Cómo fueron rescatadas cuatro mujeres esclavizadas por las disidencias de las Farc en El Plateado

Durante más de seis horas permanecieron secuestrados 200 uniformados de las Fuerzas Militares, que habían llegado una semana antes al corregimiento El Plateado, Cauca, para realizar labores de seguridad durante la jornada electoral del 29 de octubre.

Los militares, que en la tarde del sábado 4 de noviembre se desplazaban en varias camionetas, fueron obligados a bajarse y puestos bajo la custodia de la guardia campesina. Esto, con el fin de evitar que los integrantes de la fuerza pública fueran víctimas de ataques de la comunidad, así como de los grupos armados que operan en la zona.

Sin embargo, la mañana del domingo 5 de noviembre, la caravana, de más de 30 camionetas particulares y un bus tipo chiva, fue interceptada por los campesinos, que decidió retenerla. 

En medio de las negociaciones que realizaba la Defensoría del Pueblo para liberarlos, al grupo de uniformados se les acercó una mujer con un papel en el que pedía auxilio porque llevaban cerca de seis meses en poder del frente Carlos Patiño.

“En el momento que somos conducidos ilegalmente hacia el casco urbano de Huisito, nos comienzan a llegar unos papeles de unos anónimos, unos papelitos que fueron entregados a nuestras tropas, donde unas mujeres pedían auxilio”, dice el mayor Andrés Mahecha, comandante Agrupación Fuerzas Especiales Urbanas.

La mujer, aprovechando la aglomeración, señaló a otra tres mujeres, que se asomaban de una de las viviendas. Hasta allá se acercaron los uniformados, a dialogar con ellas. “Nos contaron que integrantes de la Carlos Patiño les habían prestado un dinero y, al no poder pagarles, las encerraron en esa vivienda para que realizaran servicios sexuales como parte de la retribución del dinero”, dice el mayor Mahecha.

El grupo de militares, a pesar de que también estaban secuestrados, realizaron una operación especial: les pusieron sus chaquetas camufladas y, rodeándolas, las hicieron pasar como parte del batallón. Así, las subieron a los carros que, más tarde, fueron liberados. “Las subimos a nuestros vehículos que nos estaban movilizando y logramos sacarlas sanas y salvas”, recuerda Mahecha.

El comandante de la Agrupación de Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas dijo que la orden del secuestro fue dada por los integrantes del Estado Mayor Central de las Farc, que presionaron a la población para que agrediera a sus hombres.

“Quienes constriñeron, quienes amedrentaron a la población civil para , por medio de sus armas, obligarlos a que nos realizaran una vil asonada, en la que maltrataron a algunos de mis hombres; nos secuestraron, nos llevaron hacia vehículos y nos transportaron por medio Cañón del Micay en contra de nuestra voluntad y tenían bajo su poder a las cuatro mujeres”, señaló el comandante.

Los uniformados y las mujeres fueron sacados hasta el municipio de El Tambo, donde fueron recibidos por el comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Giraldo, quien también rechazo esta acción realizada por las disidencias de las Farc.