La paradoja del movimiento de Rodolfo
La derrota frente a Petro calmó las aguas entre las filas rodolfistas, que no sabían qué sería de su futuro si el ingeniero ganaba la Presidencia.
En las filas de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, el movimiento de Rodolfo Hernández, existía preocupación sobre el futuro si el el exalcalde de Bucaramanga ganaba las elecciones. Sus miembros, compuesto en su mayoría por personas inexpertas y de poco peso político, se cuestionaban qué caminos tomaría el movimiento dado que su líder iba a estar ocupado en las funciones de jefe de Estado. La derrota frente a Gustavo Petro, paradójicamente, les brindó un respiro.
Cuando comenzó la campaña presidencial, ninguno esperaba que Hernández pasara a segunda vuelta. Sus cálculos eran sencillos: el ingeniero adquiría visibilidad a nivel nacional y, luego de una votación positiva pero insuficiente en primera vuelta, aspiraba en 2023 a la Gobernación de Santander. Dado que el resultado fue mejor de lo planeado, los integrantes de la Liga estaban desubicados porque, hasta la fecha, no hay una línea de mando clara más allá de lo que ordena el exalcalde de Bucaramanga. Sin embargo, perder la Presidencia reencausó sus planes: convencer a Rodolfo de que renuncie al Senado para lanzarse a la gobernación de Santander el próximo año.
