¿Qué tan conveniente es eliminar el servicio militar obligatorio?

Durante la campaña electoral, el presidente Gustavo Petro propuso eliminar el servicio militar obligatorio en Colombia, basado en la consigna de armar unas fuerzas militares para la paz.

La propuesta fue ampliada por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien en entrevista con CAMBIO dijo que ojalá todos los jóvenes que se acercaran a las guarniciones lo hicieran por voluntad propia. "Yo aspiro a que el servicio militar obligatorio se suprima”, comentó.

En la actualidad, el servicio militar aplica para todos los hombres adultos mayores de 18 y menores de 24 años, con ciertas excepciones por la condición física, psicológica o social.

En los tiempos de incorporación es normal ver a los uniformados de reclutamiento subiéndose a los buses, entrando a los centros comerciales, vigilando los parques y las estaciones de transporte en busca de los evasores del servicio. También es común la disposición de algunos padres de familia a "hacer lo que sea necesario" para tramitar la libreta militar por las vías de la burocracia para que sus hijos, simplemente, no cumplan con el servicio. 

Cada vez que el Ejército “invita” a los jóvenes a unirse a las fuerzas de la patria se despliega la misma dinámica: de un lado, los uniformados obligando a cumplir con el deber militar; los candidatos, buscando a toda costa deshacerse de ella.

El historiador militar Néstor Peláez opina que, si va a ser voluntario, es necesario hacer más llamativo el servicio militar para que los jóvenes lo vean como una opción de vida, con mayores ingresos y, en especial, con posibilidades de ascenso. “La principal tarea es cambiar la imagen que se tiene del servicio, para que los padres dejen de buscar tramitadores y les nieguen la oportunidad de conocer la vida militar”.

Por su parte, el coronel retirado Hugo Sandoval expresa: “Hay que revisar el sistema de incorporación, y mirar quiénes son los que ingresan, porque seguramente son muy pocos los muchachos de clase media o alta que prestan servicio. Muchas veces son las mismas familias las que deciden que sus hijos se incorporen al servicio con la esperanza de que, durante ese año o año y medio, tengan alguna oportunidad en la formación militar”.

En opinión de Andrés Valenzuela, analista militar, el servicio militar se convirtió en un asunto de estratos sociales. “El soldado bachiller termina realizando tareas de oficina; el regular, que generalmente es de bajos recursos, paga el doble de tiempo y presta servicio en zonas de orden público. Lo ideal es que el joven que quiera entrar a la fuerza pública, entre directamente como un soldado profesional y reciba una capacitación amplia, para que pueda ejercer una mejor labor en zonas de conflicto y tener un mejor estilo de vida”, afirma.

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La eliminación del servicio militar obligatorio es una opción que siempre se contempla después de una guerra civil. Así sucedió durante el siglo XIX, cuando los gobiernos, terminado el conflicto, reducían el ejército casi por completo. 

 

 

En el siglo XXI –explica Jean Carlo Mejía, profesor de la Universidad Militar–, el primero en sugerirla fue Álvaro Uribe. Los 100 puntos democráticos incluían la eliminación del servicio militar obligatorio una vez se llegara a un número mínimo de soldados profesionales. Juan Manuel Santos la sugirió otra vez, tras la firma del Acuerdo de Paz, porque, según él, la guerra en Colombia había terminado.

Voluntario y profesional

John Marulanda, presidente de la Asociación de oficiales retirados de las fuerzas militares (Acore), señala que suprimir el servicio militar obligatorio le quitaría al Ejército casi el 30 por ciento de su pie de fuerza. No obstante, para Andrés Valenzuela eso no pondría en riesgo la seguridad. “Al contrario, en la gran mayoría de experiencias internacionales, la vinculación voluntaria permite que quienes ingresan a prestar el servicio militar sean unas personas con mayores niveles de compromiso”.

En opinión de Daniel Jerez, profesor de la Universidad Externado, “no se trata de tener soldados profesionales como ocurre en Colombia, que duran 20 años siendo toda la vida en el mismo cargo. Cuando yo convierto el servicio militar en algo voluntario, debo cambiar por completo la estructura del talento humano y los diferentes escalones para que las personas, en el momento de culminar ese servicio o en el momento de tomar la decisión de quedarse en las fuerzas, tengan la oportunidad de ascender dentro de la institución”.

El coronel retirado Hugo Sandoval añade que lo ideal es que quien quiera prestar e servicio lo haga por voluntad propia, y que la fuerza le ofrezca un proyecto de vida para que quien preste el servicio, decida quedarse.

Qué dicen los militares

CAMBIO habló con un general que por un año estuvo a cargo del Comando de Reclutamiento, quien señaló que esta propuesta requiere, además de  modificaciones en la ley, contar con un amplio presupuesto, para brindarles mayores beneficios a los jóvenes, y cambios en el sistema de ascensos, para hacer más llamativo el servicio militar.

“Eso plantearía, a nivel presupuestal, un enorme costo para el Estado, pues tendríamos nosotros que pagarles a esos soldados voluntarios o que presten el servicio militar voluntario a un costo superior al que hoy se le paga a los soldados que van a prestar servicio militar obligatorio”, enfatizó.

El coronel retirado Hugo Sandoval afirma que el nuevo gobierno debe tener en cuenta que siempre, en un periodo de posacuerdo, la violencia se eleva. “Eso está claro internacionalmente, pero nosotros no lo hemos aprendido y ahora lo vemos con la muerte de líderes sociales, policías y soldados. Por eso hay que tener mucho cuidado”.

Para los expertos, la propuesta de eliminar la obligatoriedad del servicio militar no será fácil para un gobierno que ha generado tantas críticas a las fuerzas militares y que requiere de un amplio apoyo legislativo para llevar a buen puerto la  iniciativa.