"Nickelback", la sustancia que podría ser el origen de la vida en la Tierra
13 Marzo 2023

"Nickelback", la sustancia que podría ser el origen de la vida en la Tierra

Crédito: Foto cortesía Pixabay

Nickelback es una sustancia química detectada por científicos en la que según estudios, es una proteína para detectar planetas a punto de producir vida. Conozca lo que dicen los investigadores.

Por: Redacción Cambio

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Un equipo de científicos de la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos, encontró una sustancia llamada “nickelback”, una proteína que podría ser la que hizo posible el origen de la vida en la Tierra. Este elemento puede dar pistas para detectar planetas a punto de producir vida. 

El estudio publicado por la revista Science Advances “tiene importantes implicaciones en la búsqueda de vida extraterrestre” menciona Vikas Nanda investigador del Centro de Biotecnología y Medicina Avanzadas (CABM) de Rutgers. 

Gracias a los análisis de laboratorio, los expertos aseguran que la sustancia química más probable para iniciar la vida es un péptido simple que se compone por dos átomos de níquel, este es llamado “nickelback” debido a que lo componen átomos de nitrógeno en su columna vertebral y lo enlazan dos átomos de níquel críticos. Un péptido es una cadena corta de aminoácidos, habitualmente de dos a cincuenta vinculados por uniones químicas. 

“Los científicos creen que entre 3.500 y 3.800 millones de años atrás se produjo un punto de inflexión que inició el cambio de la química prebiótica, las moléculas anteriores a la vida, a los sistemas vivos y biológicos”, dijo Nanda en un comunicado. Por otro lado, también manifestó: “Creemos que el cambio lo desencadenaron unas pequeñas proteínas precursoras que realizaban pasos clave en una antigua reacción metabólica. Y creemos haber encontrado uno de estos ‘péptidos pioneros’”. 

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Enigma

Los investigadores de la Universidad de Rutgers forman parte del equipo llamado Enigma (Evolución de las Nanomáquinas en Geosferas y Ancestros Microbianos), que hace parte del programa de Astrobiología de la Nasa. Entre tanto, los expertos aportan una de las claves que pudieron abrir camino hacia la primera vida celular, la evolución de las proteínas hasta convertirse en promotor predominante de vida en la Tierra. 

Los científicos tratan de descifrar el universo a través de telescopios y sondas en busca de señales de vida pasada, presente o emergente, en busca de “biofirmas” o cualquier molécula que proporcione pruebas científicas del pasado o presente de la vida. “Péptidos como el "nickelback" podrían convertirse en la última bioseñal empleada por la Nasa para detectar planetas a punto de producir vida”, según Nanda.

Los autores de la investigación tratan de aportar respuestas sobre el papel de la sustancia química original y enfatizan en que dicho componente debe ser bastante simple para poder unirse naturalmente en una sopa prebiótica. Sin embargo, la sustancia debe ser lo más activa químicamente posible para obtener energía del entorno y así impulsar un proceso bioquímico. 

En su análisis, los investigadores acogieron un enfoque “reduccionista”, ya que examinaron las proteínas contemporáneas existentes que están asociadas a procesos metabólicos, y sabiendo que las proteínas eran demasiado complejas para haber surgido antes, las redujeron a su estructura básica.

Después de  varios análisis de laboratorio, los investigadores concluyeron que el mejor candidato molecular era nickelback. El péptido está formado por trece aminoácidos y une dos iones de níquel.

El elemento químico níquel era un metal abundante en los primeros océanos. Al unirse al péptido, los átomos de níquel se convierten en potentes catalizadores que atraen protones y electrones adicionales y producen hidrógeno gaseoso. Sin embargo, en la Tierra primitiva abundaba potencialmente el hidrógeno y habría sido una fuente crítica de energía para alimentar el metabolismo, manifestó el equipo de investigadores. 

“Esto es importante porque, aunque hay muchas teorías sobre los orígenes de la vida, hay muy pocas pruebas reales de laboratorio de estas ideas”. “Este trabajo demuestra que, no sólo son posibles las enzimas metabólicas proteicas simples, sino que son muy estables y muy activas, lo que las convierte en un punto de partida plausible para la vida”, aseveró Nanda.

 

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