¿Ya es tarde?
22 Abril 2022

¿Ya es tarde?

Esta es la pregunta más importante frente al cambio climático. Un comité de 234 científicos de 66 países entregó un devastador informe a la ONU: el cambio climático ya está aquí y se quedará por milenios. ¿Existe alguna esperanza?

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En su informe titulado “Cambio Climático 2021: Bases físicas”, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU afirmó que el calentamiento global “es generalizado, avanza con rapidez y se intensifica”. El IPCC (por sus siglas en inglés), concluyó que se están produciendo cambios en el clima de la Tierra en todas las regiones y en el sistema climático en su conjunto. Muchos de los cambios observados no tienen precedentes en millones de años, y algunos de los que ya se están sucediendo, como el aumento del nivel del mar, no se podrán revertir hasta dentro de siglos o milenios.

La influencia de la actividad humana en el sistema climático es indiscutible y –según Naciones Unidas–, nos encontramos en un momento decisivo para afrontar el mayor desafío de nuestro tiempo. “Cada día, en diferentes puntos de la geografía mundial, el planeta nos manda mensajes sobre las enormes transformaciones que está sufriendo: desde cambiantes pautas meteorológicas que amenazan la producción de alimentos; hasta el aumento del nivel del mar que incrementa el riesgo de inundaciones catastróficas. Los efectos del cambio climático nos afectan a todos”.

“La vida en la Tierra puede superar un cambio climático evolucionando hacia nuevas especies y creando nuevos ecosistemas”, según la ONU. Pero “la humanidad no puede”.

La delgada franja de 1,5º C

La conclusión más importante del informe está en esta cifra: 1,5º C. El consenso científico afirmaba que la meta de aumento de la temperatura media global debía ser de 2º C en el presente siglo. Sin embargo, la ONU sugirió revisar este objetivo y reducirlo a 1,5º C, lo
cual requerirá cambios rápidos, de gran alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad global.

La ONU sugirió revisar este objetivo y reducirlo a 1,5º C, lo cual requerirá cambios rápidos, de gran alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad global.



La justificación está en que los daños ocasionados por el cambio climático podrían ser menores si el límite se reduce. Por ejemplo, para 2100 el aumento del nivel del mar sería 10 cm más bajo; las probabilidades de tener un océano Ártico sin hielo durante el verano
disminuirán de una vez por década a una vez por siglo; y mientras que un aumento de dos grados acabaría con todos los arrecifes de coral del mundo, con la nueva meta la afectación estaría entre 70% y 90%.

cambio climatico

Sin embargo, con la tendencia actual el mundo se dirige no solo a incumplir el compromiso sino a sobrepasarlo ampliamente, hasta un alza de 3 ºC. Así, es probable que ya sea demasiado tarde: “Las condiciones de vida cambiarán superando la capacidad de algunos organismos a adaptarse”, según el informe, que cita como ejemplo los arrecifes de coral, de los que dependen unos 500 millones de personas.

Con la tendencia actual el mundo se dirige no solo a incumplir el compromiso sino a sobrepasarlo ampliamente, hasta un alza de 3 ºC. Así, es probable que ya sea demasiado

tarde.



No todas son malas noticias

En medio de este escenario catastrófico, el informe aún deja especio para un asomo de optimismo, identificando ocho conclusiones esperanzadoras:

Los vehículos eléctricos están en auge. El uso de electricidad baja en carbono está reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte terrestre. El informe destaca que el biocombustible sostenible puede ofrecer beneficios de mitigación
adicionales.

Las tecnologías de bajas emisiones se hacen menos costosas. Según el informe, el costo de la energía solar, eólica y los vehículos eléctricos se ha reducido considerablemente: de 2010 a 2019, los costos de la energía solar han disminuido 85%, la energía eólica 55% y las baterías de iones de litio 85%.

Las Leyes de mitigación se están expandiendo. Los expertos señalan que ha habido una expansión “consistente” de políticas y leyes que abordan la mitigación climática. En muchos países, estas políticas han mejorado la eficiencia energética, reducido las tasas de
deforestación y acelerado el despliegue de tecnología.

Todavía es posible cambiar las emisiones industriales. Las emisiones netas de carbono cero del sector industrial, aunque desafiantes a una escala significativa, todavía son posibles. Para lograrlo, las industrias deben aprovechar las energías renovables, el hidrógeno verde, los biocombustibles y el control de la gestión del carbono.

Las ciudades presentan una gran oportunidad. El informe subraya que las áreas urbanas brindan oportunidades clave para la mitigación del cambio climático. Algunas medidas urbanas efectivas incluyen más áreas verdes y una mayor penetración de energía
renovable.

Se están desplegando medidas económicas. Muchos instrumentos regulatorios y económicos ya se han implementado con éxito. “Estos podrían apoyar reducciones profundas de emisiones y estimular la innovación”, explican los autores, y destacan que la
eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles es clave en este punto.

A las personas les importa y están comprometidas. El informe reconoce que muchos ciudadanos de todo el mundo se preocupan por la naturaleza y la protección del medio ambiente, y están motivados para participar en la lucha por el clima.

La buena noticia es que el conjunto de estas acciones podría traer efectos positivos en cadena. Por ejemplo, la conservación y restauración de los manglares y de los bosques submarinos de algas podría aumentar el almacenamiento de CO2, proteger las costas
contra las inundaciones, proveer un hábitat a numerosas especies y alimentar a las poblaciones costeras.

Si bien algunos efectos negativos son ineludibles a corto plazo, el informe deja también espacio para el optimismo: la humanidad aún puede aspirar a frenar el calentamiento en la segunda mitad del siglo XXI, tomando medidas determinantes ahora. “Necesitamos una transformación radical de los procesos y comportamientos a todos los niveles: individuos, comunidades, empresas, instituciones y gobiernos”, concluye.

Si bien algunos efectos negativos son ineludibles a corto plazo, el informe deja también espacio para el optimismo: la humanidad aún puede aspirar a frenar el calentamiento.



Ya lo advirtió el reputado naturalista británico Sir David Attenborough en la antesala de la cumbre climática COP26, en Glasgow, el año pasado: sería “realmente catastrófico” si ignoramos el problema. “Cada día que pasa y no hacemos algo es un día perdido”.

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