
Crédito: Ejército Nacional
La historia de Jumbo, el perro labrador que detectó más de 100 minas antipersonales
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En medio de la selva, el animal pudo detectar las cargas explosivas que estaban escondidas para ser transportadas por el río Mira hacia otras veredas para realizar atentados terroristas en contra de los palmeros y cacaoteros de la región y contra la fuerza pública.
Por: Javier Patiño C.

En medio de las operaciones de control que realizan uniformados de la Fuerza de Tarea Hércules, el ladrido de Jumbo, un perro labrador, hizo que los soldados se detuvieran en una zona rural cerca de Tumaco, Nariño.
El guía de Jumbo soltó al experimentado perro, que después de recorrer varios metros a la redonda, se sentó cerca de un árbol que tenía un montículo de hojas en su base. Bajo la vegetación, los soldados pudieron identificar un hueco, y dentro, una caneca.
Al confirmar que no era un campo minado, los uniformados sacaron con mucho cuidado el recipiente, en cuyo interior fueron encontradas más de 100 minas antipersonales que se encontraban listas para ser instaladas por las disidencias de las Farc.
De acuerdo a las primeras informaciones, la intención de la estructura ilegal era sembrar los explosivos en medio de la maleza a orillas del río Mira, con el objetivo de atentar contra la vida de la población civil y la fuerza pública.
Según información de inteligencia, los artefactos explosivos pertenecerían al frente Urías Rondón de las disidencias cuyo cabecilla es Michael Ticus, alias el Indio, que delinque en esta región del suroccidente del país.
“La idea de las disidencias es aumentar sus intenciones criminales y terroristas, con el único propósito de recuperar las rutas del narcotráfico y posicionarse de manera ilegal en el territorio con acciones terroristas. Allí fueron hallados en medio de tierra y ocultos por la vegetación, para que no fueran detectados por los pobladores dedicados a la extracción del aceite de palma, el cultivo del cacao y las tropas que adelantan operaciones militares en todo el departamento”, dice el general Juan José Guzmán Ramírez, comandante de la Fuerza de Despliegue Rápido No 2.
Luego de la detección por parte de Jumbo, el depósito ilegal de explosivos fue destruido de manera controlada por uniformados antiexplosivos de las Fuerzas Militares, para evitar daños mortales a las tropas y a los pobladores de la zona.
En lo corrido de este año ya son cerca de 671 artefactos explosivos que las Fuerzas Militares han ubicado y destruido de manera controlada en la costa Pacífica nariñense.
