¿Jugarán las encuestas un papel clave en estas elecciones?
20 Mayo 2022

¿Jugarán las encuestas un papel clave en estas elecciones?

El candidato Gustavo Petro sale como ganador en las encuestas publicadas en la última semana. Le siguen en orden Federico Gutiérrez, Rodolfo Hernández y Sergio Fajardo.

Crédito: Yamith Mariño

Al haber atinado a los resultados de hace cuatro años, las firmas encuestadoras llegaron fortalecidas a la carrera presidencial de 2022 y han influido de manera directa en la dirección que ha tomado la campaña. ¿Qué tanto incidirán en el voto de los colombianos?

Por: Jesús Mesa

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En tiempos electorales, las encuestas están en boca de todos, y es difícil discutir que han jugado un papel importante en la carrera por la Casa de Nariño, pues no solo motivan las decisiones que van tomando las campañas, sino porque pueden influir en el voto de los colombianos.

Para las campañas las encuestas son fundamentales. De estas depende que los candidatos reciban financiación, atención de los medios, cierren alianzas políticas o que los ciudadanos se motiven para subirse al bus de la victoria u opten por el voto útil para derrotar al que no les gusta. Y ahora que ya no se pueden publicar más, dependerá de los colombianos a cuál de ellas le van a creer.

A una semana de la elección, las casas encuestadoras más conocidas del país entregaron sus últimos ejercicios. No hay mucha diferencia entre los resultados de las grandes. Las últimas tres, publicadas esta semana, dan como ganador en primera vuelta al candidato Gustavo Petro. Invamer lo pone con 40,6 por ciento, Guarumo con 37,9 por ciento y el Centro Nacional de Consultoría con 41,0 por ciento. 

No obstante, lo bueno está debajo de él. Aunque todas ubican a Federico Gutiérrez como el principal rival de Petro, hay una tendencia al alza en la campaña de Rodolfo Hernández. De los candidatos con posibilidades reales para la Presidencia, el exalcalde de Bucaramanga fue el único que creció en intención de voto en la última semana. 

A Fico la encuesta de Invamer lo mantiene segundo con 27,1 por ciento, Guarumo lo ubica en 30,8 por ciento y el CNC lo registra con 23,9 por ciento. Sin embargo, el candidato del Equipo por Colombia debe estar preocupado por el crecimiento de Rodolfo Hernández, que solo en una semana le recortó en promedio 6 puntos por encuesta. De hecho, en la última encuesta del CNC el exalcalde de Bucaramanga alcanza a quedar en empate técnico con Gutiérrez, algo impensado hace un par de semanas.

¿Las encuestas reflejan la realidad política? María José Roldán, directora de opinión pública del Centro Nacional de Consultoría, cree que sí, aunque también considera que son “fotografías de un momento”. “Las encuestas muestran lo que piensan los colombianos y podemos ver que hay una concordancia de los resultados de los diferentes sondeos con lo que se habla en las calles y se lee en los medios”, agrega.

Por su parte, el gerente de Cifras y Conceptos, César Caballero, opina que las encuestas sí tienen un efecto sobre los electores y que alrededor de ellas existen comportamientos variables, ya que los medios las usan para alimentar la agenda informativa y los ciudadanos la utilizan de distintas maneras.

“Hemos encontrado que hay personas que solo miran las encuestas para ratificar sus propias creencias, pero hay otros que se enteran muy tarde del proceso electoral y se informan con los medios, las encuestas y su entorno para tomar una decisión. Al final, las encuestan pesan, pero no en todos los grupos ni en las mismas proporciones”.

No obstante, hay quienes todavía desconfían de ellas. Sergio Fajardo, que va para abajo en las encuestas, dice no creer en ellas, pues considera que “nunca lo han favorecido”. Y puede que el exgobernador de Antioquia tenga razón, pero los eventos que han rodeado a su campaña tampoco han dado a entender que los sondeos estén equivocados. La campaña de Fajardo no despegó nunca y eso las encuestas lo reflejaron en sus distintos resultados.

Otras campañas, como las de Íngrid Betancourt y Luis Pérez, le han dado valor a los sondeos. Ambos candidatos renunciaron a sus aspiraciones debido a la baja intención de voto con la que contaban; y, en el caso de Betancourt, ella optó por adherirse a la campaña que mayor crecimiento reflejó en los últimos sondeos: Rodolfo Hernández.

 

La experiencia en 2018

Para las elecciones de 2018 las firmas encuestadoras estaban en el ojo del huracán. Los recuerdos de los descaches del plebiscito, el brexit y la elección de Trump en Estados Unidos estaban todavía vivas y había mucho escepticismo sobre si le pegarían o no a los resultados. Y le atinaron. 

La mayoría acertó en las tendencias y anticiparon quiénes seguirían en carrera hacia la Presidencia de la República: Iván Duque y Gustavo Petro. Los porcentajes tampoco estuvieron muy disparejos, excepto por el caso Fajardo, que sorprendió en la votación.

Duque ganó la primera vuelta con el 39 por ciento de los votos válidos, mientras que Petro aseguró la segunda vuelta con el 25 por ciento, números que estuvieron dentro de los cálculos de las encuestadoras. También le atinaron a predecir las bajas votaciones que tendrían Vargas Lleras y De la Calle, con un 7,2 por ciento y un 2 por ciento, respectivamente. 

El que sorprendió fue Fajardo, que pasó de un promedio de 15 por ciento en los sondeos a un 23,4 por ciento final, muy cerca de Petro. Así como está pasando ahora con la campaña de Rodolfo Hernández, en 2018 fue el exgobernador de Antioquia el que repuntó en las últimas encuestas. No le alcanzó. Las firmas encuestadores aseguran que sus sondeos sí habían mostrado este ascenso y que sus mediciones internas lo evidenciaban, pero la restricción legal de publicar encuestas durante la última semana no permitió mostrar ese ascenso.

De hecho, por casos como el de Fajardo los representantes de las principales firmas encuestadoras han insistido en la importancia de eliminar esta veda. “Es como taparse los ojos en la etapa final de la carrera”, dijo Martín Orozco, representante de Invamer, durante un foro realizado en la Universidad Externado de Colombia. La veda se refiere a que el límite permitido para publicar encuestas es ocho días antes de la elección. Para ello, el trabajo de campo debe hacerse una semana antes, lo cual significa que la última encuesta que se conoce antes de las votaciones corresponde a la opinión que los encuestados tenían 15 días atrás.

Teniendo en cuenta la experiencia de hace cuatro años, y con el crecimiento de Rodolfo Hernández, no se puede descartar que un fenómeno como el que sucedió con Fajardo se repita. Lo más probable, de acuerdo con María José Roldán, del Centro Nacional de Consultoría, es que los votos del exalcalde de Bucaramanga sean “muchos más de los que dicen hoy las encuestas”. La pregunta ahora es si le alcanzará el impulso para llegar a segunda vuelta. 

Por supuesto, se debe tener presente, como enfatizan los encuestadores, que la de hoy es solo de la fotografía de un instante, que se toma momentos antes de la línea de sentencia. Es como si la transmisión de una etapa de ciclismo se interrumpe a 200 metros de la llegada, cuando apenas los corredores están iniciando el sprint. Por más datos que se tengan sobre sus posiciones y sus velocidades, es realmente difícil anticipar quiénes cruzarán la meta en los primeros lugares.

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