Los teclados de fuego de Vangelis
El mundo despide a Vangelis, pionero griego de la música electrónica con un gran legado musical, especialmente con bandas sonoras que marcaron a toda una generación como 'Chariots of Fire', '1492' y 'Blade Runner'.
Por Jacobo Celnik
El pasado 19 de mayo la familia del compositor griego Vangelis confirmó su muerte en un hospital de París, tras varios meses luchando contra una complicada enfermedad. La noticia tomó por sorpresa a su gran legión de seguidores en todo el mundo que se deleitaron durante más de cinco décadas con música de la más alta factura. En Colombia fue muy reconocido por la banda sonora de Chariots of Fire (1981), con la que ganó un Oscar a Mejor Banda Sonora. Ese piano sutil, nostálgico y emotivo se coló por la memoria de generaciones enteras que vibraron con su música. Varios comerciales de televisión locales y algunas series lo usaron como música incidental. Sin embargo, su legado es mucho más amplio y fascinante y vale la pena explorarlo.
Evángelos Odysséas Papathanassíou (Vangelis) nació en Grecia en 1943. Creció en Atenas en un hogar donde la música era el centro de todo. De forma autodidacta aprendió a tocar piano, a pesar de haber tomado sin éxito clases con un profesor privado. En 1963 formó su primera banda, Forminx, que tocaba la música pop de la época como rock n´ roll, balada pop y versiones de grandes clásicos de los Beatles y los Rolling Stones, siempre acompañadas con arreglos de órgano y piano, sello distintivo del arte de Vangelis desde entonces. Formix estuvo activa hasta mediados de 1966 cuando el talento del teclista llamó la atención de compositores y productores locales que empezaron a contratar sus servicios como músico de sesión.
Uno de sus grandes logros fue musicalizar películas griegas en aquellos años, usando el método del expresionismo alemán. Es decir, componía la banda sonora en vivo mientras observaba el filme. Entre las más destacadas se encuentran My Brother, the Traffic Policeman (1966), 5,000 Lies (1966) de Giorgos Konstantinou y To Prosopo tis Medousas (1967) del director Nikos Koundouros. Un aspecto notable de la música de Vangelis de finales de los años 60 era el uso de sintetizadores análogos muy avanzados para la época, traídos de Japón, con los que lograba capas sonoras y atmosféricas muy distintivas, influencia que llegó desde Alemania gracias a la naciente Escuela Berlinesa de Música Electrónica y toda la legión de discípulos de Karlheinz Stockhausen.
En 1967 la situación política de Grecia obligó a Vangelis, y a un centenar de artistas más, a buscar otros destinos para desarrollar sus carreras. Inicialmente se trasladó a Londres donde le fue negada la entrada. Optó por París y allí se radicó desde mediados de 1968. En Francia fue testigo de la fuerza que tomaban la psicodelia y el rock sinfónico en toda Europa. Durante meses se dedicó a conocer y a explorar toda la corriente de artistas que llegaban desde Gran Bretaña, Alemania, Italia, y algunos casos locales, con una música avanzada y completamente novedosa por el tipo de arreglos y estética sonora. Tras asistir a una presentación de Procol Harum, decidió formar la banda Aphrodite´s Child con el cantante y bajista Demis Roussos, con el memorable baterista Lucas Sidera y con el guitarrista Anargyros Koulouris. De su primer álbum End of the World (1968) la canción “Rain and tears” se convirtió en éxito en toda Europa gracias a esa voz tan distintiva y particular que tenía Roussos. Basta con escuchar la introducción de la canción para encontrar la clara influencia de Procol Harum y de la música clásica en el sonido de la banda de Vangelis.
En 1969, buscando capitalizar el éxito del álbum debut, lanzaron el trabajo It's Five O'Clock que conserva el estilo sinfónico del primer trabajo, con más fuerza en la parte de los teclados. A inicios de la década de los setenta, Vangelis empezó a trabajar en una idea conceptual para el tercer trabajo de la banda. Inspirado en el Libro del Apocalipsis, el músico griego concibió una pieza que rompía completamente con la fórmula de los dos trabajos anteriores. A Roussos la idea no le gustó porque se le quitaba protagonismo a la voz y a las canciones para darles mayor fuerza a los arreglos de los teclados. La casa disquera tampoco estuvo de acuerdo con el enfoque del álbum. Durante la grabación del trabajo 666 en 1971, Aphrodite´s Child se separó. El álbum finalmente salió en junio de 1972 y se convirtió en toda una pieza de culto entre los seguidores del rock progresivo. Roussos emprendió una importante y exitosísima carrera en solitario, con varios trabajos producidos por Vangelis y con una decena de éxitos radiales en todo el mundo, incluida Colombia donde su música rotó en la radio frecuentemente (“Forever and Ever”, “My Only Fascination”, “Goodbye My Love Goodbye”, “My Reason”, “My Friend the Wind”, entre otras).
Vangelis se reinventó, dejó de un lado el rock y decidió componer nuevamente música para cine y televisión como Sex Power (1970) y Salut Jerusalem (1972). Justamente en 1972 Vangelis publicó su primer álbum en solitario, Fais que ton rêve soit plus long que la nuit, que en francés significa “Haz que tu sueño dure más que la noche”. Se inspiró en las revueltas estudiantiles francesas de 1968, tras las que decidió escribir el “Poème symphonique” para expresar su solidaridad con los estudiantes. En 1974, Jon Anderson y Steve Howe de Yes lo invitaron a sumarse al grupo en reemplazo del teclista Rick Wakeman, pero el griego rechazó la oferta para concentrarse de lleno en su carrera como compositor. Moraz fue el elegido para las sesiones del álbum Relayer (1975), mientras que Vangelis producía los memorables álbumes Heaven and Hell (1975) y Albedo 0.39 (1976), de donde vienen las icónicas piezas “Pulstar” y “Alpha”, que Carl Sagan utilizó en la serie Cosmos.
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Su punto máximo y de mayor trascendencia fue justamente con el score del largometraje británico Chariots of Fire, de 1981.
A finales de la década de los setenta la tan anhelada conexión con Yes finalmente se concretó por cuenta de una alianza entre Vangelis y el cantante Jon Anderson para darle forma al proyecto Jon And Vangelis y del que quedaron cuatro memorables álbumes en estudio. El álbum debut Short Stories (1980) alcanzó el número 4 en el Reino Unido gracias a la canción “I Hear You Now”, número 8 en listas británicas. The Friends of Mr Cairo, Private Collection y Page of Life, publicados en 1981, 1983 y 1991 respectivamente, se convirtieron en clásicos del repertorio de ambos artistas por cuenta de temas que trascendieron en el tiempo como “I'll Find My Way Home”, “Deborah”, “Polonaise”, “Change We Must” y “State of Independence”, que tuvo además una gran versión de Donna Summer, siendo su último éxito en la radio norteamericana.
Paralelo a su trabajo con Anderson, Vangelis continuó produciendo bandas sonoras para películas europeas. Su punto máximo y de mayor trascendencia fue justamente con el score del largometraje británico Chariots of Fire (1981). Como lo dijo el portal Classic Rock, “sinónimo de montajes deportivos a cámara lenta”. En varios reportajes de prensa de la época Vangelis confesó que aceptó trabajar la música de esa película por el tema y por el tipo de personas que estaban involucradas en la producción. El director Hugh Hudson invitó al compositor griego por la fuerza de los sintetizadores en su música moderna. La pieza instrumental de apertura, “Titles”, que más tarde se llamó “Chariots of Fire Titles”, se lanzó como sencillo y alcanzó el número 1 de la Hot 100 de Billboard durante una semana. El álbum de la banda sonora fue número 1 en Billboard durante cuatro semanas y logró vender cerca de un millón de copias en Estados Unidos y más de dos millones en el resto del mundo.
En 1982 Polydor Colombia lo lanzó al mercado local, siendo un éxito del momento en ventas. El tema central de la película fue elegido además como la canción oficial de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1984. El éxito de Chariots of Fire llevó a Vangelis a ser invitado por Ridley Scott para producir la banda sonora de la película Blade Runner (1982), otro hito en su carrera. Con Scott trabajó además en la banda sonora de la película 1492: Conquista del paraíso. Recientemente estuvo vinculado con la Nasa en algunos proyectos y su más reciente trabajo de 2021, Juno to Jupiter, justamente está inspirado en la sonda de la agencia espacial.
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El éxito de Chariots of Fire llevó a Vangelis a ser invitado por Ridley Scott para producir la banda sonora de la película Blade Runner, otro hito en su carrera.
Con veintitrés álbumes en estudio, que capturaron además un tiempo irrepetible, además del proyecto Aphrodite´s Child y colaboraciones con otros artistas como Jon Anderson, Demis Roussos, Irene Papas (Odesa), Nana Mouskouri, entre otros, además de un legado que fue seguido y emulado por Mike Oldfield, Kitaro, Cuzco, Era, Andreas Vollenweider, Tangerine Dream y Jean-Michelle Jarre, Vangelis deja un legado difícil de igualar por la calidad de sus composiciones y por la apuesta arriesgada de vincular la tecnología al servicio de la música, sin descuidar sus orígenes griegos, siempre presentes en algunas de sus composiciones memorables. Son incontables las melodías creadas en esos “teclados de fuego” que generaciones enteras han asimilado en su memoria como “End Titles”, “Hymn”, “La Petite Fille de la Mer”, “Five Circles”, “To The Uknown Man”, “Conquest of Paradise”, “Spiral”, “L´enfant”, “Love Theme from Blade Runner”, “Rachel´s Song”, “Himalaya”, “Antartica”, “Jerusalem”, “El Greco”, entre tantas otras que difícilmente olvidaremos, porque Vangelis creó música inmortal que ha traspasado fronteras y ha resistido el paso del tiempo, estando siempre a la vanguardia de la producción y la composición.
Playlist: Los teclados de fuego de Vangelis
https://open.spotify.com/playlist/4Q0sjVD8uWFjRe7hZH1kpa?si=f13b64dcb2a545a9