
Ciencia en un párrafo: ¿cuál es la diferencia entre colesterol bueno y colesterol malo?
¿Qué tanto confía el público en los científicos y la ciencia? ¿Cuál es la diferencia entre colesterol bueno y colesterol malo? ¿ Cómo puede estudiarse la evolución de los distintos grupos étnicos que pueblan la Tierra a partir de la dentadura humana?

La gente confía mucho en los científicos
Un estudio realizado recientemente en 68 países alrededor del mundo evaluó la confianza pública en la ciencia y descubrió que la mayoría de la gente confía en los científicos y cree que ellos deberían participar más en la sociedad y en la formulación de políticas públicas. Esta investigación la realizó la Universidad de Bath en consorcio con la Universidad de Harvard. Participaron 71.922 encuestados, 2.008 de ellos del Reino Unido. Dentro de los principales resultados se encontró que existe una confianza generalizada, relativamente alta en los científicos (nivel de confianza medio = 3,62, en una escala de 1 = confianza muy baja a 5 = confianza muy alta). La mayoría también percibe a los científicos como calificados (78 por ciento), honestos (57 por ciento) y preocupados por el bienestar de las personas (56 por ciento). Además, consideran importante que sean los científicos quienes comuniquen la ciencia y que además participen en la formulación de las políticas públicas.
En cuanto a la clasificación global, el país donde se reporta mayor confianza en los científicos es en Egipto, seguido por India, Nigeria, Kenia y Australia y los de menor confianza son Albania, seguida por Kazajstán, Bolivia, Rusia y Etiopía.
Como conclusión se propone que los científicos tomen en serio estos resultados y encuentren formas de ser más receptivos a la retroalimentación y abiertos al diálogo con el público. Por otra parte, se deben considerar estrategias para que en los países occidentales se logre alcanzar a los grupos conservadores y, llegado el momento, considerar su papel en establecer prioridades alineadas con los valores públicos.
Fuente:
University of Bath
El colesterol bueno y el colesterol malo
Cada vez que nos hacemos exámenes de laboratorio estamos pendientes de cómo se comporta nuestro colesterol y si es el bueno (HDL) o el malo (LDL) el que esta aumentado. Pero, ¿qué quiere decir colesterol malo? "El LDL es uno de los principales impulsores de las enfermedades cardiovasculares que matan a una persona cada 33 segundos, por lo que, si quieres entender a tu enemigo, debes saber cómo es", dijo Alan Remaley, co-autor principal de este estudio realizado desde el NIH. El problema es que este LDL generado a partir de la dieta de grasas se acumule en la sangre y se deposite en las arterias en forma de placa, lo que puede provocar aterosclerosis, un precursor de las enfermedades cardíacas. Para evitarlo, el organismo cuenta con unas células que tienen en su membrana el receptor de este LDL. Este receptor, llamado LDLR, es quien logra remover el colesterol malo de la sangre y eliminarlo.
Utilizando una técnica de imagen avanzada llamada microscopía crioelectrónica, los investigadores pudieron ver la totalidad de la proteína estructural del LDL cuando se unía al LDLR. Luego, con un software de predicción de proteínas impulsado por inteligencia artificial, pudieron modelar la estructura y localizar las mutaciones genéticas conocidas que resultan en un aumento de LDL. Los desarrolladores del software recibieron recientemente el Premio Nobel de Química 2024. Además, al saber con precisión dónde y cómo se une el LDLR al LDL, los investigadores dicen que ahora podrían apuntar a esos puntos de conexión para diseñar nuevos medicamentos para reducir el LDL de la sangre.
Estos hallazgos podrían abrir nuevas vías para desarrollar terapias dirigidas a corregir este tipo de interacciones disfuncionales causadas por mutaciones. Pero, lo que es más importante, dijeron los investigadores, también podrían ayudar a las personas que no tienen mutaciones genéticas.
Fuente:
NIH/National Heart, Lung and Blood Institute
Los dientes colombianos dan información mundial sobre la evolución
"Los dientes pueden decirnos mucho sobre la evolución humana. Los dientes antiguos bien conservados son particularmente importantes para los arqueólogos, ya que pueden ayudar a describir la transición a los alimentos cocinados y cuándo el tamaño de los dientes humanos comenzó a reducirse. Poco se sabe sobre la base genética de la variación del tamaño y la forma de nuestros dientes, debido a la dificultad de medirlos. Sin embargo, ya se han identificado numerosos genes que afectan el desarrollo de los dientes, algunos de los cuales son responsables de las diferencias entre grupos étnicos". Esto lo dijo el doctor Kaustubh Adhikari, del laboratorio de Genética, Evolución y Medio Ambiente de University College of London y The Open University, quien es el codirector de un gran proyecto que utilizó datos de 882 voluntarios en Colombia, de ascendencia mixta europea, nativa americana y africana. De estos voluntarios se obtuvieron las medidas de las coronas dentales y se compararon con la información genética de los participantes en un estudio de asociación de todo el genoma.
El equipo internacional, dirigido por investigadores de las dos universidades ya mencionadas, así como de la Universidad de Fudan (China), la Universidad de Aix-Marseille (Francia) y la Universidad Nacional de La Plata (Argentina), identificó además 18 regiones del genoma que influyen en el tamaño y la forma de diferentes grupos de dientes, 17 de los cuales no habían sido previamente vinculados con sus tamaños. Otros hallazgos fueron la presencia de un gen que se creía heredado de los neandertales que determina la presencia de incisivos más delgados, que los dientes más pequeños son propios de personas con ascendencia europea y que el ancho de los dientes esta codificado por el gen Edar. Por último, el doctor Qing Li, de la Universidad de Fudan, y líder del grupo, comenta que "algunos de los genes que contribuyen a la variación normal de las dimensiones de los dientes entre personas sanas también pueden contribuir a la variación patógena, como que los dientes no crezcan u otras condiciones de salud dental. Esperamos que nuestros hallazgos puedan ser útiles desde el punto de vista médico, de tal manera que las personas con problemas dentales particulares puedan someterse a pruebas genéticas que contribuyan con el diagnóstico, o si algunas anomalías dentales pudieran tratarse algún día con terapias genéticas”.
Fuente:
University College London
