"Tú no eres gay": Gustavo Petro a Nerú en 2014
Crédito: Yamith Mariño
El bailarín fue contratado para dirigir actividades deportivas en la Casa de Nariño. Sin embargo, el país no sabe que desde hace años sostiene un amistad con la familia del presidente y que ellos le ayudaron en su conversión al cristianismo y sus esfuerzos por formar una familia con una mujer.
El país se despertó con la noticia de que el afamado bailarín Nerú, cuyo nombre verdadero es Adolfo Martínez Carrillo, ocupará un lugar en la planta de trabajadores de la Casa de Nariño. Así lo revelaron diferentes medios de comunicación que, además, señalaron que Martínez recibirá en contraprestación un pago de siete millones de pesos mensuales por parte del Departamento Administrativo de Presidencia de la República (DAPRE). Más específicamente, según la documentación pública, su labor consistirá en apoyar “la realización de actividades en materia de salud mental y física, que contribuyan al mejoramiento del clima laboral”.
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La contratación del coreógrafo fue cuestionada por diferentes críticos del gobierno, quienes advirtieron que la decisión va en contravía de la política de austeridad en la que tanto ha enfatizado el presidente Gustavo Petro y sus funcionarios. La respuesta no tardó en llegar. A las pocas horas, Mauricio Lizcano, exsenador y actualmente director del DAPRE, explicó en su cuenta de Twitter que Martínez dirigirá el gimnasio de la Presidencia ya que cuenta con “la experiencia y la confianza para desarrollar el objeto del contrato”.
Respecto a la confianza que existe alrededor de Adolfo Martínez, Lizcano no se equivoca. En una entrevista concedida a un programa de televisión en 2014, el bailarín contó que sostiene una cercana amistad con Petro y su familia. De hecho, aseguró el primer mandatario, que durante esa época fungía como alcalde de Bogotá, y su esposa Verónica Alcócer fueron un apoyo fundamental durante su conversión al cristianismo y posterior transición a la heterosexualidad.
“Verónica Alcócer ha visto ese cambio, lo palpó, porque la conozco hace años. Y lo palpó al lado. Vio mi transformación total y ella fue una de las que más quedó impactada con esto y dice que los milagros existen”, afirmó Martínez a los periodistas que lo entrevistaban.
Más adelante agregó: “Ella fue la primera que me dio la mano, la primera que me apoyó y la que me sigue apoyando con una fuerza espiritual grandísima. De hecho, ella me acompaña a la iglesia”.
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Hace ocho años, el bailarín ocupó titulares de periódicos y noticieros después de anunciar que “dejaría a un lado la homosexualidad” para seguir a Cristo y establecer una familia con una mujer.
, Martínez afirmó que se cortaría el pelo, no usaría más tintes de cabello y se dedicaría a estudiar La Biblia. También compartió que fue víctima de abuso sexual en su infancia.
“Cuando asaltan tu niñez, abusan de ti, y después siguen ese patrón de abuso es muy duro”, declaró entre lágrimas.
En la entrevista, Martínez también recordó un episodio que vivió con el hoy presidente en un evento que se celebró en la casa de este último.
“Estuve en una fiesta de cumpleaños en la casa del señor alcalde (Gustavo Petro) y hasta él mismo se acercó a mí, me miraba, me reparaba, me analizaba, y me dice en su sabiduría, ‘tú no eres gay’”, contó.
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Pero la cercanía del coreógrafo no es exclusiva con la familia que reside en la Casa de Nariño. Una de sus hijas, según dijo Martínez, siempre le transmitió un afecto especial.
“A mi me conmovía mucho el abrazo de la hija del alcalde, la más pequeña, Antonella. Esa niña, con ese amor, cuando me abraza es impresionante”, reconoció.
Es concluyente que entre los Petro y Martínez existe un nexo de amistad. Cuando el bailarín pasó por una difícil situación, el entonces alcalde y su esposa estuvieron dispuestos a colaborarle. Así lo ha admitido Martínez públicamente y hoy, estando en el poder, el presidente lo vincula para que dirija actividades en el hogar que ocupará por los próximos cuatro años.