El Plateado: cómo un pequeño pueblo se convirtió en un enclave para los grupos ilegales

Crédito: Comando General Fuerzas Militares

16 Octubre 2024 02:10 pm

El Plateado: cómo un pequeño pueblo se convirtió en un enclave para los grupos ilegales

La población está surcada por cultivos de coca, que son el principal interés del frente Carlos Patiño, de las disidencias de las Farc.

Por: Javier Patiño C.

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El corregimiento de El Plateado hace parte del municipio de Argelia, en el departamento del Cauca. Está ubicado en el centro del cañón surcado por el río San Juan del Micay, que hace parte de la cordillera Oriental, corredor natural que comunica a Popayán con el océano Pacífico.

“Fue un pueblo dedicado a la agricultura, especialmente al arroz de secano, cacao, caña y frutales, que tuvo muy poca o relativa importancia hasta los años setenta que comenzaron a llegar colonos blancos mestizos del mismo municipio y de diversas regiones de Nariño, Cauca, Valle del Cauca y el Eje Cafetero a los territorios baldíos. Además, en esa ápoca comenzó a consolidarse la conexión con San Juan del Mechengue, un pueblo de gente negra aislado por 150 años y que existe hace más de tres siglos”, dijo Juan Manuel Torres Erazo, subsecretario de Derechos Humanos y Construcción de Paz de la Secretaría de Paz y Cultura de Cali. 

Una población que hoy alcanza más de 8.000 habitantes y que ha cambiado los cultivos tradicionales por grandes extensiones de hoja de coca.

En Argelia hay cerca de 6.000 hectáreas de cultivos de coca y en El Tambo unas 10.000 hectáreas, por lo que este territorio se volvió un fortín especial para el manejo de las rentas del narcotráfico.

coca

El enclave cocalero

De acuerdo con Juan Manuel Torres, hacia finales de los años setenta llegaron las primeras matas de coca a la región, principalmente las matas conocidas como pajarita caucana. Se instaló y funcionó, sobre todo, en la parte baja de El Plateado. Poco a poco esta zona se fue convirtiendo en cocalera. 

“Un crecimiento que ha sido evidente en los últimos diez años, con matas resistentes a las plagas y que además que se reproducen muy rápido, lo que hizo del eje del corregimiento de El Plateado con San Juan de Mechengue el cuarto enclave cocalero del país con más de 15.000 hectáreas. Anotando que lo es en cuanto a hectáreas sembradas, porque una hectárea en El Plateado puede producir 2,5 o tres veces más que una hectárea sembrada en Tumaco”, contó Torres. 

El auge de la coca –agregó– también trajo a los grupos ilegales, en especial a las Farc, que conformó el frente 60 (Jaime Pardo Leal) exclusivamente para el municipio de Argelia. Ese frente también realizó tomas y ataques guerrilleros tanto en Argelia como en el corregimiento El Mango.

Los pobladores han vivido durante décadas con el temor de las armas siempre presentes y acostumbrados a lo que significa vivir en un punto álgido del negocio del narcotráfico. Las autoridades no han podido hacer presencia constante en la región por los frecuentes ataques por parte de los grupos ilegales.

militares

Pelea por el territorio 

Ante la presencia de la guerrilla, en la zona aparecieron integrantes del grupo paramilitar Los Rastrojos, que tomaron el control del municipio de Argelia, pero fueron rápidamente sacados por las Farc. A la zona también entró otra organización ilegal: el ELN, en particular, el frente José María Becerra. 

Esta presencia ha generado fuertes confrontaciones por tener el control de las rutas del narcotráfico, pero en especial del Cañón del Micay. Los enfrentamientos entre grupos muchas veces terminan en desplazamientos de la población.

“Hay algo que marca esta historia y es la política de Seguridad Democrática en la época de Álvaro Uribe Vélez. El Estado arrinconó un poco a las guerrillas y después de un desafío en un consejo comunitario de que no era capaz de llevar Policía al Cañón del Micay, para finales de 2007 se instaló la Policía en los corregimientos de El Mango y de El Plateado. Estos puestos sufrieron sucesivos ataques por parte de una guerrilla fortalecida. En El Plateado, la estación de Policía, que habían convertido también en caseta comunal, duró dos años. En El Mango la Policía duró hasta el año 2015, cuando se retiró, pues el pueblo ya estaba destruido casi en su totalidad”, dijo Juan Manuel Torres. 

asonada

La paz esquiva

La firma del Acuerdo de Paz con las Farc abrió una esperanza para los pobladores de Argelia, pero en especial para los del corregimiento de El Plateado, con la ilusión de la llegada de proyectos productivos para sustituir la hoja de coca.

Según un poblador de la zona, el sueño duro solo unos meses, “el Gobierno nos dio un primer pago y semillas para cultivar, pero luego de la primera cosecha no ayudaron a su comercialización y el dinero nunca volvió a aparecer, dejándonos solos”. 

Esto llevó a los campesinos a volver al cultivo de la coca y así se activó de nuevo el motor de la violencia con el retorno de los grupos ilegales.

Desde 2019, el frente Carlos Patiño, de las disidencias de las Farc, tomo el control de la extensa zona, lo que generó temor entre los habitantes, a los cuales ha obligado a realizar asonadas para obligar a la salida de las tropas.

Este es el principal objetivo de las dos operaciones militares que el Gobierno del presidente Petro ha realizado en la zona, primero con Trueno, que permitió desmantelar campos minados para permitir el ingreso de las tropas, y ahora la llamada Perseo que llevó a tener nuevamente el control del corregimiento de El Plateado. 
 

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