mandato de Duarte le alcance para terminar las promesas de su primer gobierno y que, después de una millonaria inversión para un municipio tan pequeño, la piscina quede lista para el disfrute de sus ciudadanos y no solo de los mosquitos y otras especies menores de la región.
