
Los integrantes del frente 33 de las disidencias de las Farc estan recibiendo el apoyo de guerrilleros provenientes del sur de Bolívar y Cesar.
Crédito: Colprensa
La nueva estrategia de las disidencias de las Farc para confrontar al ELN en el Catatumbo
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Desde varios puntos de Bolívar y Cesar han salido integrantes de los frentes 18 y 36 para apoyar los enfrentamientos que sostienen desde hace dos meses con el ELN.
Por: Javier Patiño C.

Inteligencia militar ha detectado, desde hace dos semanas, un cambio en las operaciones del frente 33 de las disidencias de las Farc en la región del Catatumbo, con la llegada de más integrantes para disputar su territorio con el frente nororiental del ELN.
De acuerdo con varias interceptaciones de comunicaciones entre alias Jhon Mechas y Andrey Avendaño, cabecillas del bloque Magdalena Medio, con alias Firu, quien maneja los frentes 18 y 36, se ordenó el movimiento de más de 300 integrantes de la estructura ilegal desde el sur de Bolívar y Cesar hacia la región del Catatumbo.
Según inteligencia, los disidentes llegan a varios puntos estratégicos donde permanecen por algunos días en fincas deshabitadas tras las confrontaciones con el ELN, que ya completan más de dos meses.
El objetivo es consolidar su presencia en puntos cercanos a la vereda Versalles, uno de los últimos bastiones del frente 33 de las disidencias de las Farc, que les permite una salida hacia el municipio de El Tarra.
Además de la importancia estratégica de la zona, el grupo ilegal ha escondido allí varias caletas con armas, explosivos y dinero producto del negocio ilícito que mantienen con carteles mexicanos para la exportación de droga.
Las autoridades han identificado que los nuevos integrantes ya han sido armados con fusiles de origen ruso y chino, los cuales habían sido ocultados en varias viviendas para evitar su detección. Ahora, estos armamentos son piezas fundamentales en la confrontación con el ELN.
La nueva estrategia también contempla el ingreso de guerrilleros expertos en explosivos para ser instalados en drones y la preparación de campos minados, lo que ha generado temor entre los habitantes de la región.
En la última semana, varios pobladores han denunciado la presencia de hombres vestidos de negro que están tomando el control de puntos estratégicos anteriormente dominados por el frente nororiental.
Falta de compromiso
Inteligencia también ha identificado que las fuertes confrontaciones han llevado a la desmovilización de más de 130 integrantes de las disidencias, quienes fueron ubicados en viviendas en varios sectores de Cúcuta para iniciar sus procesos legales.
Sin embargo, más de 100 de ellos, tras permanecer algunos días beneficiándose de la ley, han decidido regresar a distintas zonas del Catatumbo para retomar las armas y confrontar al ELN.
Otro caso de incumplimiento es el de Marlón Franco Albernia, alias JJ Guaracas, quien se entregó a las autoridades el domingo 26 de enero para salvar su vida junto a otros cuatro guerrilleros.
Alias JJ Guaracas era un integrante clave dentro del organigrama del frente 33, al ser el cuarto al mando y uno de los principales ideólogos en la región del Catatumbo. Según informes de inteligencia, tenía la tarea de entregar kits escolares y regalos de Navidad a menores en Cúcuta, Tibú, Ábrego y Hacarí por orden de alias Andrey Avendaño, principal cabecilla de la estructura ilegal.
Las autoridades están en alerta ante un posible incremento de las confrontaciones en el Catatumbo, lo que podría provocar una nueva oleada de desplazamientos y un aumento en el número de muertos dentro de estas estructuras ilegales, que disputan el control de enclaves cocaleros y minas ilegales.
