Radio a discreción: las emisoras de la fuerza pública debilitan la democracia según la Flip
9 Diciembre 2022

Radio a discreción: las emisoras de la fuerza pública debilitan la democracia según la Flip

Crédito: Colprensa

El sistema de emisoras de la fuerza pública ha sido uno de los actores del conflicto en Colombia, convirtiéndose en un robusto medio de difusión principalmente del Ejército Nacional. Según la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), este se ha convertido en un “arma de guerra” que ha monopolizado la información.

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En municipios de Colombia como La Uribe, en el Meta, la única emisora disponible para informarse o entretenerse es la del Ejército Nacional, y no es para menos, pues en los últimos 20 años la fuerza pública ha consolidado uno de los sistemas radiales con mayor difusión en el país.

Según el informe “La radio de la fuerza pública: un monopolio que debilita la democracia”, publicado por la Flip, del total de las emisoras de interés público que hay en Colombia, el 45 por ciento corresponden a estaciones radiales del Ejército, la Policía, la Fuerza Aérea y la Armada Nacional, lo que les ha permitido a estas instituciones tener canales de difusión y propaganda en prácticamente todos los rincones del país.

Las emisoras de interés público son aquellas que deben servir como el canal de comunicación entre el Estado y la ciudadanía. Además, no tienen ánimo de lucro por lo que sus recursos para funcionar provienen del Estado.

Según el informe de la Flip, al estar la mayoría de estas estaciones radiales administradas por la fuerza pública, existe un monopolio que afecta la pluralidad informativa que el mismo Estado debe garantizar para sus ciudadanos según la Constitución.

“La progresiva creación de radios de la fuerza pública al alero de la evolución del conflicto y su instrumentalización para la guerra ha transgredido el principio constitucional que obliga al Estado a velar por el pluralismo informativo y evitar el monopolio o concentración de los medios, asegurando un acceso equitativo al espectro electromagnético”, se lee en una parte del informe de la Flip.

Al contar con financiación estatal y una robusta infraestructura técnica, estas emisoras de la fuerza pública dejan sin cómo competir a las emisoras comunitarias de varios municipios en Colombia, las cuales se sostienen con recursos propios y la poca pauta que logran vender.

De esta manera, las comunidades en muchos casos tienen solo una oferta informativa en la radio. Además, hay que tener en cuenta que, según datos del Ministerio de la Información y las Comunicaciones, la radio llega al 98 por ciento del territorio nacional, mucho más que la televisión y el internet.

Un actor del conflicto

Además de monopolizar la información, las estaciones radiales de la fuerza pública también han sido actores dentro del conflicto armado.

Por ejemplo, Colombia Estéreo, que es la emisora del Ejército Nacional y la que más cobertura tiene en el territorio nacional de todas las que son de interés público, tiene un total de 93 estaciones. Fue creada en marzo del 2003, cuando apenas se iniciaba el Plan Colombia en el gobierno de Álvaro Uribe y su objetivo inicial era incrementar la confianza entre el Ejército y las comunidades, llegando incluso a pedir a los ciudadanos de regiones apartadas suministrar información sobre las Farc y el ELN principalmente.

Según la Flip, al involucrar a la sociedad civil en el conflicto armado se puso en riesgo la integridad de ciudadanos que, al ser señalados como colaboradores del Ejército, se convirtieron en blanco de los grupos armados.

Al respecto, la Flip recordó la sentencia de la Corte Constitucional de 2013 sobre el caso de los indígenas nasa en Cauca:

“Vale la pena rememorar la inclusión de saludos del Ejército a miembros de la comunidad Nasa a través de su emisora, lo que llevó a que se confundiera a los civiles con simpatizantes de una de las partes en conflicto. La Corte Constitucional ordenó al Ejército excluir de su programación esas menciones públicas radiales, por considerar que, como adujeron los demandantes, la mención explícita de miembros de la población civil dentro de la programación de la emisora transgredió el principio de distinción y precaución del Derecho Internacional Humanitario” dice una parte del informe.

Finalmente, la Flip recomienda integrar a la radio pública en la iniciativa de paz total del gobierno Petro como espacios de reflexión y deliberación ciudadana. Además, pide adoptar la clasificación de la Unesco que no considera como iguales a las radios comunitarias y las de interés público, pues deben tener la misma potencia y recursos.

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