Disidencias de las Farc siguen escondiendo minas antipersona en medio de la población civil

El pasado lunes 21 de abril, Neyder Apache Prieto, campesino y presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Turpial, en zona rural de El Doncello, Caquetá, resultó gravemente herido tras activar por accidente una mina antipersona mientras cosechaba semillas de maíz.

Al escuchar la detonación, sus familiares corrieron en su auxilio, temiendo que hubiese más explosivos ocultos entre los cultivos. Tras verificar que el terreno estaba libre de más amenazas, lograron trasladarlo en una camilla artesanal hasta un centro médico cercano.

Apache Prieto sufrió fracturas en varias partes de su pie izquierdo, así como heridas leves en el rostro y en la parte interna de su pierna derecha. Su estado de salud es reservado. Fue remitido a una clínica en Florencia para recibir atención especializada.

Este tipo de incidentes han alertado a las autoridades, que intensificaron las operaciones para localizar y desmantelar los depósitos ilegales de minas, utilizados como estrategia por las disidencias de las Farc para atacar tanto a la fuerza pública como a la población civil.

Operaciones militares

En la última semana, unidades de inteligencia militar localizaron y destruyeron dos depósitos ilegales de minas antipersona en el sur del país. Estos artefactos, destinados a instalarse en los departamentos de Putumayo, Caquetá, Amazonas y Cauca, son una grave amenaza a los derechos humanos y una flagrante violación del Derecho Internacional Humanitario.

En una primera operación, se halló un depósito con 1.014 artefactos explosivos improvisados, ocultos bajo tierra dentro de un contenedor, en la vereda Alto Afán, municipio de Mocoa, Putumayo. Muchos de estos dispositivos estaban equipados con trampas adicionales diseñadas para detonar en caso de manipulación. Uno de ellos contenía una carga de 21 kilogramos que estaba preparada para activarse ante cualquier intento de desactivación.

Dado que el depósito se encontraba cerca de zonas habitadas, fue trasladado a un sitio seguro para su destrucción controlada.

En una segunda operación, en la vereda Villacatalina La Torre, municipio de Puerto Guzmán, Putumayo, se descubrió otro depósito ilegal con 460 minas antipersona listas para ser distribuidas en la región amazónica. Estos dispositivos ponían en alto riesgo a hombres, mujeres y niños del sur del país.

Según información preliminar, los explosivos pertenecían a los autodenominados Comandos de Frontera y la estructura Raúl Reyes. Estas organizaciones criminales habrían ocultado los artefactos debido a la creciente presión militar. Las autoridades indican que estas prácticas, cada vez más frecuentes, reflejan el temor de los grupos armados ilegales de ser descubiertos.

Las operaciones en la zona se han intensificado con el objetivo de debilitar las capacidades delictivas de estas estructuras, afectar sus redes logísticas y avanzar en la consolidación de condiciones de seguridad, defensa y bienestar para las comunidades del sur del país.