
Crédito: Ejército Nacional
Disidentes de las Farc desistieron de atacar a la Fuerza Pública en el sur del país
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Un menor y cinco guerrilleros entregaron armas y explosivos que iban a utilizar contra las tropas en Nariño.
Por: Javier Patiño C.

En medio de operaciones realizadas por tropas de la Tercera División del Ejército en el departamento de Nariño, un grupo de hombres se identificó como integrantes del frente Ariel Aldana, perteneciente a las disidencias de las Farc, y decidió someterse a la justicia.
Los cinco hombres y un menor de edad manifestaron haber llegado recientemente a una zona rural del municipio de Magüí Payán, con el objetivo de realizar labores de inteligencia para ejecutar un atentado con explosivos contra la Fuerza Pública. Sin embargo, decidieron desistir de su plan debido a los malos tratos recibidos por parte de sus cabecillas, quienes les impedían comunicarse con sus familias, además del temor de ser víctimas de los operativos realizados por las autoridades en la región.
En el momento de su rendición, entregaron siete armas cortas, siete proveedores, ocho granadas artesanales, municiones y otros elementos destinados a actividades delictivas. El menor de edad y los cinco disidentes fueron puestos a disposición de las autoridades competentes para el restablecimiento de sus derechos y el respectivo proceso judicial.
Es importante destacar que los sujetos presuntamente formaban parte del anillo de seguridad de alias 'Darío' o 'R9', cabecilla principal de esta estructura criminal. Este individuo es responsable de coordinar actividades ilícitas a través de los corredores de movilidad, además de supervisar acciones relacionadas con el narcotráfico y la minería ilegal en el Triángulo de Telembí.

Importancia de la región
La subregión del Triángulo de Telembí, conformada por los municipios de Barbacoas, Magüí Payán y Roberto Payán, enfrenta un alto riesgo para sus pobladores debido a los constantes enfrentamientos entre grupos armados ilegales que disputan el control de las economías ilícitas.
De acuerdo con informes de inteligencia, las comunidades han sido obligadas a confinarse en sus hogares o en sus veredas debido a la inseguridad y las amenazas de estos grupos, así como al riesgo generado por la instalación de minas antipersonales. Además, las condiciones de insalubridad en la zona han derivado en enfermedades relacionadas con el consumo de agua no potable y la falta de higiene, agravando aún más la situación humanitaria.
