Los “candidatos de relleno” en las listas al Senado

Por Santiago Luque Pérez

Luz Margoth Rojas ocupa el puesto número seis en la lista que el Partido de la U inscribió para las elecciones al Senado de la República. Aunque muy pocos colombianos saben de su existencia, su trasegar político daría para pensar que se trata de una figura relevante: es la segunda vez que se lanza al Congreso y ha sido también dos veces candidata al Concejo de Bogotá. Pero sus resultados electorales dejan mucho que decir. Empezó con apenas 1.000 votos y, en las últimas elecciones, logró llegar a la modesta cifra de 2.600 sufragios.

Ese solo hecho llamaría la atención: ¿Por qué el Partido de la U le da un lugar tan privilegiado en sus listas a alguien que nadie conoce y que siempre fracasa en las urnas? Lo interesante del cuento es que Rojas, quien cada que hay elecciones aparece como candidata, de política no tiene un pelo. Se trata, en realidad, de una persona que hace parte del equipo de servicios generales del partido. Es decir, es a la vez aspirante al Congreso y “señora de los tintos”.

Pero el de Luz Margoth no es un caso excepcional. En las listas al Senado figuran al menos nueve funcionarios administrativos de los partidos: siete mujeres y dos hombres, que van desde recepcionistas hasta asesores. El Partido Liberal tiene el mayor número de aspirantes sin bagaje político. Cambio Radical y el Partido de la U, por su parte, incluyeron en sus listas a varias candidatas que en los registros figuran como empleadas de servicios generales.

Esta práctica, aunque curiosa, no es nueva. Y la intención no es propiamente lograr más curules, sino más bien sumar votos a cuenta gotas para la cifra total. Lo cierto es que la inclusión de “candidatos de relleno”, —sin experiencia política, caudal electoral, o posibilidades de triunfo— es una jugada bastante común. 

Yann Basset, director del Grupo de Estudios de la Democracia de la Universidad del Rosario

"En las listas se suele incluir este tipo de candidatos para cumplir cuotas de género o de región".

Para las elecciones de marzo próximo, en las que se disputan 102 curules para el Senado, 16 partidos inscribieron sus listas, 8 de ellas con más de 70 integrantes. Hay 912 candidatos aspirando a esas 102 sillas del Capitolio. Figuran ahí todos los partidos tradicionales, además del Pacto Histórico, la Coalición de los Verdes y el movimiento Fuerza Ciudadana. Los que menos personas inscribieron son partidos y movimientos políticos que se presentan por primera vez. 

Para Yann Basset, director del Grupo de Estudios de la Democracia de la Universidad del Rosario, resulta despectivo calificar como “candidato de relleno” a alguien que aspira a una silla en el Congreso de la República. Según él, “en las listas se suele incluir este tipo de candidatos para cumplir cuotas de género o de región”. También señala que “aunque se vote por personajes es una votación por listas, entonces los partidos están interesados en llevar candidatos que no van a ganar pero pueden aportar votos de un sector y una región específica que le van a servir a la lista”.

“Migas” de votos

Es común ver en las listas representantes de organizaciones políticas pequeñas, a líderes sindicales y sociales. La lista Coalición Verde y Centro Esperanza, por ejemplo, tiene dos líderes del sector camionero aspirando para el Senado. En el Partido Liberal está la representante legal de Sintrasexco, sindicato de trabajadoras sexuales de Colombia. En el Partido Conservador está un general retirado del Ejército Nacional. Yann Basset también señala que los candidatos buscan “medir su popularidad, poner a sonar su nombre para otras elecciones”.

El senador y candidato Roy Barreras, un viejo zorro de la política, asegura que: “Los rellenos siempre han existido en las listas, porque hay unos que buscan llegar, otros que buscan un puesto y a otros que les dan el puesto por los votos que puedan traer”. Pero en esta ocasión, Barreras se baja del bus y asegura que en su aspiración actual, que para esta ocasión es por el Pacto Histórico, a diferencia de los partidos tradicionales, “todos los candidatos del Pacto van a hacer parte de nuestro gobierno, porque ninguno es de relleno”.

Otro experto en elecciones, Juan Fernando Cristo, hoy precandidato presidencial, cree que las cosas van a cambiar en las elecciones de 2022. Afirma que “va a haber un cambio político que no se ha visto desde el Frente Nacional porque el desprestigio del Congreso tocó fondo y, seguramente, va a haber caras nuevas”.

Jorge Luis Jaraba, Partido de la U

"Las personas enviaban su hoja de vida y la única condición era que cumplieran con los requisitos de ley para ser senadores".

Y en el Partido de la U también defienden los nombres desconocidos en las listas. Jorge Luis Jaraba,  secretario general, dice que ellos están buscando fortalecer las candidaturas de base para que surjan nuevos liderazgos. “El partido lanzó la iniciativa Líder para Confiar, por medio de la cual abrimos convocatoria para formar nuevas personas. Entonces las personas enviaban su hoja de vida y la única condición era que cumplieran con los requisitos de ley para ser senadores”.

Patricia Muñoz Yi, directora de posgrados del área de Ciencia Política de la Universidad Javeriana, dice que estas listas de relleno son resultado del sistema electoral colombiano. En una de sus líneas de investigación, que es la de participación política electoral, ha encontrado que las personas que no cuentan con muchos votos “están por un cálculo matemático, que les da derecho a conservar la personería jurídica a los partidos que pasen el umbral. De igual manera, está la repartición de curules. En esos dos aspectos cada voto suma”.

En un análisis hecho por Cambio se evidenció que en la Coalición Verde y Centro Esperanza, el Pacto Histórico y el Centro Democrático, sus candidatos suelen ser más activos en redes sociales que los del Partido Liberal, La U, Conservador y Cambio Radical. Para Basset esto se explica porque las primeras listas suelen llegar a un público más de ciudad, mientras que “los partidos tradicionales tienen candidatos que hacen campañas en las poblaciones y no son tan visibles en redes”. Esta situación se repite con los candidatos que aportan pocos votos. “Son personas que tienen grupos consolidados y que hacen reuniones, se mueven políticamente pero no en reuniones masivas”, afirma Patricia Muñoz Yi.

La participación de las mujeres

Isabel Londoño Polo, activista feminista y cofundadora de Politikonas, organización que busca promover el liderazgo y la participación política de las mujeres, afirma que “los rellenos siempre han existido en política, antes eran hombres, pero los empezamos a notar de manera despectiva ahora que son mujeres”. A pesar de que en la actualidad la cuota de género establece que el 30 por ciento de las candidatas deben ser mujeres, la cifra de las que llegan a ocupar una curul no ha logrado superar el 23 por ciento. En la anterior legislatura, casi cuatro de cinco sillas en el Senado eran ocupadas por un hombre.

Para Viviana Sarmiento, subcoordinadora del observatorio de mujer, poder y política de la Misión de Observación Electoral (MOE), “el problema no es la cuota de género, son los partidos que meten mujeres para cumplir con la cuota cuando ya no tienen candidatas y es una mala práctica en la que se instrumentalizan mujeres”. En la reforma al Código Electoral que está en revisión de la Corte Constitucional se aprobaron las listas paritarias, es decir, que de no ser modificada de ahora en adelante la mitad de los aspirantes deberán ser mujeres.

En esta ocasión más de la mitad de los 99 aspirantes al Senado por el Partido Liberal son mujeres, sin embargo, en un análisis realizado por Cambio, se evidenció  que solo 5 de las 51 candidatas están haciendo campaña de manera pública. Además en esta lista figuran 6 funcionarios del partido.

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Más de la mitad de los 99 aspirantes al Senado por el Partido Liberal son mujeres, sin embargo, en un análisis realizado por Cambio, se evidenció  que solo 5 de las 51 candidatas están haciendo campaña de manera pública.

Jorge Luis Jaraba defiende la configuración de las listas del Partido de la U y dice que están trabajando para que esos nuevos liderazgos sean femeninos. “En enero lanzamos una serie de capacitaciones enfocadas solo a las mujeres en marketing político, liderazgo, emprendimientos, entre otros. Fueron cinco ciclos de cinco sesiones. Esto se hizo porque los partidos no empoderan a las mujeres”, afirma Jaraba. Sobre el caso de Luz Margoth Rojas dice que “en ese detalle queremos que la militancia se dé cuenta que solo se necesita tener liderazgo y a Lucesita se le dio ese reconocimiento porque ha sido constante en participar con nosotros”.

Es el caso de los partidos políticos donde las mujeres pueden considerarse “de relleno”, pero al tiempo en las listas hay nuevos partidos que pretenden promocionar la participación de las mujeres en la política y hacer viable su elección. 

Diana Vidal es candidata por el Centro Democrático al Senado. Durante la alcaldía de Enrique Peñalosa fue subsecretaria de Movilidad y cuenta que sufrió discriminación cuando asistía a un debate en el Concejo de Bogotá. “En esa ocasión me tocó asistir porque el secretario no podía y uno de los concejales me dijo que yo estaba en este puesto porque me metía con el secretario”, cuenta Vidal. Todo esto a pesar de que duró varios años estudiando en el exterior. Por este motivo lo pensó en varias ocasiones para aspirar al Senado, sin embargo, el apoyo de Politikonas fue clave para que se decidiera a inscribirse.

Viviana Sarmiento afirma que “los mismos partidos no les dan los recursos, no las apoyan para que hagan campaña y es por la violencia del partido, de sus militantes y de partidos rivales de otros partidos que la participación de las mujeres disminuye [...] nos referimos a la violencia tanto física, como psicológica, simbólica y económica”. 

Yann Basset asegura que “la presencia de las listas cerradas en forma de cremallera que intercalan hombre y mujer son apuestas interesantes que son una buena señal que podrían dar con que lleguen más mujeres al Congreso”. Para Patricia Muñoz Yi, “hay muchas tareas pendientes desde los partidos políticos y desde la misma sociedad para poder reducir las diferencias que existen en las mujeres que hacen campaña y ejercen cargos. Muchos dirigentes políticos hombres dicen, por ejemplo, que a las mujeres no les gusta la política”.

Patricia Muñoz Yi, directora de posgrados de Ciencia Política de la Universidad Javeriana

"Muchos dirigentes políticos hombres dicen, por ejemplo, que a las mujeres no les gusta la política", 

En esta ocasión también se presenta a Senado por primera vez Estamos Listas, movimiento político feminista en el que la mayoría de sus candidatas son mujeres. Marta Restrepo, fundadora y jefa de debate, dice que “la mayoría de partidos y coaliciones son patriarcales, dirigidas por varones, eso hace que muchas veces las mujeres sean las que hacen el trabajo de conseguir los votos, los recursos y eso lo capitalizan después los hombres. En Estamos Listas queremos sacar la vocación de poder de estas mujeres, porque nos interesa el poder para transformar”.