La jugadita de Luigi Echeverry

Es entendible que el país esté polarizado entre petristas y antipetristas. Lo que no es entendible es que el gobierno descaradamente tome cartas en ese asunto. Y eso fue precisamente lo que sucedió la semana pasada cuando en la junta de Ecopetrol se decidió extender el período de esta de dos a cuatro años. Esa movida hubiera sido presentable si el criterio del período más largo se aplicara a la próxima junta y no a la actual. Pero extenderle el período a la actual faltando tres meses para que se acabe el gobierno es una burda maniobra para que el próximo presidente no pueda cambiar la política petrolera del país. Obviamente esto no se hizo por si llega al poder Fico Gutiérrez. Pero no solo se trata de una torpeza y un papayazo sino de una decisión provocadora e inútil pues, sea quien sea el nuevo presidente, puede convocar inmediatamente una asamblea y cambiar la junta. Parece que Luigi Echeverry no pensó bien su jugadita.