Enseñar finanzas en los barrios y fincas para que la vida sea posible
10 Agosto 2022

Enseñar finanzas en los barrios y fincas para que la vida sea posible

El proyecto Paz y Región, que involucra a estudiantes y profesores de la Universidad de Ibagué, desarrolla en varios lugares del Tolima programas de educación financiera para habitantes de barrios populares y campesinos.

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EmpanadasDesde hace seis años Dora María Bustos vende empanadas. Ella vive en el barrio Industrial, en Ibagué. Aunque esta tradicional comida ha conservado el precio en los últimos tres años, los costos de producción le han aumentado significativamente. Ella no tiene claro qué tanto ha sido el incremento, pero lo que sí sabe es que mantendrá sus precios porque si no nadie le compraría.
A decir verdad, sus utilidades son casi nulas y no retribuyen el tiempo ni el desgaste físico y mental que exige la elaboración de sus empanadas. Esta realidad la viven miles de microempresarios en el país y de la misma manera los agricultores, quienes, con el paso del tiempo, ven la importancia de acceder a una formación básica en finanzas para que sus negocios sean viables y así darles un mejor uso a las ganancias, en beneficio de sus familias.
Esta necesidad la identificaron estudiantes de último semestre y profesores de la Universidad de Ibagué que participan en el semestre Paz y Región, estrategia que los vincula a la vida cotidiana de las personas en el territorio. Ellos, en articulación con Finagro, brindaron talleres de formación financiera básica en barrios populares de Ibagué, en la vereda Los Cauchos, en Rovira, un municipio del centro del departamento, y en la Asociación de Usuarios del Distrito de Adecuación de Tierras de Río Recio (Asorrecio).
Martha Yolanda Rojas, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Primero de Mayo, exaltó el componente dinámico de los talleres y los ejercicios prácticos, resaltando el incentivo a las personas para ser organizadas y encontrar el punto de equilibrio y la contabilidad de costo.

“Cuando se es organizado se pueden llevar los negocios de algo muy pequeño a algo grande, que impacte no solo a sus propietarios sino, también, a sus comunidades. Caímos en cuenta de nuestros errores, pero también nos enteramos de que cuidando los costos podremos crecer”.


Así mismo, gracias al convenio con Finagro se ha llevado a los agricultores de Rovira información relacionada con la educación financiera y la concientización de la operatividad de los sistemas de crédito.

Agricultor
Dayani Rojas, director de Paz y Región, resaltó que ante los mercados los más afectados suelen ser los agricultores. “El desconocimiento de las lógicas financieras hace que los intermediarios comerciales, con un poco más de poder de negociación, reciban réditos muy superiores a los agricultores de base, quienes asumen todos los costos de la productividad y reciben solo del 3 al 10 por ciento de las ganancias. Desde Paz y Región queremos aportar a mayor equidad para los agricultores”, explicó.
Por su parte, Leydi Carolina Barón, asesora de Paz y Región, enfatizó la importancia de concientizar al pequeño agricultor para que adquiera capacidad de planeación financiera y tome mejores decisiones. “Que planifique su futuro, que tenga apuestas en tecnificar los cultivos, ofrecer un mejor producto, ser más competitivo y obtener un mayor poder de negociación”, aseguró.
Este proceso de educación popular ha encontrado en la esencia de esa universidad regional una base sólida para transformar la economía de pequeños productores y microempresarios y un ejemplo de que, con sentido social e ingenio, la academia puede incidir en la cotidianidad de los territorios y hacer de la educación un detonante de desarrollo.
Aportar al desarrollo regional, una visión que toma fuerza

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