Cómo afecta la guerra de Ucrania a mi bolsillo

Cómo afecta la guerra de Ucrania a mi bolsillo

Los expertos señalan que los biocombustibles producidos con materias primas del sector agrícola estarán llamados a reemplazar el aporte de Rusia.

Los tiempos son difíciles y posiblemente van a empeorar. La solución está a la mano y consiste en retomar la agricultura local.

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Son varias las preocupaciones que se tejen alrededor del mundo por los efectos que ya muestra la guerra entre Rusia y Ucrania, una situación caótica que está golpeando la fertilización y por consiguiente la oferta de alimentos.

La Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado del Grupo Bancolombia consideró que, frente a los impactos de la guerra librada en Ucrania, los canales directos de transmisión de esta crisis no son relevantes. Según el estudio, además de la evidente lejanía geográfica, los vínculos comerciales y financieros de Colombia con Rusia y Ucrania no son significativos; sin embargo, reconoce que un panorama de esta naturaleza resulta desafiante para una economía pequeña y abierta como la colombiana.

Para los analistas de Bancolombia el agro está en peligro, toda vez que Colombia importa actualmente 20 por ciento de sus insumos agrícolas de Rusia y Bielorrusia, los cuales no llegarán debido a las sanciones impuestas a estos países desde occidente. Lo anterior conducirá a un aumento en abonos y fertilizantes y redundará en mayores costos de producción e inflación, pues las alzas irán en últimas al consumidor.

Un lío adicional es el alto precio de los hidrocarburos, ya que por la menor oferta rusa el gas y el petróleo cotizarán al alza. Los expertos señalan que los biocombustibles producidos con materias primas del sector agrícola estarán llamados a reemplazar el aporte de Rusia, lo cual sería una buena noticia para los productores de caña y palma.

Otro sector en problemas será el ganadero, que exporta 55 por ciento del ganado en pie a Rusia, pero también mantequilla (74%) y leche (37%). Si no hay un pronto reemplazo de este mercado, los precios locales podrían ir a la baja.

Finalmente, el documento de Bancolombia argumenta que los elementos esenciales para la fabricación de automotores escasearían, un tema que golpearía el precio de los vehículos e inclusive de algunos bienes de capital.

Un conflicto con secuelas

Los analistas y dirigentes gremiales en Colombia dicen que los tiempos de guerra obligan a crear estrategias agrícolas para evitar desabastecimiento, escasez y altos precios, un fenómeno que ya empezó a castigar el mundo, dejando ver unos indicadores inflacionarios alarmantes.

El gerente de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya, Henry Vanegas Angarita, dijo que es urgente bajar la intensidad de los productos agroindustriales de tardío rendimiento para entrar por la senda de alimentos y siembras de ciclo corto, como lechuga, arveja, papa, frijol, cebolla, habichuela, brócoli, arroz, melón, cebada, soya, tomate, maíz, sorgo, plantas medicinales, fresa y otros; y así garantizar seguridad alimentaria en tiempos difíciles.

“Este tipo de agricultura la necesita imperiosamente el país, hoy necesitamos menos caña de azúcar, palma, flores o algodón. Igual, menores cultivos de cacao que demandan hasta tres años para cosechar una tonelada. El asunto es abastecer a los consumidores nacionales con productos de fácil y rápida obtención”, especificó Vanegas Angarita.

El conflicto bélico en Ucrania –expuso–, ya tiene por las nubes el precio de la alimentación, cada vez más escasa, entre otras cosas porque se hace muy difícil adquirir agroinsumos, especialmente fertilizantes, y por tal razón sigue abajo la oferta de commodities procedentes del campo. En opinión del gerente de Fenalce, si no hay medidas de choque para reactivar los campos, colapsarán industrias y muchos agricultores, no solo de Colombia sino en todo el planeta.

Hoy el país importa cerca de 15 millones de toneladas de alimentos, que llegan a mayores precios por la menor oferta de trigo, girasol y otros bienes agropecuarios cultivados en Rusia y Ucrania. Al conflicto hay que sumarle el mayor costo de la logística, la tasa de cambio y las consecuencias que dejará este año el cambio climático, pues se estima que las cosechas resultarán muy afectadas en Estados Unidos y otras latitudes.

Actualmente, cultivar una hectárea en Colombia cuesta entre 40 y 50 por ciento más que en 2021 por todo el incremento en la estructura de costos, un indicador que inexorablemente se traslada al consumidor.

Efectos de la guerra en Ucrania

El trigo también en calzas prietas

En días pasados el director regional de U.S. Wheat Associates, Miguel Galdós, anotó que hay cuatro variables complejas que están determinando el mercado triguero: en primer lugar, el covid-19, que afectó gravemente el transporte y la logística, encareciendo los productos importados. El segundo ítem es el clima, que jugará un papel fundamental en el movimiento del mercado en las próximas semanas.

Un tercer aspecto, explicó Galdós, es China, el mayor productor de trigo, y si este país tiene problemas con su cosecha actual, saldrá a recomponer stocks y eso, según el conocedor, significará una mayor demanda del cereal a nivel mundial, lo que sugiere un alza en los precios. Finalmente –expresó–, está el componente de los fondos de inversión, a los que básicamente les interesa jugar con la volatilidad de los mercados en donde con astucia se desempeñan.

La misma dinámica de esos mercados de futuros de granos, apuntó Galdós, ha aumentado su volatilidad en los mercados de Estados Unidos, de 15 a 20 por ciento antes de la pandemia. Con la guerra e Ucrania, los precios pasaron los niveles de 40 por ciento.

El mundo produce aproximadamente 776 millones de toneladas de trigo, siendo China el primer jugador con 145 millones de toneladas año. Le sigue Rusia, que produce cerca de 70 millones de toneladas y cuenta con un saldo exportable cercano a 40 millones de toneladas.

Ucrania ocupa el cuarto lugar, ya que tiene una oferta al mundo de 24 millones de toneladas, un trigo del que no hay certeza este año porque la guerra destruyó la infraestructura.

Estado Unidos produce en promedio 56 millones de toneladas de trigo y exporta entre 25 y 27 millones. Otro actor importante es Canadá, que tiene como oferta exportable más de 20 millones de toneladas.

Miguel Galdós recalcó que todo es incertidumbre, ya que en muchos países habrá una reducción de los rendimientos debido al alto costo de los fertilizantes. A la fecha, concluyó, los agricultores están reduciendo las aplicaciones ante la dificultad de comprar materia prima a costos sensatos.

 

Peso a Peso, Paso a Paso es una colaboración periodística entre Cambio y Bancolombia.

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