¿Comienza el fin de la pandemia?

Entidades de salud pública de todo el mundo han anunciado su intención de abandonar una serie de medidas restrictivas en contra del coronavirus. En términos de política pública, esta nueva orientación parece señalar el fin de la emergencia sanitaria y la introducción de una nueva etapa donde aprendamos a vivir con el virus y empecemos a recuperar la normalidad.

Varios estados en Estados Unidos como Nueva York, Virginia y California, al igual que países como Francia, Inglaterra, Portugal, Grecia, Suecia y Dinamarca, están eliminando sus restricciones en contra de la covid-19.

Este efecto dominó en la política pública contra el coronavirus parece estar impulsado por una variedad de razones.

En primer lugar, ya existen muchas herramientas para lidiar con el virus: las vacunas son efectivas en reducir el riesgo de mortalidad contra ómicron, la variante dominante. Y la relativa efectividad de la inmunidad natural ha sido comprobada. Adicionalmente, en poco tiempo habrá pastillas antivirales contra el microorganismo.

Es cierto que la variante ómicron ha ocasionado nuevos picos, pero la mortalidad se redujo y los servicios de salud no se han desbordado. Adicionalmente, su alta transmisibilidad ha llevado a que se contagie una proporción grande de la población y —gracias a la inmunidad natural— esto implica una especie de inmunización biológica. Además, el verano ya se asoma.

Estos factores se suman a la creciente noción de que el coronavirus será una enfermedad endémica y que, por lo tanto, los gobiernos deben empezar a calcular los efectos perjudiciales en que incurre la sociedad al seguir implementando políticas de restricción indefinidamente.

Phil Murphy, gobernador demócrata de New Jersey, declaró públicamente: “No vamos a llevar el covid-19 a cero. Tenemos que aprender a vivir con él mientras pasamos de una fase de pandemia a la fase endémica”. Por su parte, Leana Wen –analista médica de CNN– apoyó las acciones de Murphy y de otros gobernadores demócratas: “La ciencia ha cambiado,” dijo, al referirse a las medidas restrictivas.

Sin embargo, estas explicaciones no revelan toda la historia.

Encuestas recientes han expuesto el profundo malestar de la población de Estados Unidos por las restricciones implantadas debido al virus, así como su gran ansiedad por retornar a la normalidad. Y con las elecciones al Congreso en noviembre, hay voces que afirman que son las consideraciones políticas las que han llevado a estos gobernadores –todos demócratas– a reconsiderar las restricciones.

Ron de Santis, gobernador republicano de Florida –quien fue atacado por los demócratas debido a las leves restricciones que implantó–, dijo, refiriéndose a las motivaciones reales de los demócratas. “Cuando los vean intentando decir estas cosas –afirmó–, solo entiendan que la ciencia médica no ha cambiado: lo que cambió fue la ciencia política”.

De Santis, al igual que otros de sus colegas republicanos, ya había aliviado las restricciones por la covid-19 en su estado desde mucho antes. En el caso de ciertas políticas –como la obligación de usar tapabocas en los colegios– jamás las aplicaron.

La gestión pública en torno a la pandemia, en términos generales, se politizó en todo el mundo, con un bloque de derecha apoyando pocas o nulas restricciones y un bloque de izquierda que aboga por que se impongan medidas más restrictivas.

Esta dinámica aguantó un buen rato. Pero ante la situación actual de la pandemia, el consenso que había sobre las restricciones extensas se ha desmoronado. Y si los movimientos políticos que respaldaban las fuertes restricciones no reaccionan, podrían sufrir graves consecuencias electorales a nivel global.

¿Y en Colombia qué?

Fue hace exactamente un año —el 17 de febrero de 2021— cuando en un caluroso hospital de Sincelejo se le aplicó la primera vacuna a la enfermera Verónica Machado.

El país ya había experimentado dos picos en ese entonces y todavía faltarían dos más. El tercero fue el más fuerte: llegó a su clímax a finales de junio, con un promedio de más de 600 muertes por día. Estas empezaron a disminuir rápidamente después del tercer pico y permanecieron bajas hasta que llego el cuarto pico, impulsado por la variante ómicron. Este comenzó alrededor del 10 de enero. Este pico generó menos muertes (270 por día) y, desde el principios de febrero, comenzó a descender.

El ministro de salud, Fernando Ruiz, celebró en un comunicado el pasado 17 de febrero el arduo trabajo de los equipos de vacunación, y resaltó los logros que ha dejado este esfuerzo: “Un estudio a punto de ser publicado por un diario científico internacional indica que hemos salvado aproximadamente 22.000 vidas de mayores de 60 años", afirmó. Adicionalmente, el ministro opinó que el plan de vacunación ha sido “una de las políticas sociales más efectivas y equitativas” que ha tenido el país.  Aún así, también aclaró la necesidad de seguir avanzado con el plan, especialmente en los grupos poblaciones más jóvenes.

Por el momento, el Ministerio de Salud no ha hablado sobre una posible disminución de las restricciones. Funcionarios de la entidad le dijeron a Cambio que no está previsto todavía que haya un reducción de las medidas. A diferencia de Estados Unidos, las políticas del Ministerio de Salud de Colombia no parecen estar al albur de los vaivenes políticos, pues lo cierto es que Colombia ha logrado evitar la polarización que se ha asentado en otros países.

Sin embargo, las cosas podrían empezar a cambiar rápidamente, pues los colombianos no tardarán mucho en mirar al exterior y darse cuenta de que los habitantes de Nueva York, Miami, París y Londres ya han recobrando sus libertades.