El portal PlagioSOS, que denunció que Jennifer Arias había plagiado la tesis, anunció su cierre
20 Diciembre 2022

El portal PlagioSOS, que denunció que Jennifer Arias había plagiado la tesis, anunció su cierre

Crédito: Foto ilustración: Yamith Mariño

Sus miembros, que no son profesores pensionados con tiempo libre sino literatos, agrónomos, filósofos, biólogos y una obrera que nunca ha pisado una universidad, se sienten perseguidos, amenazados, sin recursos y sin ninguna esperanza de que algo cambie en la academia.

Por: Juliana Ramírez

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El caso más reconocido de plagio que ha documentado el portal PlagioSOS es el de la exrepresentante del Centro Democrático Jennifer Arias, no solo por lo mediático sino por las consecuencias que tuvo: la Universidad Externado inició acciones legales para quitarle el título de maestría.

“Lo de Jennifer Arias ni siquiera fue un estudio de caso como tal sino una duda académica, porque no hallábamos su trabajo de grado. Lo que encontramos fue una presentación en Prezi que analizamos en media mañana y ahí evidenciamos el plagio de varios artículos. Luego fue retomado por el portal Pluralidad y por El Espectador y tuvo su impacto mediático”, relata el líder de PlagioSOS, quien desde hace 12 años dirige el portal desde el anonimato.

Después de más de 60 análisis de copias de tesis, libros, artículos y demás de trabajos universitarios, el portal PlagioSOS anunció su cierre para el próximo año. Sus miembros, que no son profesores pensionados con tiempo libre sino literatos, agrónomos, filósofos, biólogos y una obrera que nunca ha pisado una universidad, se sienten perseguidos, amenazados, sin recursos y sin ninguna esperanza de que algo cambie en la academia.

¿Si se van, no les están dando a entender a los plagiadores que ellos ganaron la batalla? “No, porque ellos siempre han ganado, nunca han perdido”, respondió.

El líder considera que la diferencia entre los plagios de la tesis de maestría de la exrepresentante Jennifer Arias y la tesis de doctorado del exministro Jonathan Malagón es que la primera no contaba con un padrino como el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo. “¿O cómo se explica que después de toda la evidencia, Malagón no tuviera ninguna consecuencia en la Universidad Nacional, donde era profesor, que el propio Banco de la República publicara un libro para avalar el plagio y que él esté en Harvard como si nada?”.

Aunque PlagioSOS utiliza programas para detectar párrafos idénticos, sus miembros han desarrollado habilidades para detectar citas, tipos de escritura y tiempos y modos verbales que les sirven para sospechar. En promedio, se pueden tardar un mes en analizar cada caso, pero hay otros que les ha tomado años, como el seguimiento que le han hecho a las publicaciones de la columnista Catalina Ruiz Navarro. El método que han desarrollado no incluye cruce de correos. Todo lo hacen presencialmente y con total escepticismo.

La obstinación por fiscalizar el plagio le nació al líder al notar el costo –siendo estrato 2– de llegar a una universidad pública y mantenerse. 

Todo comenzó cuando un profesor de la Universidad Nacional sede Palmira le plagió un libro a un grupo de agrónomos. A pesar de las quejas y los trámites, estos no obtuvieron justicia. Así que resolvieron crear su propia Fiscalía, y sus propios medios de denuncia, a través de un portal que dejara en evidencia al profesor que les había copiado sus ideas sin darles el crédito. Más que justicia, buscaban lograr un debate en la academia, que hoy los sigue ignorando.

El líder aseguró que por ese primer caso recibió seguimientos, pero que en ese entonces sabía quién podría estar detrás si algo les pasaba, “porque era el único avispero que habíamos alborotado”.

Hoy es distinto. Un antiguo administrador de la página recibió amenazas directas en abril de este año en su casa en Popayán, y por él preguntan constantemente en el barrio donde reside su mamá. También ha recibido llamadas sospechosas y mensajes directos en redes sociales.

“Desde el año pasado hemos estado relacionados con cuatro hechos relevantes: el caso de Jennifer Arias, el de la periodista Darcy Queen, un estudio de caso de Lorena Mesa, subdirectora de Unidad de Víctimas, y otro de la Universidad de los Andes. Son casos que han sido polémicos y que pueden estar ligados con hechos inusuales que nos ha pasado en los últimos meses, porque son gente con poder”, afirmó.

El fundador de PlagioSOS dijo que se ha disfrutado todos los casos porque develan una práctica recurrente y aceptada socialmente que goza de total impunidad en las universidades. “Hay unos plagios que pueden ser más representativos, ya sea por la magnitud o por el papel que cumplen los autores o porque sea mediático, pero ya llegó la hora de parar. Les llegó la Navidad a los plagiadores”, concluyó.

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