Rusia invade Ucrania en las “horas más oscuras” de Europa desde la Segunda Guerra Mundial

Por: Reuters 

Misiles rusos cayeron sobre ciudades ucranianas. Ucrania informó de la llegada de columnas de militares a través de sus fronteras, en las regiones orientales de Chernihiv, Járkov y Luhansk, y del desembarco por mar en las ciudades de Odesa y Mariúpol, en el sur.

En la capital ucraniana, Kiev, se oyeron explosiones antes del amanecer. Sonaron disparos y sirenas en toda la ciudad, y la autopista se atascó con el tráfico mientras los residentes intentaban huir.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, afirmó que el objetivo del líder del Kremlin, Vladimir Putin, es destruir su Estado.

“Putin acaba de lanzar una invasión a gran escala de Ucrania. Ciudades ucranianas pacíficas están siendo atacadas”, dijo el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, en Twitter.

“Esta es una guerra de agresión. Ucrania se defenderá y ganará. El mundo puede y debe detener a Putin. El momento de actuar es ahora”.

El jefe de Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell, dijo: “Estas son unas de las horas más oscuras de Europa desde la Segunda Guerra Mundial”.

Un residente de la segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkov, la más cercana a la frontera rusa, dijo que las ventanas de los bloques de apartamentos temblaban por las constantes explosiones.

En las afueras de Mariúpol, cerca de la línea del frente en manos de los separatistas apoyados por Rusia, salía humo de un incendio en un bosque atacado por los bombardeos rusos.

Una columna de blindados ucranianos avanzaba por la carretera, con soldados sentados en lo alto de las torretas que sonreían y hacían señas de victoria a los coches que pasaban y tocaban el claxon en señal de apoyo.

En las ciudades cercanas de Mangush y Berdyansk, la gente hacía cola para conseguir dinero y gasolina. Se veía a los civiles de Mariúpol haciendo las maletas.

“Nos vamos a esconder”, dijo una mujer de mediana edad con un jersey gris.

Los primeros informes sobre víctimas eran esporádicos y no estaban confirmados. Ucrania informó de la muerte de al menos ocho personas por bombardeos rusos y de la muerte de tres guardias fronterizos en la región de Kherson, en el sur del país.

El ejército ucraniano dijo que había destruido cuatro tanques rusos en una carretera cerca de Járkov, que había matado a 50 soldados cerca de una ciudad de la región de Luhansk y que había derribado seis aviones de guerra rusos en el este.

Rusia negó que sus aviones o vehículos blindados hubieran sido destruidos. Los separatistas apoyados por Rusia afirmaron haber derribado dos aviones ucranianos.

En una declaración de guerra televisada a primera hora, Putin dijo que había ordenado “una operación militar especial” para proteger a las personas, incluidos los ciudadanos rusos, sometidos a un “genocidio” en Ucrania, una acusación que Occidente califica de propaganda absurda.

“Y para ello nos esforzaremos en la desmilitarización y desnazificación de Ucrania”, dijo Putin. “Rusia no puede sentirse segura, desarrollarse y existir con una amenaza constante que emana del territorio de la Ucrania moderna... Toda la responsabilidad del derramamiento de sangre recaerá sobre la conciencia del régimen gobernante en Ucrania”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que sus oraciones estaban con el pueblo de Ucrania “mientras sufren un ataque no provocado e injustificado”. Prometió duras sanciones en respuesta y dijo que consultaría rápidamente con otros líderes mundiales.

La perspectiva de que la guerra y las sanciones perturben los mercados de energía y materias primas suponía una amenaza inmediata para una economía mundial que apenas está saliendo de la pandemia. Las acciones y los rendimientos de los bonos se desplomaban, mientras que el dólar y el oro se dispararon. El petróleo Brent superó los 100 dólares por barril por primera vez desde 2014. 

“Aquí no hay compradores para los activos de riesgo, y hay muchos vendedores ahí fuera, por lo que este mercado está siendo muy golpeado”, dijo Chris Weston, jefe de análisis de la casa Pepperstone.

Ucrania, un país democrático de 44 millones de habitantes con más de 1.000 años de historia, es el mayor país de Europa por superficie después de la propia Rusia. Votó mayoritariamente a favor de la independencia tras la caída de la Unión Soviética, y aspira a entrar en la OTAN y la Unión Europea, aspiraciones que enfurecen a Moscú.

Putin, que negó durante meses que estuviera planeando una invasión, ha calificado a Ucrania de creación artificial arrancada a Rusia por sus enemigos, una caracterización que los ucranianos califican de sorprendente y falsa.

Tres horas después de que Putin diera su orden, el Ministerio de Defensa ruso dijo que había eliminado la infraestructura militar de las bases aéreas ucranianas y que había deteriorado sus defensas aéreas.

Anteriormente, medios de comunicación ucranianos informaron de que los centros de mando militares de Kiev y Járkov, en el noreste, habían sido alcanzados por misiles, mientras que las tropas rusas habían desembarcado en las ciudades portuarias del sur, Odesa y Mariúpol. Un testigo de Reuters oyó posteriormente tres fuertes explosiones en Mariúpol.

Rusia anunció el cierre de toda la navegación en el mar de Azov. Rusia controla el estrecho que desemboca en el mar en el que Ucrania tiene puertos, incluido el de Mariúpol. Ucrania hizo un llamamiento a Turquía para que prohibiera a los barcos rusos entrar en el estrecho que conecta el mar Negro con el Mediterráneo.

Tenemos miedo

Colas de personas esperaban para retirar dinero y comprar provisiones de alimentos y agua en Kiev. El tráfico estaba atascado saliendo de la ciudad hacia el oeste, en dirección a la frontera con Polonia. Los países occidentales se han preparado para la posibilidad de que cientos de miles de ucranianos huyan de un ataque.  

A media mañana, el tráfico estaba paralizado en la carretera principal de cuatro carriles hacia la ciudad occidental de Lviv. Los coches se extendían a lo largo de decenas de kilómetros, según testigos de Reuters.

Oxana, atrapada en un atasco con su hija de tres años en el asiento trasero, dijo que huía “porque ha empezado una guerra. Putin nos ha atacado”.

“Tenemos miedo de los bombardeos”, dijo. “Díganles: 'no pueden hacer esto'. Nos da mucho miedo”.    

Biden, que ha descartado poner tropas estadounidenses sobre el terreno en Ucrania, dijo que Putin había optado por una guerra premeditada que traería una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento humano.

“Rusia es la única responsable de la muerte y la destrucción que traerá este ataque, y Estados Unidos y sus aliados y socios responderán de manera unida y decisiva”, dijo Biden, que habló con Zelenskiy por teléfono.

El presidente francés, Emmanuel Macron, condenó la acción de Rusia, mientras que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que los aliados de la OTAN se reunirían para abordar las consecuencias del “ataque imprudente y no provocado” de Rusia.

El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que Putin había elegido “el camino del derramamiento de sangre y la destrucción”.

China, que firmó un tratado de amistad con Rusia hace tres semanas, reiteró un llamamiento a todas las partes para que actúen con moderación y rechazó la descripción de la acción de Rusia como una invasión.  

Ucrania cerró su espacio aéreo a los vuelos civiles alegando un alto riesgo para la seguridad, mientras que el regulador europeo de la aviación advirtió de los peligros de volar en las zonas fronterizas de Rusia y Bielorrusia.