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Historia y evolución de las Fuerzas de Tarea Conjunta en Colombia
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En la década de los noventa, Colombia fue testigo de la expansión de frentes de las Farc y del ELN, que hicieron presencia en la mayoría de los departamentos. Como estrategia para restablecer el orden público se implementó la conformación de las Fuerzas de Tarea Conjunta.
Por: Javier Patiño C.

El fin de las negociaciones de paz entre el secretariado de las Farc y el gobierno del presidente Andrés Pastrana, en 1996, llevó a un fortalecimiento de la estructura ilegal que llegó a tener presencia en 30 departamentos del país.
“La situación que vivió el país fue evidente en Bogotá, en cuyos alrededores estaban 14 frentes de las Farc. En una ocasión realizaron una toma guerrillera al municipio de La Calera, en la entrada a Bogotá”, dijo el analista Andrés Saldarriaga.
En su opinión, la principal dificultad que tuvieron por varias décadas las autoridades para detener la expansión de los grupos ilegales, en especial de las Farc, fue trabajar juntas coordinadamente, debido a los engorrosos trámites entre los mandos.
“Las operaciones estaban detenidas hasta no tener las firmas de la Fuerza Aérea, la Armada y el Ejército. Al no contar con los apoyos necesarios, las autoridades llegaban tarde, solo para recoger a los heridos, muertos y saber cuántos uniformados habían sido secuestrados”, dijo Saldarriaga.
El panorama era tan desolador, afirmó el analista militar Ernesto Salazar, que la gente no transitaba las carreteras que comunican con los municipios vecinos a Bogotá, por temor a caer en las llamadas pescas milagrosas que realizaba el frente 53 de las Farc bajo el mando de alias Romaña.
“La gente tenía o conocía personas que habían sido citadas en la localidad del Sumapaz, en Bogotá, a donde tenían que asistir para coordinar el pago de extorsiones o la libertad de un ser querido”, indicó Salazar.
Contrarrestar a la guerrilla era muy difícil para las Fuerzas Militares, que no tenían la capacidad de reaccionar a las incursiones del grupo ilegal, cuyos miembros permanecían hasta tres días en las poblaciones tomadas.
“Era una época en la que los uniformados se sentían perdiendo la guerra territorial, ante la falta de coordinación de sus superiores y la falta de equipos especiales para detener las incursiones armadas”, dijo Saldarriaga.
Ante la falta de coordinación entre los mismos integrantes de la fuerza pública, en el primer gobierno del presidente Álvaro Uribe se conformó la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, ubicada en la serranía de la Macarena, que permitió reunir en un solo jefe militar los recursos, equipos y hombres de las tres armas en el oriente del país.
"La idea con la creación de esta fuerza era atacar a los frentes que sitiaban a Bogotá y cortar los enlaces que tenían estas estructuras con los bloques oriental y sur de las Farc”, djo Saldarriaga.
La nueva estrategia tuvo sus primeros resultados en menos de un mes, cuando atacaron los campamentos y lograron la captura de cabecillas de las Farc. Otros integrantes del grupo armado tuvieron que salir del centro del país para replegarse en el oriente.
En Tolima fue creada la Fuerza de Tarea Zeus; la Apolo en el Valle del Cauca; Titan en Chocó; Quirón en Arauca; Nudo de Paramillo en el sur de Córdoba; Aquiles en el bajo Cauca antioqueño, y Vulcano, con injerencia en la región del Catatumbo.
“La conformación de estas unidades especiales fue la pieza fundamental para dar de baja a cabecillas como alias Jerónimo Galeano, Alfonso Cano y el Mono Jojoy, lo que llevó a debilitar las intenciones que tenían las Farc de llegar al poder por las armas”, dijo Salazar.
Esto obligó a las Farc a buscar un acuerdo con el gobierno del presidente Santos.
“El secretariado de las Farc se dio cuenta de que el poder que tenían en la década de los noventa lo perdieron tras el éxito del trabajo conjunto de las Fuerzas Militares, que las dejó muy golpeadas y sin posibilidad de ganar las confrontaciones en las regiones estratégicas donde hacían presencia”, expresó Saldarriaga
Al ver que la tarea se había cumplido tras la firma del Acuerdo de Paz, los mandos decidieron cambiar las tareas de las fuerzas de tarea en Tolima, Valle, Nudo del Paramillo y Aquiles, volviéndolas comandos operativos del Ejército.
