Sergio Fajardo y el naufragio del "centro político"
29 Mayo 2022

Sergio Fajardo y el naufragio del "centro político"

El centro lo tuvo todo para ganar, pero una serie de malas decisiones los llevó a ser irrelevante en las votaciones del domingo.

Crédito: Yamith Mariño

El exgobernador de Antioquia pasó de ser un firme candidato a la presidencia a mendigar votos para no perder el dinero de la reposición.

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La baja votación que obtuvo Sergio Fajardo –candidato de la Coalición Centro Esperanza– en las elecciones de este domingo no sorprendió a nadie, ni siquiera a ellos mismos. Los resultados fueron recibidos por su campaña con alivio, como cuando un equipo de fútbol sabe que terminó un largo partido que perdía por goleada. 

“Terminamos una jornada que ha sido muy dura. Lo primero que tengo que decir es muchas gracias a ustedes que están acá, que son una muestra de toda esa cantidad de personas que durante todo este tiempo me han acompañado”, manifestó Fajardo.

Pese a la estrepitosa derrota, al discurso final de Fajardo le siguió una papayera, que amenizó el evento mientras los representantes de la coalición dejaban el salón. Sus seguidores se quedaron para hablar, para hacer apuestas sobre el futuro y felicitarse por la campaña. El mensaje era el de “mantener el optimismo”, pero la dura realidad es que había poco que celebrar.

“Siquiera no ganamos, porque qué hubiéramos hecho”, dijo ante la emoción de quienes estuvieron con él durante su alocución.

Para profundizar

El proyecto de Fajardo y del centro naufragó y confirmó lo que indicaban las encuestas. La remontada de la que tanto se habló durante las últimas semanas fue apenas una ilusión. Los números no daban y, en cuestión de semanas, la campaña del exgobernador de Antioquia se hizo invisible. De ser la opción más viable a la polarización, pasó a rogar por que los votos del domingo alcanzaran para reclamar la reposición de votos.

Fajardo quedó en deuda respecto de los 1.997.560 votos de las consultas internas del 13 de marzo: obtuvo 888.154 votos. En casi dos meses, la coalición Centro Esperanza perdió cerca de un millón de votos.

La culpa de esa reducción hay que buscarla dentro de la misma campaña. Fajardo nunca pudo vender la idea de que él era el líder del cambio, y los colombianos terminaron reclamando ese cambio por otras vías. Al final, la única victoria del centro fue que Fajardo salvó el dinero de la reposición, al lograr el 4,20% del total.

Eso sí, el exgobernador de Antioquia quedó muy lejos del 23,78 % que obtuvo en 2018, equivalentes a 4,6 millones de votos. Hace cuatro años perdió la posibilidad de pasar a segunda vuelta por solo 200.000 votos frente a Gustavo Petro, quien alcanzó el 25 % de los votos y luego fue derrotado por Iván Duque.

El centro político está pagando las dificultades de no haber encontrado un candidato que uniera a sus votantes, Patricia Muñoz Yi, directora de posgrados de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, afirma que este proceso “deja un saldo negativo para la experiencia de centro, un costo político para el país, porque muestra que no ha podido unificar posiciones políticas alejadas de la derecha y la izquierda”.

Con un país agotado por la polarización, con un presidente sumamente impopular y con las secuelas del Paro Nacional, la coalición del centro representaba la despolarización y una forma de alejarse de los extremos para proponer un gobierno en el que se vieran representados todos. La posición ideológica de los posibles votantes le ayudaba de sobra, pues, según una encuesta de la firma Cifras y Conceptos, el 71 por ciento de los colombianos se considera de centro.

La receta era relativamente sencilla. La victoria parecía probable si no se daban golpes bajos, privilegiaban la visión de equipo sobre la figuración individual y proclamaban que todos estaban dispuestos a cargarle la maleta al ganador de la consulta.

Ocurrió todo lo contrario. Lo que hicieron Sergio Fajardo, Alejandro Gaviria, Juan Manuel Galán, Jorge Enrique Robledo, Íngrid Betancourt y Carlos Amaya acabó con la esperanza de sus votantes y le abrió paso a la repetición de una película que el país ya había vivido en 2018. Disputas internas, peleas públicas, renuncias y pobres decisiones llevaron al centro a una implosión. "Se concentraron en disputas personales ajenas al interés nacional –comenta Carlos Lemoine, fundador del Centro Nacional de Consultoría–. Además, nunca tuvieron un discurso que contrastara. Entre riñas personales, descuidaron el espacio que sí se supo tomar Rodolfo Hernández".

Para profundizar

“La desesperanza que generó la Coalición de la Esperanza fue gran culpable, pues no entendió el rol que la ciudadanía demandaba de ellos. En lugar de construir una propuesta unificada, se dedicaron a los ataques personales y debilitaron el anhelo de los colombianos en lo que podía ser una forma de hacer una política diferente”, manifestó por su parte Carlos Andrés Arias, es docente de la Maestría en Comunicación Política de la Universidad Externado de Colombia.

Las últimas encuestas no tuvieron piedad con la Coalición Centro Esperanza. Los resultados del exgobernador de Antioquia en las encuestas de Guarumo, Centro Nacional de Consultoría (CNC) e Invamer desde marzo de 2022 fueron decepcionantes, por decirlo de una manera amable. Lejos de Petro y Fico, y detrás de un ascendente Rodolfo Hernández, el desplome de Fajardo fue unánime y se confirmó este domingo. 

Así, a pesar de contar con un ambiente favorable, gracias a un presidente de derecha altamente impopular y con una población que se identificaba con el centro político y reclamaba un cambio, Fajardo parece haber hecho todo lo posible para que le fuera mal. Y lo logró.

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