El Catatumbo bajo fuego: ¿que está pasando en esa región?

Crédito: Ejército Nacional

17 Enero 2025 12:01 pm

El Catatumbo bajo fuego: ¿que está pasando en esa región?

Las últimas 24 horas han sido de incertidumbre y temor entre los pobladores de los municipios que conforman el Catatumbo. Se reportan al menos 40 muertos, más de 100 familias desplazadas y comunidades confinadas en sus viviendas.

Por: Javier Patiño C.

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El Catatumbo vive una compleja situación de orden público debido a la confrontación entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias del Estado Mayor Central (EMC), antiguas Farc, por el control de uno de los corredores naturales más importantes para el narcotráfico.

“Lo que se está presentando en el Catatumbo es de extrema gravedad. Se reportan más de 30 personas muertas, según información en confirmación; al menos cinco firmantes de paz asesinados, diez heridos, líderes sociales ejecutados o refugiados, secuestros, niños sin acompañamiento y personas con discapacidades severas sin posibilidad de huir. Además, se han registrado desplazamientos forzados y confinamientos, incluso de profesores que se alistaban para el inicio de clases”, dijo Iris Marín Ortiz, defensora del Pueblo.

Según el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, en el municipio de Tibú se presenta una grave crisis de orden público, que inició tras la muerte de la familia López Durán y desató enfrentamientos entre el frente nororiental del ELN y el frente 33 de las disidencias de las Farc. Esto ha llevado al cierre del comercio y a que los habitantes no salgan de sus casas.

En un comunicado, el gremio Asocomerciantes de Tibú anunció que este viernes 17 de enero no atenderán al público para evitar verse envueltos en las confrontaciones. “No queremos más derramamiento de sangre en nuestro Catatumbo. Este cierre es una forma cívica de manifestar que queremos la paz en el territorio”, señala el documento.

En redes sociales circulan testimonios de habitantes que denuncian cómo integrantes del ELN han llegado hasta las viviendas de excombatientes de las Farc para sacarlos y, posteriormente, asesinarlos. “Al frente de las viviendas no solo han muerto firmantes de paz, sino también otros líderes de la región que fueron perseguidos y asesinados”, relatan los testimonios.

Una grave situación expuesta en Blu Radio por Carmen García, presidenta de la Asociación de Madres del Catatumbo por la Paz, quien aseguró que la falta de oportunidades educativas y económicas para los jóvenes en el territorio los ha llevado a ingresar a grupos ilegales.

“Son nuestros hijos en el territorio. Es el pueblo el que se está matando en este momento. Muchos de esos jóvenes que están alzados en armas fueron niños cuyos padres fueron asesinados por paramilitares, que no tuvieron la oportunidad de acceder a una universidad y cuya única opción fue empuñar un arma”, expresó García.

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Cortesía: Colprensa

Desplazamientos de familias

Los combates han alterado la normalidad en los municipios de Teorama, La Gabarra y Tibú, en Norte de Santander. Esto ha generado el desplazamiento de más de 100 familias. Al menos 60 profesores han huido en motocicletas con banderas blancas para no ser víctimas de la violencia.

Esta escalada de violencia llevó al presidente Gustavo Petro a suspender la mesa de diálogo con el ELN, calificando a este grupo como una organización insurgente sin voluntad de paz. “Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo; el ELN no tiene ninguna voluntad de paz”, publicó en su cuenta de X.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró un estado de emergencia en la región y solicitó a los grupos armados que respeten la vida de la población civil.

“Recibimos información sobre alto riesgo de desplazamientos masivos hacia los centros urbanos, confinamientos, afectaciones a maestros y niños en edad escolar, homicidios, desapariciones y heridos como consecuencia de las acciones violentas de los actores armados”, denunció la ONU.

En su cuenta de X, el jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Carlos Massieu, condenó el asesinato de cinco firmantes de paz y líderes en el Catatumbo. “Urge proteger a la población civil y a las comunidades. Llamo a los grupos armados a cesar las acciones violentas. La verdadera voluntad de diálogo pasa por respetar la vida de quienes optaron por la paz”.

El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, lamentó que entre las víctimas se encuentren varios firmantes del acuerdo de paz con las Farc. “Es inaceptable que quienes están sentados en las mesas de negociación con el Gobierno asesinen a aquellos que se reincorporaron a la sociedad”, afirmó, mientras anunciaba su presencia en el territorio tras la ola de violencia.

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Cortesía: Colprensa

Los grupos que se disputan el control del Catatumbo

La región alberga el mayor número de laboratorios de producción de cocaína del país y un comercio ilegal de gasolina robada de oleoductos, lo que ha incentivado la presencia de guerrillas y bandas criminales. En este contexto, la población ha quedado atrapada en un ciclo de pobreza y desplazamiento.

Uno de estos grupos es el frente 33 de las disidencias de las Farc, bajo el mando de Carlos Eduardo García Téllez, alias Andrey Avendaño, quien responde a alias Calarcá, identificado por los organismos de inteligencia como el principal responsable del reclutamiento y narcotráfico en el Catatumbo.

Según las autoridades, los aproximadamente 400 hombres bajo su mando amenazan a los pobladores y realizan captaciones a través de amigos o familiares de miembros de la organización criminal.

“Los menores de edad son reclutados debido a problemas familiares y también a la fuerza, con engaños o promesas de dinero. Además, utilizan videos en redes sociales como TikTok para atraer jóvenes a la organización”, aseguró un alto oficial.

Por otro lado, el frente de guerra nororiental del ELN, comandado por Robinson Navarro Flórez, alias Alfred, opera con más de 2.000 hombres que, además de controlar rutas del narcotráfico, han desarrollado una estrategia de captación política basada en la desigualdad social para fomentar la lucha revolucionaria.

Ambos grupos han contado con la connivencia del régimen venezolano, aprovechando así el territorio y reclutando ciudadanos venezolanos, quienes, aunque no comparten la ideología de estas organizaciones, buscan beneficios económicos.
 

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