El conflicto por el control de Buenaventura traspasa fronteras y se extiende a Chile y Bolivia

Las disputas por el control del puerto de Buenaventura no se han detenido entre Shottas y Espartanos, en las que han muerto varios civiles

Crédito: Colprensa

16 Abril 2025 01:04 pm

El conflicto por el control de Buenaventura traspasa fronteras y se extiende a Chile y Bolivia

En Buenaventura, la tensión entre las bandas delincuenciales mantiene a la población en alerta. Aunque se han comprometido a disminuir las acciones armadas como parte del proyecto de paz total, propuesto por el Gobierno del presidente Gustavo Petro, las confrontaciones continúan.

Por: Javier Patiño C.

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

En el barrio Bolívar, comuna 12 del puerto de Buenaventura, los pobladores no solo enfrentan las inundaciones de la temporada de lluvias que dejan las calles intransitables por el barro, sino que también han sido testigos de violentas confrontaciones entre las bandas criminales de los Shottas y los Espartanos durante la última década. Enfrentamientos que han dejado más de 100 muertos, en su mayoría jóvenes.

La esperanza de una tregua surgió con el anuncio de un compromiso entre las estructuras ilegales, pero esta ha sido cumplida a medias. No se han registrado enfrentamientos de gran escala por las llamadas 'fronteras invisibles', pero sí han ocurrido asesinatos selectivos dentro de las organizaciones con el fin de depurar a quienes se han apropiado de dinero o droga para beneficio personal.

Uno de estos casos ocurrió en la mañana del viernes 28 de marzo, cuando seis integrantes de los Shottas irrumpieron en una vivienda del barrio El Progreso, comuna 10, durante una celebración de cumpleaños, y dispararon contra Brayan Quintana, hijastro de alias Robert, jefe de la banda los Chiquillos, escindida de los Espartanos.

Alias Robert, también conocido como el Diablo, recibió la noticia desde su celda en la cárcel de Buenaventura, en donde está recluido desde agosto de 2023 por ordenar asesinatos selectivos, especialmente contra miembros del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Desde prisión lanzó amenazas contra las familias de los Shottas, advirtiendo que nadie debía permanecer en las calles después de las nueve de la noche, bajo riesgo de represalias.

Como respuesta, las autoridades trasladaron a alias Robert a la cárcel de La Dorada para impedir que siguiera operando desde la cárcel, en donde tenía ciertos privilegios. La medida permitió restablecer parcialmente la tregua, aunque dejó cicatrices entre miembros de los Chiquillos, a quienes las autoridades vigilan para evitar una nueva ola de violencia. Sin embargo, los habitantes del puerto ya no creen en estas treguas: viven desde hace décadas con el temor constante que imponen las armas.

Los grupos que se disputan Buenaventura

La violencia en Buenaventura ha estado históricamente marcada por la presencia de bandas criminales que se disputan el control de las 15 comunas por las rutas del narcotráfico, el contrabando y el tráfico de armas.

Durante los años noventa, el puerto contaba con presencia del ELN, pero esta fue desplazada a comienzos de 2010 por un grupo especial del Clan del Golfo, que tomó el control dejando una estela de violencia. A partir de entonces, surgió la banda conocida como La Local, responsable de extorsiones, masacres, secuestros y desplazamientos forzados. Su dominio se basó en el reclutamiento de jóvenes de sectores vulnerables.

“Se les llamó así porque tenían un local desde donde controlaban el mercado de Buenaventura, incluyendo los precios de productos básicos. Luego extendieron su negocio al narcotráfico, bajo el liderazgo de la familia Bustamante”, explicó el mayor Diego Santamaría, comandante del Gaula Militar en Buenaventura.

Jorge Isaac Campaz Jiménez, alias Mapaya, emergió como líder de los Espartanos, aliándose con el Clan del Golfo a cambio de apoyo logístico y armamento. Los Espartanos operan principalmente en las comunas 1 a 5 y parcialmente en la 6, zonas clave con acceso al océano, lo que les otorga un dominio periférico del puerto.

Por su parte, los Shottas, bajo el mando de Diego Optra, controlan barrios costeros estratégicos para el ensamblaje de semisumergibles y el tráfico de drogas mediante lanchas rápidas (go-fast).

Ambas bandas obtienen ingresos del narcotráfico. Los Espartanos cobran hasta un 10 por ciento en impuestos por cargamento, además de controlar empresas navieras que usan para ocultar droga con destino a Europa y Estados Unidos. Los Shottas también cobran por cargamentos, pero su fuente principal son las extorsiones a comerciantes y empresarios.

“El poder de estos grupos es tal, que muchos habitantes no se atreven a hablar por miedo a ser considerados informantes y llevados a las temidas 'casas de pique'”, relató un residente que pidió anonimato.

bandas

Situación actual en Buenaventura

A finales de 2022, alias Mapaya fue capturado por la Armada con el apoyo de la Policía. Aunque fue enviado a prisión, obtuvo la detención domiciliaria y luego escapó. Diego Optra también fue capturado y liberado tras un año por vencimiento de términos.

Ambos jefes hoy están fuera del país: se sabe que Mapaya estaría en el sur del continente y Diego Optra en España. No obstante, siguen dirigiendo actividades criminales, ahora con presencia en ciudades como Iquique, Antofagasta y Santiago (Chile), así como en Bolivia y Paraguay.

“Estas disputas ya se ven reflejadas en enfrentamientos en calles de países vecinos, en donde las autoridades no están preparadas para afrontar el problema”, sostiene el mayor Santamaría.

El analista Andrés Saldarriaga advierte también que el sistema judicial colombiano favorece la impunidad. “Es el caso de Leinton, sucesor de Mapaya, capturado y luego liberado por vencimiento de términos. Hoy se desconoce su paradero”, dice.

Alias Mario, preso en Buenaventura, sigue manejando las finanzas de los Shottas desde prisión. Lo mismo ocurre con alias Ñoño y Gordo Lindo, quienes continúan obedeciendo órdenes desde el exterior, especialmente en negociaciones con el Gobierno.

“Ya es común ver hombres encapuchados y armados patrullando las calles no solo para asegurar su control territorial, sino también para vigilar el comercio y los movimientos sociales”, señala Jairo Libreros, profesor de seguridad nacional de la Universidad Externado.

En marzo se registraron 20 homicidios relacionados con la disputa entre bandas, una cifra que podría aumentar debido a la persecución de presuntos informantes.

militares

El futuro incierto

En lo que va del año, el Gaula Militar ha capturado a 31 integrantes de las bandas, incautado 16 armas, 470 municiones, granadas y computadoras con información clave. Se han recuperado bienes valorados en 220 millones de pesos y liberado a dos personas secuestradas.

Además, los Batallones del Ejército y Armada han neutralizado ataques en los ríos Naya, Cajambre y Yuruanguí, vías usadas para el transporte de droga por el Pacífico.

El futuro del puerto es incierto. Mientras los Shottas fortalecen alianzas con el ELN y el Clan del Golfo, los Espartanos lo hacen con el frente Jaime Martínez y la Segunda Marquetalia. El desafío ahora es garantizar la seguridad tanto de los pobladores como de los turistas que visitan Buenaventura.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí