El lado oscuro de la música: entrevista con Ira Weiss
7 Abril 2022

El lado oscuro de la música: entrevista con Ira Weiss

Nina Hoss e Ilja Monti, protagonistas de la película.

Crédito: Archivo particular

El pasado 7 de abril se estrenó en Colombia 'La audición', una película dirigida por Ira Weiss, que muestra la disciplina opresiva de las escuelas de música. 'Cambio' habló de la película con su directora.

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Por Mónica Suárez


Suele pensarse que en el mundo de la educación musical priman la armonía y la libertad creativa. Sin embargo, muchas veces esto no es así. La audición (Das vorspiel, su título original en alemán) es un drama que muestra el verdadero detrás de cámaras de las academias musicales y que cuestiona la disciplina opresiva y las consecuencias que esto les trae a algunos de los alumnos. En La audición se muestra cómo una profesora de violín se obsesiona con el talento de uno de sus alumnos y, a través de una trama donde los gestos, las miradas y los silencios son tan importantes y reveladores como los mismos diálogos. La película toca temas como la búsqueda de la perfección, la neurosis, la intimidación, el miedo y la inseguridad.

La película la interpretan la alemana Nina Hoss, el francés Simon Abkarian y el danés Jens Albinus. Esta cinta hizo parte de las selecciones oficiales del Festival Internacional de Cine de Toronto –TIFF- y del Festival de Cine de San Sebastián 2019, donde Nina Hoss obtuvo la Concha de Plata a mejor actriz.

CAMBIO: Ina, sabemos que usted es violinista. ¿Para crear la historia de la película se inspiró en experiencias propias de su aprendizaje del violín? 

Ina Weiss: Sí, toqué el violín durante mucho tiempo, así que ayuda escribir sobre algo que uno conoce. Pero fue hace mucho tiempo, así que investigamos mucho. El punto de partida de la historia es una mujer totalmente desgarrada por dentro que está luchando consigo misma y con los demás: con su hijo, con su padre y desarrollamos la historia a su alrededor. Y la música era un buen fondo para mostrar su carácter.

CAMBIO: ¿Hay algún tipo de crítica a la disciplina en las escuelas de música? ¿Cómo le gustaría que fuera la educación musical?

I. W.: Creo que es lo mismo con los deportes, necesitas disciplina. Si quieres poder tocar el violín, debes tocar y practicar todos los días durante muchas horas para llegar a un punto en el que puedas tocar bien o llegar a ser bueno en ello. Entonces, la línea es muy delgada. No quiero decir que es una crítica a la disciplina porque conocí a otro profesor cuando hice mi investigación. En la escuela de música donde conocí a Ilja, que hace el papel de un estudiante de violín, lo acompañé durante un tiempo antes de empezar el rodaje y su maestro era muy diferente, un hombre muy agradable, muy amable, muy tranquilo y conozco a otros maestros así, entonces que mi punto es que hay tipos de maestros muy diferentes y eso dice algo sobre la educación; que los niños no siempre son el eslabón más débil de la cadena y solo conocen a este maestro y no saben a esta edad qué elegir. Si eres mayor, sabes que hay otros maestros, pero a esta edad haces lo que te toca.

Pero me gustaría decir algo sobre este joven estudiante. Estuve muy feliz de encontrarlo pues no le importaba la cámara, estaba muy relajado, tenía mucha energía y durante los descansos del rodaje practicaba como para prepararse para una competencia. Y para parecer sobrecargado de trabajo y bajo presión, volvía a subir y bajar las escaleras de nuevo.

CAMBIO: ¿Cómo fue construir esta historia a cuatro manos por usted y Daphne Charizane?

I. W.: Escribir el guion es un proceso muy íntimo. Se aprende mucho sobre la otra persona y en nuestro trabajo en conjunto nunca hubo vanidad ni buscábamos que la idea propia fuera la aceptada. Nuestras conversaciones siempre giraron sobre el tema y sobre cómo llegar al núcleo del personaje, así que fue una muy buena experiencia.

CAMBIO: ¿Cómo surgió el personaje de Anna, la profesora de violín?

I. W.: Como dije antes, realmente se trataba de esta mujer que luchaba consigo misma. Ana está convencida de que hay que hacer todo por la música, está buscando la perfección y esto la pone bajo mucha presión. Básicamente, su hijo y sus estudiantes son como extensiones de sí misma. Como un brazo, si se puede decir.

CAMBIO: ¿La Audición es una película sobre los conflictos de las relaciones, sobre una mujer insatisfecha con su vida o una historia sobre la opresión educativa?

I. W. : Creo que se trata de las tres cosas. Es una película sobre la educación, es sobre la presión, pero se construyó en torno a sus conflictos y luchas internas. Ella es una persona muy fuerte porque se cae y vuelve a levantarse y lo intenta de nuevo. Es difícil decir si se trata de una cosa u otra, está hecha de muchos temas y conflictos, es una historia llena de matices.

CAMBIO: ¿Era necesario construirle esa segunda vida, esa historia con un amante? ¿Por qué creaste esa situación?

I. W.: Por lo general, siempre vemos al hombre teniendo una aventura con una mujer. Es muy inusual ver a la mujer teniendo la aventura. Porque ya sabes, cuando estuve en Londres para el lanzamiento de la película, una mujer vino a mí y me dijo que era tan inusual ver a una mujer teniendo una aventura, nadie habla de eso, así que la gente lo ve como un drama. "¡Dios mío, ella tiene un amante!", pero no, es solo su vida y creo que fue bueno mostrarlo porque las cosas son complicadas y creo que ella ama a su esposo, pero por otro lado ella necesita libertad y por eso también ama a su amante.

CAMBIO: ¿Por qué elegiste a Nina Hoss para interpretar a este personaje? ¿Lo escribiste pensando en ella? ¿Cómo fue esa experiencia?

I. W.: En primer lugar, debo decir que Nina es una gran actriz, así que pensé en ella. Ella es precisa en la forma en que se prepara para un papel y es abierta cuando lo interpreta. Es muy valiente y trabajar con ella fue maravilloso para mí. Y también con los otros actores. Recuerdo que cuando me reuní con Simon Abkarien para tomar un café en París, rápidamente supe que con su humor y su inteligencia era el marido adecuado para Anna. Lo mismo sucedió con Jens Albinus cuando nos conocimos en Copenhague. Pero lo interesante de este elenco es que todos hablábamos el mismo idioma a pesar de tener lenguas diferentes. Uno era francés, el otro danés, otro alemán, así que estaba muy mezclado. Pero así es el mundo de la música, muy internacional, y quería mostrarlo a través del elenco. Por eso es tan internacional la película.

"Es una película sobre la educación, es sobre la presión, pero se construyó en torno a los conflictos y luchas internas de la protagonista".

CAMBIO: ¿Cómo definiste al resto del elenco?

I. W.: Fue a través de la investigación. Así encontré a Ilja Monti, quien interpreta al estudiante. Y la búsqueda del hijo fue muy complicada porque era como buscar una aguja en un pajar. Yo necesitaba que pudiera tocar violín y hablar francés, así que fue muy duro, pero al final lo encontré. Estaba muy contenta con los dos chicos, el hijo y el estudiante, porque en Alemania es difícil para los niños filmar cinco horas al día. Así que tuvimos mucha suerte. Para Ilja era su primera vez frente a la cámara, pero estaba acostumbrado los ensayos. Al principio me preocupé, pues sabía que iba a tener que decirle que repitiera y lo volviera a hacer, pero con él no fue ningún problema. Es su vida: ensayo, ensayo, ensayo. Necesitas tiempo para encontrar a todos estos actores porque todos hablan otro idioma y actúan de una manera diferente, así que tienes que juntarlos y esperar que funcione.

CAMBIO: ¿Cómo se logró esa escena del enfrentamiento de la profesora con su estudiante?

I. W.: Estaba tan relajado y no le importaba la cámara, fue muy agradable trabajar con él. Al principio Nina Hoss dijo que era imposible, “no puedo hacer esto con él”, pero para él simplemente era como una obra de teatro. Estaba en su elemento.


CAMBIO: Los espectadores disfrutan cuando conocen los entornos de los músicos: las salas de ensayo, los talleres de lutería, el auditorio. Es como un homenaje al mundo de la música. ¿Cómo definiste las locaciones, las atmósferas?

I. W.: Investigando. Vi 25 escuelas en Berlín. Fue deprimente pues debido a la pandemia los lugares se veían como abandonados. Queríamos elegir la mejor escuela, así que fue un proceso largo, de mucha paciencia. Lo mismo ocurrió con el apartamento. Quería mostrar que estaban viviendo allí desde hacía mucho tiempo, así que debíamos tratar que cada detalle tuviera personalidad. Cada lugar tiene una larga historia, incluso la casa de los padres.

CAMBIO: ¿Cómo elegiste la música? El ritmo de la película y su edición parecen ir de la mano con cada pieza musical.

I. W.: Sí, eso es cierto, y debo decir que encontrar las piezas musicales adecuadas no fue fácil porque se puede decir que la música tiene un poder muy grande. Puede influir en gran medida en la percepción de los espectadores; puede manipular tus sentimientos. Y especialmente al final de la película, la orquesta estudiantil toca el Concierto para violonchelo de Carl Philipp Emanuel Bach. Estaba buscando piezas que hicieran que los espectadores llegaran a sus propias conclusiones, eso para mí era esencial.

CAMBIO: La película recuerda The Piano Teacher, de Michael Haneke. ¿Le gusta ese director? ¿Quería rendirle algún tipo de homenaje?

I. W.: Me gusta mucho, conozco todas sus películas, pero si haces una película sobre música con un profesor, si quieres contar una historia sobre una mujer como ella, desgarrada por dentro, con este personaje, puedes encontrar similitudes con otras películas por el solo hecho de ser el mundo de la música. Me gusta mucho pero es otra historia. Entiendo que la gente hace la comparación pues ambas películas son sobre música y un profesor.

CAMBIO: ¿Qué reflexión, qué emoción le gustaría que el público se llevara de la película?

I. W.: Al hablar con la gente las reacciones son muy diferentes. Algunas personas salen muy emocionadas y otras… Por ejemplo dos maestros vinieron a mí ofendidos: "¡No, no soy así!". Estaban muy conmovidos pero enojados por eso. A mí me gusta que una película me haga pensar y reflexionar, que me haga leer entre líneas. Me gusta que al llegar a casa yo siga pensando en ella "¿Qué ocurrió?, ¿qué pasará ahora con la mujer y el hijo?”. Estas son cosas que me emocionan, así que espero que cuando la gente vea la película tenga los mismos sentimientos que yo tuve.

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