La Segunda Marquetalia perdió el mando en zonas estrátegicas en el país
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Así se ha debilitado la Segunda Marquetalia en el país
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Las divisiones internas de los últimos tres meses y la permanencia de sus cabecillas en Venezuela le han quitado presencia en regiones donde solían mantener estructuras operativas.
Por: Javier Patiño C.
En agosto de 2019, tres años después de firmar el Acuerdo de Paz, Iván Márquez y ocho de los principales exjefes de las Farc decidieron apartarse del compromiso pactado con el gobierno del entonces presidente, Juan Manuel Santos. Anunciaron su regreso a las armas para conformar una disidencia denominada Segunda Marquetalia, en referencia al lugar de nacimiento del grupo armado ilegal en 1964.
La presencia de esta organización alertó a las autoridades, que ya vigilaban a los integrantes del frente primero, bajo el mando de alias Iván Mordisco y de Gentil Duarte. Este grupo se había apartado del Acuerdo de Paz antes de su firma y tenía influencia en municipios de Caquetá, Cauca, Nariño y Valle del Cauca.
A finales de 2019, en los llanos del Yarí, se desarrolló una reunión extraordinaria entre alias Iván Mordisco, Gentil Duarte y los cabecillas de la Segunda Marquetalia, liderados por Iván Márquez, acompañado por alias el Paisa y Romaña. Sin embargo, el encuentro terminó en malos términos debido al rechazo de Mordisco a ceder el mando a Márquez. Esto derivó en una confrontación armada entre ambas facciones por el control territorial de zonas con cultivos ilícitos y minería ilegal.
Desde entonces, se registraron asesinatos de miembros de ambas organizaciones y múltiples atentados en zonas estratégicas de Putumayo y Vichada, utilizadas por la Segunda Marquetalia para ingresar desde Venezuela.
Estas disputas también provocaron cambios de lealtades. Grupos que inicialmente apoyaban a Mordisco cambiaron de bando, como los Comandos de Frontera, las Guerrillas Unidas del Pacífico y el frente Acacio Medina, dirigido por alias Jhon 40, encargado del negocio del coltán.
Divisiones y guerra
La organización logró consolidarse a lo largo de la frontera colombo-venezolana, principalmente para controlar rutas del narcotráfico en los departamentos de Arauca (Colombia) y Apure (Venezuela).
En sus seis años de existencia como grupo armado ilegal, la Segunda Marquetalia ha recibido varios golpes estratégicos tanto por parte de las Fuerzas Militares como de sus enemigos del Estado Mayor Central. Varias de estas acciones han resultado en la muerte de sus principales cabecillas.
En mayo de 2021, la organización confirmó en un comunicado la muerte de Seuxis Pausias Hernández, alias Jesús Santrich, en la Serranía del Perijá, estado Zulia, tras un ataque al vehículo en el que se desplazaba con sus hombres de confianza.
A finales del mismo año, se confirmó la muerte de Henry Castellanos, alias Romaña, y de Hernán Darío Velásquez, alias el Paisa, ambos cercanos a Márquez. Romaña murió en un enfrentamiento en Apure, junto con otros cinco combatientes. El Paisa falleció al activarse una carga explosiva en la carretera mientras regresaba con su jefe de seguridad, alias Lulo.
Iván Márquez ha sobrevivido a varios atentados, tanto durante su militancia en las Farc como luego de retomar las armas con la Segunda Marquetalia. Las noticias sobre su muerte han circulado en varias ocasiones, aunque hasta ahora han resultado ser falsas. El último caso fue en 2022, tras un ataque atribuido a hombres bajo el mando de Mordisco en la frontera colombo-venezolana, que le causó graves heridas en la cabeza y la pérdida de su mano izquierda.
Situación actual
Según un informe de la Dirección Nacional de Inteligencia, conocido por la revista CAMBIO, la Segunda Marquetalia llegó a tener unos 1.800 integrantes armados que se dedicaban al narcotráfico, la minería ilegal, el reclutamiento de menores y la extorsión.
El informe detalla que la organización estaba compuesta por 523 guerrilleros distribuidos en cuatro estructuras: el frente 41, bajo el mando de alias Gonzalo (25 miembros); la histórica columna Teófilo Forero, dirigida por alias Chicharrón (213 miembros); un grupo de 17 guerrilleros encargados de custodiar a Márquez, y la estructura Acacio Medina, liderada por alias Jhon 40 (268 miembros), con presencia en Huila y en los estados venezolanos de Apure, Amazonas y Zulia.
En Putumayo operan los Comandos de Frontera, con 523 guerrilleros comandados por alias Araña, quienes controlan los ríos Caquetá, Orteguaza y Amazonas, rutas clave para el tráfico de drogas.
En Nariño y Cauca actúan seis columnas que conforman la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, con 705 miembros distribuidos en los frentes Diómer Cortés, Ariel Aldana, Iván Ríos, Oliver Sinisterra, Alfonso Cano y la Comisión 48.
División y pérdida de poder
Con la llegada del presidente Gustavo Petro al poder, la Segunda Marquetalia se mostró abierta al proyecto de
Paz Total e inició acercamientos para lograr su sometimiento a la justicia. Durante más de un año, alias Walter Mendoza, cercano a Márquez, lideró las negociaciones.
Sin embargo, tensiones internas fracturaron la unidad del grupo. En noviembre de 2024 llegó a la mesa de negociaciones una carta supuestamente enviada por Iván Márquez, en la que desautorizaba las conversaciones en Puerto Asís, Putumayo. La misiva, fechada el 12 de noviembre, fue remitida a los países garantes y acompañantes del proceso.
El equipo negociador pidió verificar la autenticidad del documento, ya que no fue enviado a través de los canales oficiales. La carta revelaba una ruptura dentro de la disidencia:
“En consecuencia, tales reuniones deben entenderse como una iniciativa propia de representantes de las estructuras de los Comandos de Frontera y de la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, que hasta ahora han aceptado ser parte de la Segunda Marquetalia. Las decisiones que allí se tomen no nos comprometen”, escribió Márquez.
La división se confirmó cuando alias Araña y alias Walter Mendoza decidieron continuar el proceso de paz sin el liderazgo de Márquez.
Desde entonces, el grupo bajo el mando de Iván Márquez ha perdido injerencia en Colombia y mantiene presencia únicamente en los estados venezolanos de Apure, Táchira y Amazonas, donde residen sus principales cabecillas y desde donde continúan actividades de minería ilegal y narcotráfico.
Una organización que nació con la intención de unificar a las disidencias de las Farc bajo el liderazgo de Márquez, pero cuyo propósito se diluyó ante la autonomía de los mandos, quienes ahora conforman una nueva disidencia autodenominada 'Resistencia Bolivariana'.
