Crédito: Alcaldía Mayor de Bogotá
Así funciona el enclave criminal del Tren de Aragua en varias localidades de Bogotá y Soacha
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La organización criminal mantiene el control del microtráfico y el cobro del gota a gota como sus principales ingresos delictivos en la capital. Así se mueve el Tren de Aragua.
Por: Javier Patiño C.
Desde hace más de diez años los bogotanos comenzaron a escuchar el nombre del Tren de Aragua. Sus integrantes traspasaron el control del puente Simón Bolívar, en Villa de Rosario, Norte de Santander, para llegar a disputarse el control de las rentas ilegales de los barrios en la capital.
En su afán de tener mayor control y poder, comenzaron una guerra contra otras organizaciones que manejaban el negocio del microtráfico en localidades como Kennedy, Engativá, Ciudad Bolívar y el municipio vecino de Soacha. Esto dejó varios muertos.
Las confrontaciones dejaron cuerpos torturados y algunos desmembrados que fueron abandonados en sitios estratégicos, para generar temor y en especial intimidar a las bandas con las que tenían una fuerte lucha por el control del territorio.
“La crueldad de su forma de actuar quedó como marcas en sus víctimas. Estas eran secuestradas y torturadas, haciéndolos padecer hasta que morían para luego desmembrarlos. Una técnica que era utilizado por grupos como Los Maras en Centroamérica", asegura el capitán retirado Carlos Cortés.
Las autoridades reportaron que solo en el año 2022 fueron encontrados al menos 32 cuerpos y en 2023 al menos 27, en su mayoría con partes de sus cuerpos embolsados y tirados en varias calles y flotando sobre el río Bogotá
Este nuevo panorama llevó a las autoridades a realizar operativos especiales que tuvieron como resultado la identificación de los principales cabecillas del Tren de Aragua. Además, se logró la captura de más de 200 integrantes y se resolvieron cerca de 30 homicidios por la organización.
Negocios ilegales
El general retirado de la Policía Nacional y consultor de seguridad, Fernando Murillo, asegura que el Tren de Aragua pertenece al crimen organizado que ha tomado fuerza no solo en Colombia, sino en varias ciudades del continente para tener el control de todas las rentas criminales.
“Esto es lo del expendio de drogas, homicidios por cuenta de cobro, trata de personas utilizando modalidades violentas en la guerra por tener el control de sitios estratégicos, ha generado un impacto muy grande entre los ciudadanos” afirma el general Murillo.
De acuerdo con el capitán Cortés, la llegada de la organización criminal a Bogotá no fue de manera inmediata. Primero creando alianzas con pequeñas bandas que luego traicionaban para quedarse con el control del negocio del microtráfico y del cobro del gota a gota en varias localidades de la ciudad. “Se mezclaron entre las bandas tradicionales de Bogotá, para luego comenzar a eliminar a sus cabecillas, especialmente para generar temor y mostrar su poder delictivo”.
Desde ese momento comenzaron a extorsionar, organizar pequeños grupos para identificar a sus víctimas, especialmente comerciantes, y a mezclarse en las comunidades de estratos bajos para pasar desapercibidos ante las autoridades.
“Las labores de investigación de la Policía permitieron identificar a sus cabecillas que habían ingresado como migrantes legales para tomar control de los sectores María Paz, Corabastos, Patio Bonito, Ciudad Bolívar. Esto para tomar el control del microtráfico desde Kennedy hasta Ciudad Bolívar”, dice Murillo.
Operaciones especiales
Como resultado se dio la captura de más de 40 cabecillas de la organización ilegal, que eran coordinados desde Venezuela por alias Niño Guerrero, quien escapó del Centro Penitenciario de Aragua, conocido como Tocorón, y por alias Brayan desde la cárcel de La Picota en Bogotá.
“Esta organización se ha dedicado a reclutar jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, personas sin empleo, consumidores de droga. Lo importante es el trabajo que han realizado la Policía y la Fiscalía, ya que han identificado a los cabecillas que prácticamente son los que crearon este grupo de Venezuela. Un ejemplo es el caso de Larry, en Circasia, Quindío, quien no tenía un impacto muy grande en el país, pero sí internacionalmente”, enfatizó el general Murillo.
Incremento de la violencia
En los últimos meses, la también organización criminal, el Clan del Golfo, ha intentado tomarse algunos de los barrios y localidades que están bajo el control del Tren de Aragua. Esto ha derivado en varios enfrentamientos que llevaron a la Defensoría del Pueblo a emitir la Alerta Temprana 004 del 2024.
Según la Defensoría, las localidades afectadas son Los Mártires, Santa Fe, Puente Aranda y La Candelaria, en donde la violencia persistía desde 2019. También se registran enfrentamientos en Antonio Nariño, Tunjuelito, Chapinero, Teusaquillo y Barrios Unidos.
La Defensoría del Pueblo ha documentado que las principales acciones violentas son: amenazas de muerte, homicidios selectivos, masacres, desapariciones forzadas y extorsiones; también se presentaron otros métodos que generan terror en la población civil como panfletos intimidantes, llamadas, videos y correos electrónicos amenazantes.
En total, se estima que alrededor de 954.000 personas, es decir, el 11.8 por ciento de la población de Bogotá, se encuentran en riesgo debido a estas disputas. La Defensoría también ha alertado sobre el control que ejercen los grupos criminales en redes de trata y explotación sexual, mendicidad ajena, trabajos forzados y el reclutamiento de niños, niñas, adolescentes y jóvenes para actividades ilícitas.
Apoyo Internacional
En opinión del general retirado Fernando Murillo, cuando el país no tenía relaciones bilaterales con Venezuela, se tenía controlado este tipo de estructura. "No había mucha presencia de la organización en Colombia, desafortunadamente ahora se está expandiendo y generando criminalidad no solo en Colombia sino en toda Latinoamérica", aseguró el general.
Las autoridades norteamericanas han denunciado que el Tren de Aragua representa una amenaza criminal en toda la región. La organización ilegal aprovecha sus redes transnacionales para traficar personas, especialmente mujeres y niñas migrantes, a través de la frontera. Esto con el fin de explotarlas sexualmente y utilizarlas para la servidumbre.
“A medida que el Tren de Aragua se ha expandido, se ha infiltrado de manera oportunista en las economías criminales locales en América del Sur, ha establecido operaciones financieras transnacionales, ha lavado fondos a través de criptomonedas y ha establecido vínculos con el Primeiro Comando da Capital, sancionado por Estados Unidos, un notorio grupo del crimen organizado en Brasil”, dijo el subsecretario de Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson.
El Departamento de Estado ofrece una recompensa de hasta 12 millones de dólares por información que conduzca al arresto o condena de líderes del Tren de Aragua encargados de la organización transnacional.