Se viene un nuevo brote de malaria en Colombia
5 Octubre 2022

Se viene un nuevo brote de malaria en Colombia

Crédito: Colprensa

Ahora que la temporada de lluvias más fuerte de los últimos años apenas empieza, las comunidades que sufren de malaria ruegan por que esta vez el Estado sí planee una atención efectiva para atender los casos, que ya suman más del doble que los del año pasado.

Por: Maria F. Fitzgerald

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Cada temporada de lluvias, entre el río Apaporis y el río Caquetá, en la selva amazónica colombiana, las comunidades indígenas enfrentan una nueva oleada de contagios por malaria. Los brotes, sin embargo, parecen sucederse uno tras otro y año tras año ante la indiferencia del Estado. La desatención es tal que ni siquiera hay un registro confiable del número de casos. Con razón, la malaria es llamada la enfermedad olvidada.

Ahora que se aproxima el que –según los pronósticos del Ideam– será un periodo invernal más fuerte de lo normal, tanto las comunidades como las misiones que los asisten solicitan al gobierno que, esta vez, el usual brote no entre en el olvido y se despliegue un plan de atención efectiva. Al fin y al cabo, se trata de una enfermedad que, a estas alturas de la investigación científica, podría ser fácilmente controlada.

Qué es la malaria y por qué debería preocuparnos

La malaria, o paludismo, es una enfermedad transmitida por el piquete de un mosquito infectado con un parásito llamado plasmodium. Una vez el mosquito pica al humano, la gravedad de los síntomas dependerá del tipo de parásito de plasmodium. Los síntomas van desde escalofríos y dolor de músculos hasta fiebre, diarrea y frecuencia cardíaca rápida. La enfermedad puede llegar a ser mortal. 

De acuerdo con el Ministerio de Salud, en Colombia hay presencia de malaria en un 65 % del total del territorio, sobre todo en los departamentos selváticos, donde, precisamente, hay redes hospitalarias insuficientes. Los más afectados son Chocó, Cauca y Nariño, que registran entre 50 y 60 % de los contagios. Las zonas de Urabá, Bajo Cauca y Alto Sinú registran entre el 20 y el 30 % de los casos; y la Amazonía, entre el 5 y 10 %. 

Pese a que es una enfermedad que está bien estudiada, las tasas de contagio continúan siendo elevados. En 2021, el Instituto Nacional de Salud (INS) registró 15.707 casos en todo el país. En contraste, en 2022 la Fundación iO, que monitorea enfermedades virales, ha registrado 35.734 casos, de los cuales 904 han tenido complicaciones

¿Por qué afecta más a ciertas comunidades?

Pablo Martínez, médico y antropólogo que trabaja con las comunidades indígenas amazónicas, dice que el sistema de salud poco o nada se preocupa por crear un plan de contingencia: “Nosotros no nos habríamos enterado de lo que está pasando en las comunidades si ellos mismos no hubieran bajado a contarnos. Acá, las EPS no tienen presencia, y eso mismo deja un hueco importante en la atención de las comunidades que año tras año deben lidiar con una enfermedad que se podría manejar”, asegura. 

Martínez considera que, dado que estas enfermedades son más comunes en comunidades afrodescendientes e indígenas, que además están empobrecidas, no son una prioridad para el sistema de salud: “Enfermedades como esta, o como el dengue, que podrían ser tratadas con facilidad, terminan siendo ignoradas porque las grandes farmacéuticas y los sistemas de salud priorizan otros tipos de tratamientos de enfermedades más rentables”. 

Para Martínez es urgente dar trámite a un programa impulsado por el nuevo gobierno que incluya fumigación, tratamientos completos, disponibilidad de mosquiteros y un trabajo en alianza que provea de recursos a las autoridades de las mismas comunidades para que atiendan la enfermedad: “Eso sería lo mínimo para lograr enfrentar estos brotes porque. Si no, año tras año seguiremos reportando exactamente lo mismo”. 

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí