Equinoccio de otoño: ¿qué es? y ¿cuándo comienza?

Cada seis meses, una vez en marzo y otra en septiembre, se produce el equinoccio, uno en primavera y el otro en otoño. Este día marca la llegada de la estación en el hemisferio norte del planeta.

La palabra equinoccio proviene del latín aequinoctium, que significa noche igual. Esto se debe a que durante un equinoccio, el día y la noche tienen aproximadamente la misma duración en todo el planeta.

Como lo explica el Observatorio Astronómico Nacional, el otoño de 2024 comenzará "el día 22 de septiembre a las 14 horas 44 minutos hora oficial peninsular (...) Esta estación durará aproximadamente 89 días y 21 horas, y terminará el 21 de diciembre con el comienzo del invierno".

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¿Qué es el equinoccio y en qué consiste?

Este fenómeno astronómico se da debido a la inclinación del eje de rotación de la Tierra y al movimiento de nuestro planeta alrededor del Sol. Durante estos eventos, el Sol se encuentra directamente sobre el ecuador terrestre. Esto significa que los rayos solares inciden de manera más directa en esta zona, y tanto el hemisferio norte como el sur reciben la misma cantidad de luz.

Como puntualizó Nacional Geographic la Tierra no es el único planeta que experimenta equinoccios, sino que es un fenómeno de todos los planetas.

"En 2009, la sonda Cassini en órbita alrededor de Saturno captó un equinoccio en el planeta famoso por sus anillos. Al igual que en la Tierra, los equinoccios se producen cada medio año en Saturno, pero eso equivale a 15 años en la Tierra, lo que hace que la sesión fotográfica de Cassini sea un acontecimiento único", se lee en la página web del medio. 

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¿Qué diferencia hay entre solsticio y equinoccio?

Entre los eventos astronómicos que marcan las estaciones, además de los equinoccios, se encuentran los solsticios, que también se dan dos veces al año y marcan el inicio del verano y del invierno, pero ¿Cuál es la diferencia?

Como se explicó anteriormente, el equinoccio se caracteriza porque el día y la noche tienen la misma duración en todo el planeta. Pero los solsticios son diferentes, pues uno de los hemisferios recibe la mayor cantidad de luz solar, mientras que el otro recibe la menor, lo que hace que haya días más largos o más cortos.