El fantasma del umbral que acecha a Fajardo
26 Mayo 2022 06:05 am

El fantasma del umbral que acecha a Fajardo

Crédito: Colprensa

Hace cuatro años Humberto de la Calle se quemó al punto de no sacar más de 400.000 votos y quedarse por debajo del umbral. Este hecho lo dejó sin reposición de votos y con una deuda que lo obligó a hacer una vaca. ¿La caída en picada de Sergio Fajardo en las encuestas lo podría poner en un dilema similar?

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Sergio Fajardo pasó de estar sólido en un tercer puesto, que lo hacía soñar con llegar a segunda vuelta, a desplomarse en las últimas mediciones publicadas a una semana de las elecciones. Esta situación no solo lo aleja de la Presidencia, también lo pone a pensar  en otros riesgos que trascienden el impacto político de su fracaso. Uno de ellos es no superar el 4 por ciento de la votación del domingo y quedarse sin reposición de votos.

Patricia Muñoz Yi, directora de posgrados de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, indica que la caída del candidato está relacionada con el repunte de Rodolfo Hernández y la relativa estabilidad de Gustavo Petro y Federico Gutiérrez que podrían llevar a que “de mantenerse estas tendencias, Fajardo puede no pasar el umbral porque está en el límite y se quedaría sin la reposición de votos”.

Los candidatos que aspiran a un cargo de elección popular tienen la posibilidad de acceder a financiación estatal para realizar su campaña. El requisito clave para que los dineros públicos lleguen a sus bolsillos es la superación del umbral. En la primera vuelta presidencial de este año cada voto será pagado a 3.126 pesos. Por esta razón, los candidatos que tienen pocas posibilidades de superar el umbral suelen ser más recatados con sus cuentas. No es el caso de Sergio Fajardo, quien hasta la fecha ha reportado gastos por más de 5.000 millones de pesos.

Las cuentas de Fajardo

La campaña de la Coalición Verde Centro Esperanza ha reportado ingresos por más de 8 mil millones de pesos. De esa cifra, 5.478 millones son de créditos por reposición de votos. ¿Quién asume el pago de ese préstamo? En principio sería pagado con la financiación estatal y el candidato necesitaría sacar 1'752.340 votos para quedar a paz y salvo.

En caso de no alcanzar el umbral, quien termina pagando este dinero es quien solicitó este préstamo. CAMBIO conversó con Armando Novoa, quien fue magistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE), sobre este escenario. “Cuando los candidatos son avalados por un partido, estos asumen la responsabilidad y los recursos por la vía de pignoración de los recursos. Los préstamos se aplican a los gastos de funcionamiento del partido”, señaló. 

En el caso de Sergio Fajardo, como está avalado por una coalición, las reglas están mediadas por el acuerdo al que llegaron los partidos que hacen parte de la Coalición Centro Esperanza. Aunque se preguntó a varios miembros de la campaña no fue posible establecer quiénes y de qué manera asumirían esta deuda en caso de no conseguir los votos necesarios para pagar el crédito por completo.

La vaca de hace cuatro años

A diferencia de Sergio Fajardo, Humberto de La Calle hace cuatro años no pidió un crédito. Solicitó, en cambio, más de 9.000 millones de pesos en anticipos. Sobre la devolución de este dinero hubo una discusión sobre si lo debía devolver el candidato, el partido o nadie y quedaba como gasto estatal. Luis Guillermo Pérez, magistrado del CNE, confirmó que al final no aplicó la devolución y añadió que: “en el caso que no supere el umbral para el caso de presidenciales, de acuerdo con el artículo 22 de la 1475, no la deberá devolver siempre que se haya gastado de conformidad con la ley”.

La razón de la colecta que armaron por Humberto de La Calle no tuvo relación con este dinero sino con un préstamo de 1.500 millones que pidió a nombre propio. Al final recogió cerca de la mitad de este dinero gracias a las donaciones que le llegaron.

Según el reporte de la plataforma Cuentas Claras, la candidatura de Sergio Fajardo también hizo un préstamo a Bancolombia de 2.000 millones. Sin embargo, no es claro aún si el candidato quedará endeudado. Hay un factor que parece diferenciar ambos casos y es que de La Calle gastó el 99 por ciento del dinero recibido, mientras que a Fajardo aún le quedan 3.500 millones de pesos por ejecutar. 

A pesar de la cantidad de dinero con la que aún cuentan en su campaña, CAMBIO conoció que desde hace unas semanas empezaron a ser austeros con la campaña e incluso terminaron varios contratos porque ya no había plata.

Para profundizar

Aún los candidatos pueden actualizar sus cuentas en el portal del CNE y es posible que los gastos aumenten. Habrá que ver si la campaña de Fajardo gastó todo su dinero o la austeridad que empezó hace unas semanas era una estrategia para que el colchón detenga la caída en picada que pronostican las encuestas. El umbral de hace cuatro años estuvo sobre los 773 mil votos, de lograrlos recibirá 2.400 millones de pesos que le servirán para pagar una parte de las deudas que en total rodean los 7.500 millones. 

El costo político

El barco de Sergio Fajardo parece hundirse y muchos ya saltaron a otros botes. A seis días de la jornada electoral, varios políticos que estaban alineados al candidato de centro se unieron a las campañas de Petro y Hernández. Otros, como el exgobernador de Boyacá, Carlos Amaya, indican que siguen firmes con Fajardo pero ya divisan a dónde llegar en segunda vuelta.

El centro político está pagando las dificultades de no encontrar un candidato que uniera a sus votantes y los efectos hasta ahora se empiezan a ver. Patricia Muñoz Yi afirma que hasta el momento este proceso “deja un saldo negativo para la experiencia de centro, un costo político para el país porque muestra que no han podido unificar posiciones políticas alejadas de la derecha y la izquierda”.

Los seguidores de Fajardo confían en que las encuestas fallen como hace cuatro años y el candidato llegue a segunda vuelta. Sin embargo, el panorama parece ser distinto y los análisis de los sondeos se enfocan en las posibilidades que tiene el candidato de llegar al 4 por ciento de la votación, quién pagará las cuentas en caso de tener un resultado estrepitosamente negativo y cuáles serán las consecuencias a largo plazo para el llamado centro político.

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